Mediodía de la jornada de reflexión. Edmundo Bal aparece corriendo en un parque paralelo a una ancha avenida jalonada por bloques de pisos de nueva construcción. Se trata del PAU de Arroyo del Fresno, en el noroeste de Madrid, entre Mirasierra y El Pardo. A principios de siglo, esta zona casi sin urbanizar era uno de los principales focos de conflicto de Madrid por el trasiego de droga en la estación de Pitis. En 2015 se había convertido en el nuevo desarrollo con el precio por metro cuadrado más caro de la zona. En 2019, con el nuevo barrio ya en pie, arrasó Ciudadanos. Como en otras muchas zonas parecidas en toda la Comunidad.
Al inicio de la campaña existía la duda de qué pasaría con el voto de estos PAUs el 4 de mayo, dando por descontado el descalabro de Ciudadanos. Pronto se aclaró que acabaría en el PP. En las anteriores generales estos votantes ya habían demostrado una cierta tendencia hacia Vox, lo cual no evitó que el PSOE enfocara su estrategia a intentar cazar votos moderados en estos graneros de la clase media-alta de Madrid. Gabilondo camufló su discurso y programó mítines en los nuevos desarrollos, antes del bandazo que le llevó a mimetizar su campaña con la de Podemos y presentar las elecciones como una batalla del "pueblo de Madrid" contra el "fascismo".
El resultado ha sido un fracaso absoluto del que Gabilondo ha salido K.O, la izquierda grogui, Ciudadanos moribundo e Isabel Díaz Ayuso entronizada como la nueva reina indiscutible de las urbanizaciones, entre otros muchos lugares -casi todos-.
Analizamos 10 de estos enclaves para desgranar algunas conclusiones de la incontestable victoria del Partido Popular en Madrid.
1. Arroyo del Fresno, tan de derechas como el Barrio de Salamanca
El PAU por el que correteaba Edmundo Bal la jornada de reflexión fue, pese al desolador resultado de Ciudadanos, uno de los lugares donde mejor resultado obtuvo el partido naranja. Logró un 7,3% de los votos y fue la cuarta fuerza más votada por delante del PSOE (6,3%) y de Podemos (2,4%). Pero venía de obtener casi un 35% hace dos años.
Una caída que rentabilizó por completo el Partido Popular, en un barrio en el que en 2019 logró menos de un 25% de los apoyos y, este martes, obtuvo un 63,5%. Un triunfo demoledor que no solo se nutrió de Ciudadanos: Vox se dejó en estas manzanas un 4,1%, que también fue íntegro al Partido Popular. Pero lo más interesante es otro patrón que también se repite: el PSOE perdió 8 puntos, Más Madrid se quedó igual que hace dos años y Podemos ganó un 1%. Los 7 restantes fueron a la saca de Isabel Díaz Ayuso, que sacó a votantes del socialismo y de sus casas.
El efecto movilizador de Ayuso en estos barrios fue tan espectacular que creó votantes donde parecía no haber más. En la sección censal 08-139 de Arroyo del Fresno votó un 79,6% en 2019, que este 4-M se convirtió en un demoledor 86,9%. La suma de PP, Vox y Ciudadanos, que en las anteriores autonómicas obtuvo un 73,4%, logró esta semana un 80,5%, casi 5 puntos más que en el distrito de Salamanca, sólo por detrás del 'núcleo duro' de este barrio, entre las calles Alcalá, Príncipe de Vergara, Juan Bravo y el Paseo de la Castellana. Allí el bloque del centro-derecha llegó a alcanzar hasta el 94% del voto en algunas mesas.
2. Valdebebas, triunfo a la vera del Isabel Zendal
Una de las críticas de la oposición a la construcción del Hospital Enfermera Isabel Zendal es que está muy lejos, o en mitad de la nada. Pero las distancias siempre son relativas. Además de tener una estación de Cercanías en la puerta, el Zendal puede estar lejos de Lavapies pero está en mitad de Valdebebas, el buque insignia histórico de los desarrollos del norte de Madrid, con 11.400 viviendas planificadas y una población ya por encima de los 20.000 vecinos.
La sección 16-124 fue en 2019 el ejemplo absoluto del 'efecto Ciudadanos'. El 47% de sus vecinos optaron por la papeleta de Ignacio Aguado, la mayor adhesión al partido en toda la Comunidad. Edmundo Bal 'sólo' retuvo al 7,9%, aun así doblando al resultado de Cs en la región. Como en Arroyo del Fresno, la participación alcanzó niveles impensables y escaló hasta el 87,5%. Con Ayuso como gran beneficiada.
