El expresidente de Sacyr Vallehermoso Luis del Rivero ha señalado este miércoles ante el juez que investiga la contratación por parte del BBVA del comisario José Manuel Villarejo que cuando la constructora decidió en febrero 2005 abortar el intento de entrar en el Consejo de Administración de BBVA, que presidía Francisco González -investigado en esta causa-, lo hicieron tras sentirse atacados en los medios y por miedo después de que ardiera la Torre Windsor de Madrid el 12 de febrero de 2005.
Fuentes presentes en la declaración apuntan a Europa Press que Del Rivero ha afirmado asimismo a preguntas de los fiscales que en 2004 mantuvo reuniones tanto con el entonces ministro socialista Pedro Solbes como con el expresidente del Gobierno José María Aznar, como cabeza visible de la oposición, sobre esa operación.
Del Rivero comparecía ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón como perjudicado por el espionaje de Villarejo por encargo de BBVA -Proyecto Trampa-. Ese proyecto habría sido orquestado por Villarejo para conseguir frenar el desembarco de la constructora Sacyr en el Consejo de Administración del banco, y conllevó desde pinchazos telefónicos a seguimientos.
Del Rivero, que ha indicado al juez que no se sintió espiado ni vigilado en esa época, ha realizado durante su comparecencia un pormenorizado relato de las reuniones y movimientos que realizó en ese 2004 con el objetivo de ganar peso accionarial en BBVA, un peso que le podría haber abierto la puerta al grupo para tener voto y capacidad de decisión a la hora de los nombramientos en la entidad.
Así, Del Rivero ha indicado que el 22 de noviembre de 2004 mantuvo una reunión con el entonces alto directivo del BBVA José Ignacio Goirigolzarri para trasladarle la decisión de adquirir el 3,5 o el 5 por ciento de las acciones del banco. Tras esa reunión mantuvo una comida con el ministro Solbes, con quien al día siguiente se reunió en el ministerio, teniendo ya el apoyo de Société Genérale para la operación.
Apoyo de Societé Genérale
Si bien esas reuniones se producen en noviembre, la operación se gesta entre marzo y mayo cuando tantearon a Aznar, él y su vicepresidente Juan Abelló, para saber cómo lo veía. Tras esto se lo comunicaron al Gobierno a principios de junio, por medio de la Oficina Económica.
Según ha explicado Del Rivero, para entonces ya habían contactado con Société Genérale y su presidente para España y Portugal, Donato González, estuvo presente estaba al tanto. Cuando Sacyr compra acciones a través de esa entidad llegando al 3,16 por ciento del BBVA es cuando deciden hablar con Solbes. Era ya noviembre de 2004.
Según su relato, ese mismo mes, el día 8, también se reunió con los accionistas del BBVA José Domingo Ampuero y Santiago Ybarra -hermano del que fuera presidente del BBVA Emilio Ybarra-, y ahí es cuando deciden pedir reunión con el ministro de Economía y comunicar la adquisición de acciones al Gobierno. Asimismo, ha negado que se reuniera con el entonces vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Carlos Arenillas, aunque sí con Miguel Sebastián en un par de ocasiones.
Al hilo, ha explicado que él opina que BBVA quiso convertir esa operación en algo político para desacreditar el interés puramente económico que, ha defendido, es lo que realmente había. Y ha afirmado que si el Ejecutivo hubiera querido que la operación saliera adelante lo habría hecho, pero que se mantuvo al margen.
Reuniones con Caruana y la CNMV
Por otro lado, ha indicado que también se reunieron por este asunto con el entonces subgobernador del Banco de España Gonzalo Gil y con el gobernador Jaime Caruana, quien fue mucho más restrictivo que el subgobernador en sus posiciones. Y que también fueron citados junto al BBVA en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) porque tenían interés en conocer los detalles.
Tras todos estos movimientos en busca de apoyos políticos y económicos para la entrada en la entidad, finalmente el 15 de febrero de 2005 el Consejo de Administración de Sacyr decide no seguir con la operación, y en solo una noche la constructora decidió vender sus acciones en BBVA con un descuento del 3 por ciento.
Según ha explicado, la decisión la toman tras el incendio del Windsor y tras "saber" que había una investigación de Anticorrupción sobre los papeles de Merryll-Lynch, relacionados con la sociedad de valores de Francisco González, cuyos informes tenía la consultora Deloitte en dicho edificio. Por eso, ha añadido, ante esta escalada en la "guerra" decidieron dejar la operación.
La decisión del Banco de España
Sin embargo, otras fuentes consultadas han apuntado que el relato de los hechos aportado por Del Rivero sobre como se desarrollaron los acontecimientos que acabaron con la retirada de la operación para hacerse con BBVA se ha visto desarbolado dado que quien echó por tierra la operación de Sacyr fue el Banco de España.
De hecho, según explican el propio Sebastián ha indicado que la decisión del Banco de España se produce en diciembre de 2004, y otro de los testigos, Ampuero, ha recordado que es en enero de 2005 cuando Del Rivero le comenta que "tiran la toalla". Por lo que el hecho de que el Windsor ardiera no habría sido tan determinante como en un principio ha mantenido Del Rivero ya que se produjo en febrero.
Otra de las partes personadas ha incidido en que dado que Deloitte no hizo público hasta marzo de 2005 que en el Windsor estaban los papeles del borrador de la auditoría de FG Valores, no se sostiene que al ver el incendio, Del Rivero adivinara que ahí estaban esos papeles.
Sebastián y Arenillas, perjudicados
Si bien las declaraciones se han visto interrumpidas al mediodía, por la tarde han continuado con las comparecencias como perjudicados de varios testigos en esta pieza 9 de 'Tándem', entre los que se encontraba Miguel Sebastián. Fuentes presentes en su declaración han señalado que el exministro ha trasladado al juez que se ha sido perjudicado por un triple motivo.
Así, ha indicado que se ha producido un linchamiento mediático contra él, que su carrera profesional se vio influenciada negativamente por esta operación de Villarejo y que también fue atacado en lo personal porque se "airearon" cuestiones de su "vida privada" solo por intereses espurios, y con un objetivo puramente económico. "Casi prefiero la homofobia a esto, que es por dinero", ha lamentado.
Por su parte, otro de los supuestamente espiados por Villarejo en el marco de sus trabajos para el BBVA, el exvicepresidente de la CNMV Carlos Arenillas, ha indicado al juez, según fuentes consultadas, que fue "plenamente consciente" de que era espiado. De hecho ha recordado que vigilaban su coche y su vivienda, y que un equipo de contraespionaje de la policía le confirmó que era así, pero le indicaron que no debía preocuparse porque eran "unos don nadies" y se habían ido de Madrid.
Arenillas, visiblemente afectado por lo que declaraba, ha apuntado que tras conocer esto le recorrió un escalofrío al entender que entre agentes se cubrían las espaldas y que su vigilancia iba a caer en saco roto. Ha señalado que trasladó al entonces presidente de la CNMV Manuel Conthe el asunto, y vio que tampoco le importaba. "Fui absolutamente seguido", ha llegado a aseverar.
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