El juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid ha adoptado medidas cautelarísimas este martes, a petición de la empresa promotora de la Superliga, que impide de forma preventiva que la UEFA, la FIFA, las federaciones asociadas a esta y las ligas nacionales tomen cualquier tipo de represalia contra los 12 clubes fundadores de la nueva competición.

En una decisión adelantada por LaSexta, el tribunal prohíbe a todos estos estamentos "adoptar cualquier medida que prohíba, restrinja, límite o condicione de cualquier modo, directa o indirectamente, la puesta en marcha de la Superliga así como cualquier medida sancionadora o disciplinaria contra los clubes participantes, su jugadores y directivos".

La decisión del tribunal madrileño es un primer espaldarazo legal a la Superliga, ante las amenazas de la UEFA y la FIFA. Los representantes de ambas instituciones habían amagado con excluir a los 12 clubes involucrados, liderados por el Real Madrid, de todas sus competiciones y de las ligas nacionales. También habían amenazado con impedir que los jugadores de estos clubes pudiesen representar a sus selecciones nacionales.

Las medidas cautelarísimas impiden, entre otras cosas, que la UEFA pueda expulsar de la actual edición de la Champions League al Real Madrid, al Chelsea y al Manchester City, tres de los cuatro participantes en las semifinales que se disputarán en las próximas semanas, y que son también miembros fundadores de la Superliga.

El lunes por la noche, en una entrevista en El Chiringuito, el presidente del Real Madrid y de la propia Superliga, Florentino Pérez, había asegurado que ninguna sanción de este tipo se podría producir.

La resolución dictada por el juez Manuel Ruiz de Lara, contra la que no cabe recurso, da fe de las intenciones de constitución de la nueva competición y da 'apariencia de buen derecho' a la reclamación de los promotores de la Superliga, que denuncian que las presiones y las sanciones anunciadas por UEFA y FIFA suponen un abuso de su posición de dominio sobre el mercado sobre el que ostentan el monopolio de la organización y explotación de las competiciones de fútbol profesionales.