De los 6 puntos que se dejó por el camino el PSOE, 2 los rentabilizó Más Madrid y medio Podemos. El resto fueron directos al PP. Ayuso, que consiguió un 17,4% hace dos años, ahora se entronizó con un 60,2% mientras elevaba el resultado de la derecha desde el 73,5% hasta el 76,8%. Nuevos feudos.
3. El Bercial, la movilización del sur fue de derechas
Durante la jornada, los avances de participación dibujaban subidas espectaculares de la participación en todas partes, pero especialmente concentradas en el histórico 'cinturón rojo' del sur de Madrid, que Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy ya convirtieron en cinturón azul antes que Isabel Díaz Ayuso.
Lo cierto es que las grandes ciudades del área metropolitana han vivido y siguen viviendo una importante transformación en las últimas décadas, que se refleja especialmente en el urbanismo. En todas las ciudades hay ya ensanches, urbanizaciones con piscinas y servicios recreativos, habitadas por familias jóvenes que aspiran a mejorar sus condiciones de vida sin salir de la ciudad en la que han crecido ni alejarse de sus padres y sus amistades.
La participación en estos núcleos también fue histórica el 4-M, superando incluso a la de los grandes desarrollos del norte. El Bercial, en Getafe, votó más que Valdebebas. Los vecinos de la sección censal 03-044, por ejemplo, consiguieron una movilización casi imbatible del 87,7%. Irrepetible. Y el resultado, como en todas partes, fue oro para el centro-derecha.
El conjunto de PP, Vox y Ciudadanos, que en 2019 cosechó un 52,9% en este barrio, logró el martes un 60,4%. Fue la única isla de Getafe en la que ganó Ciudadanos hace dos años, con un 29,4%, que se ha transformado ahora en un 4,9%. El PP, tercera fuerza con menos del 16%, ahora se impuso con el 47,4%. De nuevo a costa de la izquierda. Sólo Podemos creció un 0,5% respecto a hace dos años, mientras Más Madrid se dejaba un 0,7% y el PSOE un 7,6%. A diferencia de Valdebebas o Arroyo del Fresno, donde Vox también perdió posiciones, en los desarrollos del sur tendió a ganarlas.
4. Parque Oeste, deporte de riesgo para Podemos
El Opción, en Alcorcón, fue hace una década el referente lúdico del sur de Madrid. Un centro comercial al uso que incorporó a su catálogo familiar una importante oferta de discotecas que, tras un éxito inicial, fueron declinando hasta dejar el lugar abandonado durante años. Ahora, el esqueleto donde se levantaba ha resucitado como X-Madrid, un espacio en el que se puede surfear en una piscina de olas artificial, hacer cursos de buceo, escalar en rocódromo, patinar sobre hielo en invierno, ir a un gimnasio de diseño o visitar la tienda oficial de Harry Potter. Ha renacido, de la mano del PAU de Parque Oeste, donde el verdadero deporte de riesgo es votar a Podemos.
Mientras que la candidatura de Pablo Iglesias logró casi un 8% en el municipio de Alcorcón, en la sección censal 01-018, la que rodea X-Madrid, se quedó en el 3,2%. Por detrás incluso del 5,3% de Ciudadanos, que también ganó aquí en 2019 con un 30,9% de las papeletas. El descalabro del PP aquel año fue grosero: cuarta fuerza por detrás de Errejón. Hoy, Díaz Ayuso es la preferida del 49,2% de los habitantes de estas urbanizaciones, donde las opciones del centro-derecha han pasado en dos años del 54,3% al 61,3%. Con una participación de casi el 85%, y con sorpasso de Más Madrid al PSOE.
5. El Vivero, gran desastre socialista en Fuenlabrada
El PSOE perdió un 6% en Valdebebas, un 6,6% en Parque Oeste, un 7,6% en El Bercial y un 7,9% en Arroyo del Fresno. En algunas de las secciones censales de El Vivero, el nuevo barrio de Fuenlabrada junto al hospital público y la Universidad Rey Juan Carlos, el descalabro socialista fue mucho más acusado.
