El exsecretario general del Partido Popular entre 1999 y 2003, Javier Arenas, ha negado este martes haber cobrado sobresueldos con cargo a la caja B o contabilidad irregular del partido, según recogió el extesorero Luis Bárcenas en sus anotaciones. Bárcenas sostiene que dicha contabilidad irregular, que el partido no declaró, se nutrió de donaciones de empresarios durante tres décadas.
"No soy el único Javier de esos papeles y somos cientos de miles de militantes en el PP, desconozco si hay otro Javier Arenas", ha declarado como testigo el también exministro y presidente del partido en Andalucía hasta 2012. "Yo todas las cantidades que he recibido ha sido vía transferencia y están declaradas en mi renta. No he recibido ninguna cantidad proveniente de empresarios y todo lo declaré a Hacienda", ha contestado a las preguntas de las acusaciones populares del juicio por el supuesto pago de la reforma de la sede central del PP con dinero negro procedente supuestamente de dicha caja B.
Durante su declaración como acusado en este juicio, que se celebra en la Audiencia Nacional, Bárcenas sostuvo que los sobresueldos en el PP los instauró el exsecretario general Francisco Álvarez-Cascos (que también declarará como testigo este martes) como «retribuciones a cargos electos, complementos de sueldo a quienes se quería ayudar por un tema especial, como a Luis Fraga como senador por Cuenca, o al ex gerente Páez con una determinada cantidad como gratificación». Afirmó que los secretarios generales siguientes Javier Arenas, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal los mantuvieron y cobraron. "Yo entregué sobres a Cascos, Arenas, Rajoy, Cospedal, Jaime Mayor Oreja, Trillo, Ortí Bordás, Pedro Arriola", sostuvo.
Este martes, Arenas lo ha negado. "Yo no recuerdo que el señor Bárcenas me haya hablado nunca de la caja B. Nunca he sido receptor ni he tenido reuniones con empresarios nunca. A mí el tesorero nunca me comentó sobre donativos que se recibían", ha dicho. Respecto a un apunte concreto de Bárcenas -"otros 100 a Javier"- por el que le han preguntado las acusaciones según la cual el empresario andaluz José Luis Sánchez, con quien ha reconocido que "coincidió en actos sociales", le habría entregado 100.000 euros, ha afirmado que es "ajeno" a este.
Cualquier decisión financiera era tomada autónomamente por Álvaro Lapuerta
Asimismo, ha negado que recibiese 100.000 euros más de Luis del Rivero, ex presidente del grupo Sacyr Vallehermoso. "Nunca he tenido una reunión privada" con él, ha sostenido el ex alto cargo del PP, que ha aclarado que cualquier decisión financiera de la formación era tomada autónomamente por quien era entonces tesorero del partido, el ya fallecido Álvaro Lapuerta. Tampoco conocía "en absoluto" una anotación de mayo de 1999 de dos millones de pesetas presentados como "Javier Arenas pagos varios".
Arenas ha reconocido que mantuvo contacto en diciembre de 2012 y en 2013 con Bárcenas para "hablar conmigo y comentar los asuntos que estaban en ese momento (…) no recuerdo un objetivo concreto". Ha diferenciado entre la responsabilidad "económica" del partido que desempeñaba Bárcenas y la política del secretario general. Ha afirmado que entre ellos no había una relación "ni de jerarquía ni de dependencia".
Testigos reconocen que recibieron dinero en metálico
Este martes también declararon como testigos el exdiputado del Partido Popular Jaime Ignacio del Burgo y el patrono de la fundación Humanismo y Democracia (ahora Concordia y Libertad) Eugenio Nasarre. Ambos, que aparecen en las anotaciones del extesorero Luis Bárcenas como receptores de dinero en efectivo, han reconocido que cobraron cantidades en metálico pero no que procediera de una caja B del partido puesto que "firmaron recibís".
