El proceso de vacunación en el País Vasco continúa a la cola de las campañas de protección contra el Covid en todo el país. La política de reserva estratégica de las segundas dosis que se aplica a la mitad de las vacunas recibidas, -fundamentalmente a las referidas a Pfizer-, continúa ralentizando sobremanera los procesos de vacunación. Por el momento, apenas el 3,5% de la población en Euskadi está plenamente vacunada. Ni siquiera el colectivo sanitario lo está, ni en la red pública ni en la privada.
Los últimos datos aportados por la consejería de Salud del Gobierno vasco muestran que en el Servicio Vasco de Salud aún queda un 14% de sus profesionales sin haber recibido la segunda dosis. La situación es mucho más sorprendente en los centros privados, donde a un 20% de sus profesionales ni siquiera se les ha inoculado una primera dosis y el 78% restante sigue esperando la segunda dosis que completa su proceso de vacunación.
Un retraso al que se suma la confusión con la que se está llevando a cabo el proceso de vacunación a colectivos de personas mayores. Si bien en los residentes en residencias la vacunación hace semanas que es completa, no es así en el resto de la población de más edad. La primera fase, la relativa a las personas de más de cien años, se da por completada, pese a las dificultades de localización y actualización de datos con las que se encontró la sanidad pública. La dificultad llevó incluso a uno de sus máximos responsables a bromear apuntando que quizá se encontraban “en Benidorm”.
Entre los mayores de 90 años el nivel de vacunación de la primera dosis de Astrazeneca es prácticamente completa. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui lo cifró ayer en un 99,5%. Por el momento la mayor incertidumbre se está produciendo entre la población de entre 80 y 89 años. En este caso la inoculación avanza con menor ritmo y de modo irregular en función de las comarcas sanitarias. Se estima que se trata de un grupo de población de alrededor de 150.000 personas.
A la cola en vacunación
Por el momento se ha administrado la primera dosis a algo menos de la mitad, el 45%. Inicialmente el criterio de prioridad ha venido marcado por la edad, si bien se han producido muchos casos de vacunaciones a personas de 80 a 83 años mientras ciudadanos de más edad siguen sin ser inoculados. Se confía en que la reanudación de las vacunaciones con Astrazeneca, tras la paralización por la sospecha de posibles riesgos –finalmente descartados- permita acelerar el proceso. Desde la oposición se ha denunciado en numerosas ocasiones que sigue sin haber “criterios claros” sobre el modelo de vacunación.
El País Vasco es, tras Castilla La Mancha, la Comunidad Autónoma con un menor porcentaje de vacunación respecto a las dosis recibidas. Ha administrado el 72% de las vacunas recepcionadas, según datos del Ministerio de Sanidad. Según la contabilidad de la consejería de Salud, hasta el 24 de marzo se han recibido casi 403.000 dosis, de las que sólo se han administrado 295.000.
En los procesos de vacunación se ha priorizado a colectivos de mayor riesgo, como los profesionales sanitarios y las personas mayores residenciadas, así como trabajadores pertenecientes a colectivos esenciales. Esta misma semana en Euskadi se ha comenzado a citar a vacunar a las personas menores de 65 años, una vez despejadas las dudas sobre los posibles riesgos de Astrazeneca.
La consejera Sagardui defiende la política de vacunación llevada a cabo y que en todo momento está supeditada a la disponibilidad de dosis y que se regirá por criterios de edad y de acuerdo a las recomendaciones de los expertos. “El ritmo es irregular en la medida en que el suministro también lo es. Ayer llegaron apenas 4.900 dosis de Astrazeneca, muchas menos que en portas ocasiones”, afirmó ayer en el Parlamento Vasco.
Hasta ahora apenas 80.000 personas, de una población de 2,19 millones de habitantes, están vacunadas con las dos dosis. Un nivel de protección plena que se completa con otras 215.000 ciudadanos que al menos habrían recibido una primera dosis de alguna de las tres vacunas que se están dispensando. En el País Vasco se han recibido desde el comienzo de la campaña 277.000 vacunas de Pfizer, algo más de 30.000 de Moderna y cerca de 95.000 de Astrazeneca. El ritmo de vacunación se confía en que pueda acelerarse a medida que la producción se intensifique.
Repunte de casos
Es una necesidad en un contexto actual en el que la preocupación por la evolución de la pandemia ha aumentado. Euskadi se encuentra, junto a Madrid y Navarra, a la cabeza de la incidencia de la pandemia. El último dato fija la incidencia acumulada a 14 días en los 236 casos por cada 100.000 habitantes, casi el doble de la media en el conjunto de España. La consejería reconoce que se observa ya un repunte de casos y que la tendencia de la evolución vendrá marcada por lo que suceda en los próximos tres días. Será en función de la misma cuando el Ejecutivo vasco decidirá si modifica las medidas de prevención de cara a Semana Santa o si mantiene la situación actual. En la presión hospitalaria se observa ya un cambio de tendencia. Cerca de 300 personas están ingresadas en los hospitales vascos y se detecta un aumento de ingresos en UCI, particularmente de mujeres y de pacientes cada vez más jóvenes.
La consejería ha retomado los cribados masivos en municipios donde se han detectado nuevos focos de contagio y ha hecho llamamientos reiterados a no descuidar las medidas de protección. Incluso ha dado la voz de alarma del riesgo que supone que se intenten ocultar contactos mantenidos por personas que han resultados contagiadas. Sagardui reconoció que cada vez se observa más cómo personas que dan positivo por Covid intentan ocultar algunos comportamientos que podrían no ser adecuados respecto al cumplimiento de las medidas de protección y evitan detallar los mismos a los rastreadores, ocultando posibles contactos mantenidos. Esta realidad está dificultando la labor de los cerca de 700 rastreadores con los que cuenta la sanidad vasca y con ello el seguimiento y control de evolución de la epidemia.
Precisamente ayer el lehendakari Iñigo Urkullou visitó a una de las bases de rastreadores para agradecer su labor y para reiterar la importancia que tiene que la población colabore con su labor para poder hacer frente de modo adecuado a la pandemia.
Los informes diarios aportados por los servicios epidemiológicos incluyen ya a varios municipios de nuevos en la llamada ‘zona roja’, es decir más de 500 casos por cada 100.000 habitante. Es el caso de localidades como Elorrio, Ermua o Beasain, con incidencias acumuladas de 864, 749 y 805 casos respectivamente.
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