Sirva como ejemplo la 07-015, donde el PSOE fue primera fuerza hace dos años con el 30,7%, por delante de Ciudadanos (25,6%), Más Madrid (14,3%), PP (13,2%), Vox (10%) y Podemos (4%). El martes, la candidatura de Ángel Gabilondo se dejó nada menos que 14,3 puntos en este barrio, en el que el PP fue la opción preferida del 43,8% de los votantes.
Fuenlabarada es uno de los lugares donde más patente se hizo el descalabro de la izquierda el 4-M. En estas zonas de El Vivero, el centro-derecha pasó del 48,8% al 60,5%, un reflejo a escala de lo que pasó en el resto de la ciudad, donde la suma de PP, Vox y Ciudadanos creció del 37,3% de 2019 al 48,8%.
El trasvase entre bloques se hizo evidente aquí. De los 14,3 puntos que perdió el PSOE en El Vivero, Más Madrid se llevó 2,9 y Podemos 0,1. Los otros 11,3 puntos fueron de cabeza al PP, que creció más de 30 puntos, y a Vox, que sumó otro. La formación de Santiago Abascal y Rocío Monasterio mejoró hasta 5 puntos su resultado de 2019 en otras secciones censales en los barrios clásicos de Fuenlabrada, donde el PSOE llegó a perder hasta 20 puntos pese a mantenerse por encima de Más Madrid.
6. Legazpi-Los Metales, sorpasso inevitable
Las urbanizaciones no son exclusivas de la periferia. También existen en el interior de la M-30 y en barrios como el de Los Metales, antigua zona industrial ahora reconvertida en barrio residencial entre Madrid Río y el Planetario, en el distrito de Arganzuela. Allí el sorpasso de Más Madrid al PSOE ya estuvo a punto de suceder en 2019, y terminó de confirmarse este martes por distancias muy amplias.
Un ejemplo claro del comportamiento de estas zonas, con las peculiaridades del voto más céntrico, es la sección 02-104, donde hubo casi un triple empate hace dos años: Ciudadanos logró un 25,5%, el PSOE un 23,4% y Más Madrid un 22,5%, con el PP por debajo del 16%.
El 4-M también ganó Ayuso con más del 40%, aunque la victoria del centro-derecha aquí fue más estrecha y el bloque escaló hasta el 54,2%, 5,7 puntos más que hace dos años. Más Madrid, que ya partía de alto, batió al PSOE por 9 puntos en el campo de la izquierda y Podemos (7%) superó ligeramente a Vox (6,9%) y a Ciudadanos (6,8%).
7. El Cañaveral, la importancia estratégica del 'nuevo Madrid'
El gran ensanche de Madrid está en el sureste, entre Vallecas, Vicálvaro, Rivas-Vaciamadrid y la Cañada Real. Lo que hasta hace un lustro era un terreno vacío, hoy sorprende como un espectacular mar de grúas y pisos de nueva construcción a cualquiera que pase con el coche por la M-45. Ubicado oficialmente en el distrito de Vicálvaro, el barrio aún está empezando a recibir familias, ha inaugurado hace poco su primera línea de autobús exprés al centro - tiene tres en total- y todavía busca inquilinos para las más de 14.000 viviendas proyectadas en la zona. No se ha terminado de rematar, ni mucho menos, pero a su vera ya empieza a nacer también Los Berrocales, donde se construirán otras 22.000. Un 'nuevo Madrid' gigante, con capacidad para albergar a más de 100.000 habitantes cuando esté plenamente desarrollado.
Y de momento, gana la derecha. En la sección censal 19-052, la que aglutina a las viviendas de El Cañaveral, Ciudadanos ganó en 2019 con el 27,2% y el bloque que después formó gobierno con el apoyo de Vox obtuvo un 47,4% de los apoyos. Este 2021 ese porcentaje ha crecido hasta el 56,1%, la participación ha rozado el 80% y el PP de Díaz Ayuso ha sido, como en todos los demás, la fuerza más votada con más de 4 de cada 10 papeletas.
El desarrollo de estas nuevas urbanizaciones en el sureste no es anecdótico y tendrá consecuencias políticas en los próximos años. En Vicálvaro, el distrito en el que se ubica, la derecha no llegó al 50% de voto en estas elecciones, y en las anteriores ni siquiera alcanzó el 40%.
El Cañaveral, repleto de familias jóvenes propietarias de su primera vivienda, y en el futuro Los Berrocales, pueden acabar formando una 'isla' de más de 100.000 personas que, de decantarse hacia la derecha con el comportamiento de un PAU tradicional, provocarían efectos profundos tanto a nivel regional como a nivel local.