En el caso de Del Burgo, ha reconocido que él mismo fue a la sede del PP en 2001 para que le entregaran 500.000 pesetas (3.000 euros) para dárselos a Elena Murillo, concejala de Villaba (Navarra) que había sufrido un atentado y estaba en una "situación angustiosa y desesperada". El exdiputado popular ha afirmado que acordó la entrega de la cantidad con el entonces gerente del PP, Bárcenas, que según el testigo en aquel momento era "únicamente el cajero del PP, no tenía capacidad de decisión".
Por otro lado, Del Burgo también ha afirmado ante la Sala que el presidente del PP, José María Aznar, autorizó el pago de una "compensación económica" en 1991, cuando ya era presidente de la formación conservadora, para su compañero Calixto Ayesa, que asumió el cargo de consejero en el Gobierno navarro de UPN, partido en el que estaba integrado el PP en esta comunidad. Ayesa, según ha dicho Del Burgo, que fue quien recogió ese dinero en Génova en pequeñas cantidades entregadas periódicamente, recibió esa cantidad como compensación por una deuda que había contraído tras la disolución de UCD por haber adelantado a esa formación el dinero para financiar su campaña electoral en Navarra. Del Burgo ha considerado que "el dinero que se le entregó pudo proceder de donaciones anónimas porque era una fuente de financiación del PP", pero ha rechazado que dichas entregas en metálico tuvieran "conexión con nada que se tratara de un dinero negro y esa era la razón por la que se hacían recibís". La Abogada del Estado Rosa Seoane le preguntó si esas cantidades se podrían ingresar por tanto en una cuenta bancaria, a lo que Del Burgo contestó que si. Previamente, el testigo afirmó que "no tengo ni idea de por qué fue en metálico ni me lo planteo".
Por su parte, Eugenio Nasarre reconoció haber recibido, como patrono de la Fundación Humanismo y Democracia, 30.000 euros procedente de donaciones anónimas entre 2002 y 2003. Asegura que lo recibió de manos del entonces tesorero del PP, Álvaro Lapuerta, en presencia del gerente Bárcenas. "Lo que me dijo Lapuerta es que era de donantes anónimos cercanos al PP que se lo habían dado. Puedo entender que lo pidió para la formación Humanismo y Democracia y consideraron que era un objetivo noble", ha declarado. Nasarre se ha mostrado convencido de que "no ha habido una caja B" y ha afirmado que "las donaciones eran legales en aquel momento".
Ha hecho una diferencia, sin embargo, entre el dinero que los afiliados aportaban al partido y del que un 0,7% se dirigía a la fundación de la que él era patrono y las donaciones. En el caso de las primeras, se hacía una transferencia a una cuenta bancaria. En el de las segundas, se entregaron en efectivo.
"Que el partido tuviera dinero en metálico para hacer pagos no quiere decir nada"
Tanto Del Burgo como Nasarre, que han reconocido haber recibido dinero en metálico del partido en condición de intermediarios, han rechazado que hubiese una contabilidad paralela. De hecho, el ex diputado por Navarra entre y 2008, ha cuestionado la sentencia de la Primera Época de Gürtel, ratificada por el Tribunal Supremo en octubre del año pasado, en la que se acreditaba la existencia de "una estructura financiera y contable paralela a la oficial" al menos desde el año 1989.
Jaime Ignacio del Burgo ha destacado que la recepción de las cantidades anotadas en los papeles de Bárcenas "no implica en absoluto el reconocimiento de la existencia de la caja B, porque en aquella época eran legales las donaciones anónimas que, por su propia naturaleza, son entregas de dinero en metálico". Por ello, ha justificado que el hecho de "que el partido tuviera dinero en metálico para hacer pagos no quiere decir absolutamente nada respecto a la ilicitud de los pagos y del procedimiento".
Por su parte, Nasarre ha señalado que los 30.000 euros que Lapuerta le entregó "de donantes anónimos" para la Fundación se hizo "con arreglo a las normas legales vigentes entonces".
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