Las primarias andaluzas, que arrancaron el pasado domingo para culminar el día 13, siguen llenando de incertidumbre a Ferraz, que ahora no las tiene todas consigo respecto al triunfo de su candidato, Juan Espadas, frente a Susana Díaz para la candidatura a la Junta de Andalucía. Y es que a nadie se le escapan las consecuencias políticas que para Pedro Sánchez tendría un victoria de la ex presidenta autonómica, a la que ha querido apartar de esta carrera, sin conseguirlo.
Lo más inmediato es la celebración del 40 congreso federal de los socialistas, a mediados de octubre. Había un cierto consenso, tanto entre el sanchismo como entre los menos entusiastas, en que se trataría de "un paseo triunfal" para el secretario general socialista, reforzado y sin oposición interna.
Sin embargo, además de otras dificultades sobrevenidas y algunas buscadas -la debacle electoral madrileña del 4-m, los sondeos que vaticinan un posible cambio de ciclo y la polémica en torno a los indultos- un hipotético éxito de la andaluza preludia "el control de la delegación territorial más numerosa del partido" que acude a la cita congresual, destacan fuentes socialistas, lo que "ha generado nerviosismo en Ferraz", admiten.
Los andaluces representan casi el 25 por ciento de los compromisarios, esto es, la cuarta parte de los que se darán cita en Valencia los días 15, 16 y 17 de octubre, porque si los datos pandémicos lo permiten, pretenden que sea presencial. Si Díaz gana las primarias, lo previsible es que también se gane el favor de las bases andaluzas a la hora de votar a los compromisarios que sean más afines a ella.
Legitimidad directa de las bases
Y es que el modelo de democracia directa que Sánchez ha impuesto para encontrar su legitimidad en las bases y no en los órganos del partido, tanto federales como territoriales, se va a ensayar en este congreso con un nuevo sistema de elección de los delegados, conforme se aprobó en el cónclave federal de 2017.
Así, el artículo 5.2 de los Estatutos socialistas establece que los delegados "serán elegidos mediante el voto individual, directo y secreto de los y las militantes del PSOE del correspondiente ámbito territorial y que tengan plenos derechos políticos, conforme al reglamento a tal efecto aprobado por el Comité Federal". Además, a los congresos no pueden asistir como delegados los miembros de las respectivas comisiones ejecutivas regionales.
Se da de esta forma mucho más peso a la militancia frente a la estructura del partido, una militancia que también elegirá en voto directo a un tercio del Comité Federal, máximo órgano del partido entre congresos. Se acaba pues, con los congresos provinciales e insulares que elegían a sus representantes. Curiosamente, el único barón territorial que participó en la votación de los nuevos estatutos fue el extremeño Guillermo Fernández Vara. Los demás se ausentaron por distintos motivos, aunque muy probablemente no quisieron participar en su propio "hara-kiri".
El nuevo sistema de elección de compromisarios beneficia a Díaz si gana las primarias
Pero lo más llamativo es que establecido este sistema para tener el control absoluto del proceso, las primarias andaluzas dan la posibilidad a Díaz de intervenir en un proceso de selección del que los nuevos estatutos la expulsaban. Y es que las bases a las que se está apelando en primarias, serán las mismas que elegirán a sus delegados, y no cabe duda de que en Andalucía llegarán a ese punto muy motivados.
Ya en 2017 Díaz y su delegación abandonaron el congreso antes de la presentación del informe de Sánchez. Previamente, su jefe de filas la había castigado infrarrepresentando a los andaluces en el Comité Federal a favor de otras federaciones más pequeñas, pero afines al sanchismo. Entonces acababa de perder sus primarias contra el hoy presidente del Gobierno y estaba "tocada". Ahora tiene la posibilidad de desquitarse si esta vez triunfa frente al candidato de Ferraz.
Otra novedad llamativa de los estatutos de la "era Sánchez" son las primarias a doble vuelta. En Ferraz se hacen cruces con la idea de ir a una nueva votación, el 20 de junio, en caso de que ninguno de los tres contendientes, -puesto que también se presenta Luis Ángel Hierro, sin ninguna posibilidad- saque más del 50 por ciento del voto de los 46.000 militantes convocados.
Y, mientras tanto, Díaz seguirá siendo además líder de los socialistas andaluces, puesto que no habrá congreso regional hasta finales de año, y el rostro de la oposición a Juan Manuel Moreno, pues Espadas no tiene escaño en el parlamento del Hospital de las Cinco Llagas.
El candidato de Ferraz pide que se acepten los resultados
Moncloa y Ferraz confiaban en que Díaz diera un paso atrás y no concurriera a estas primarias. Visto los escasos resultados de su labor disuasoria, -en la que "se le ofreció de todo", aseguran fuentes de la dirección federal-, ya tampoco esperan que, en caso de que las pierda, dimita de inmediato como secretaria general. Es más, temen que incluso acabe organizando un sector crítico "fuerte".
De hecho, el pasado domingo, Espadas abogó porque los tres contendientes acepten los resultados "con generosidad", aunque él por su parte dijo que el 13-J "se reparten las cartas de nuevo en función del talento y de la capacidad política".
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