La esperanza de la izquierda en estos barrios concretos está en que acogen parte de la vivienda nueva más barata de la región. En que Más Madrid es especialmente competitivo entre adultos jóvenes de clase media. Y en que la dotación de servicios en los primeros años de un desarrollo de estas características puede generar movimientos vecinales que acaben configurando el voto. De momento, el partido de Mónica García logró aquí un 24% estas elecciones y aprovechó el descalabro absoluto del PSOE, que no pasó del 11% y perdió la mitad de sus apoyos.
8. Alcobendas-Valdelasfuentes, guerra Ayuso-Mónica en una avenida transversal
Ayuso ganó la guerra de los PAUs y su única rival fue Mónica García. Un ejemplo evidente se da atendiendo a varias secciones censales del ensanche de Alcobendas-Valdelasfuentes, donde se levantaron algunas fronteras políticas curiosas.
En la 01-063, por ejemplo, Isabel Díaz Ayuso logró un 50,3% e impulsó a la derecha hasta el 62,3%, mientras que Más Madrid logró un 15,6% y el PSOE un 15%.
En su sección vecina, la 01-062 -simplemente una continuación de la misma calle, con la misma disposición urbanística y las mismas características-, la película fue algo diferente. El PSOE obtuvo casi el mismo resultado, un 14,4%, pero Ayuso empeoró hasta el 38,2% y Más Madrid logró un 22,5%. El reparto entre bloques fue más reñido y la derecha no superó el 52%, lo que indica que probablemente hubo votos en disputa entre los bloques en todas estas urbanizaciones, a las que el PSOE y Podemos no supieron llegar y el partido de Errejón sí.
9. Arroyomolinos, el PP arrasa pero convive con Vox
Igual que Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada, Leganés, Getafe y Parla constituyeron un día el 'cinturón rojo', los jóvenes de esas ciudades que se mudan a chalets o pisos nuevos, pero huyen de los precios de Madrid, están creando un 'cinturón verde' más al sur todavía. Se trata de municipios y pueblos como Griñón, Casarrubuelos, Batres o Serranillos del Valle. El más grande de ellos es Arroyomolinos, donde Vox fue la fuerza más votada en las generales del 10-N de 2019 con más del 27% de las papeletas.
En estas localidades también hay urbanizaciones, principalmente de chalets unifamiliares. También ganó Ciudadanos en las autonómicas de 2019 y ahora lo ha hecho Ayuso en las de 2021. Con casi el 50% de papeletas, en casos como el de la sección 01-010, una de las más extensas de la zona y en plena expansión.
Es un ejemplo paradigmático de cómo el PP crece sin necesidad de destrozar a Vox. En el caso de esta sección, Ayuso gana casi 30 puntos respecto a 2019, alcanza la mayoría absoluta y Vox no sólo no decrece, sino que suma más de un punto y se mantiene como segunda fuerza en el 14,6%.
Aquí la lucha de la izquierda es sólo por la tercera plaza y también la gana Más Madrid, por más de dos puntos, mientras que el apoyo a Podemos es casi anecdótico. En municipios como Arroyomolinos, el apoyo al bloque de la derecha es similar al de los grandes bastiones de Madrid capital o de los desarrollos del norte. Supera el 65%.
10. Valdemoro, donde las urbanizaciones no son islas políticas
La fortaleza de Vox se extiende igualmente a otros municipios del sur como Valdemoro, donde también fue primera fuerza en las generales de 2019 y batió al PP en las autonómicas de ese mismo año. Sin embargo, con una población más asentada que los municipios del cinturón verde y un voto tradicional más apegado al PP, la recuperación de Díaz Ayuso sí castiga a los de Abascal.
En las zonas de nueva construcción próximas al Hospital Infanta Elena, la candidatura de Rocío Monasterio se mantiene bien por encima del 12% y del 13%, en función de las secciones, aunque pierde entre 4 y 5 puntos respecto a las elecciones de hace dos años. La derecha supera el 60% en estas áreas, con el PP por encima del 45%.
La peculiaridad de municipios como Valdemoro es que estas zonas no son islas políticas, sino que reproducen exactamente los mismos patrones que se dan en el casco viejo y en el resto del pueblo. Porque el 4-M Ayuso fue la reina de las piscinas y de las urbanizaciones, engulló a Ciudadanos y destrozó al PSOE. Pero también lo hizo fuera de los muros invisibles de los PAUs.
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