Sostiene Jesús Cuadrado que sigue siendo “el mismo socialdemócrata que comenzó a militar en el PSOE en los años 80” del siglo pasado. Son otros ex camaradas, puntualiza, los que han cambiado de coordenadas. Los que han mutado de piel o callan ahora por “criterios de estatus económico y social”. A sus 68 años, Cuadrado defiende un ADN socialista -fue diputado en el Congreso, secretario general del partido en Zamora y miembro del Comité Federal del PSOE- compatible con la manifestación del próximo 13 de junio en la Plaza de Colón de la que es uno de sus principales convocantes.
“Soy el mismo socialdemócrata, con las mismas aspiraciones de cambio social e igual de admirador de los sistemas nórdicos”, reivindica Cuadrado (Castroverde de Campos, 1952) en conversación con El Independiente. Hace un año que se dio de baja del PSOE tras haber transitado casi todos sus pasillos: procurador de las Cortes de Castilla y León; diputado en el Congreso de los Diputados durante tres legislaturas; secretario general de la formación en Zamora y miembro del Comité Federal. Desde entonces, ha colaborado con Ciudadanos pero, matiza, “no como militante”.
“Me fui del partido para no ser Don Quijote. No diré que soy un Sancho Panza pero me siento muy pragmático”, arguye para tratar de explicar el desapego que practica desde entonces con la formación que dirige hoy, sin medias tintas, Pedro Sánchez. Profesor de instituto jubilado, sus inquietudes por la “deriva” del que fue su partido han encontrado acomodo en Unión 78, la plataforma cívica convocante de la manifestación contra la concesión de indultos a los líderes del “procés” que barrunta el Gobierno.
Cuadrado es una de las almas de la organización, junto al filósofo Fernando Savater, la ex líder del PP vasco María San Gil, la fundadora de UpyD y también ex socialista Rosa Díez, el académico David Mejía y el ingeniero Iñigo Fernández de Araoz. “La foto de Colón que se va a producir es la de muchísimos españoles de trayectorias ideológicas y políticas muy diferentes e incluso contradictorias que van a estar allí, no por su condición política, sino en calidad de españoles preocupados que respetan la Constitución”, comenta a propósito del temor de algunos a reeditar la instantánea de 2019 cuando Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal se dieron cita en la plaza.
Dirán que es la 'España facha' pero si tuviéramos complejos con respecto a eso no habríamos convocado esta manifestación y no lo habríamos hecho en Colón
- ¿Le inquieta compartir espacio con Vox?
- Cada uno verá la foto de Colón como crea conveniente. Ya sé que la metáfora de la foto va a jugar muy fuerte pero yo en esa plaza no voy a ver a Vox, al PP, a Ciudadanos o al PSOE, que también estará presente allí porque habrá gente del PSOE. No sé si, por ejemplo, estará presente Alfonso Guerra pero si lo hace será en condición de español, igual que José María Aznar o Santiago Abascal. Es una práctica muy habitual del 'sanchismo' mediático. Buscarán una bandera con el aguilucho y a lo mejor la encuentran. Dirán que es la España facha y franquista pero si tuviéramos complejos con respecto a eso no habríamos convocado esta manifestación y no lo habríamos hecho en Colón. Que lo sepan: quienes vayamos manifestarnos el 13-J no tenemos ningún complejo y no van a conseguir incorporarnos ninguno.
Dardos contra la "cúspide del PSOE"
Cuadrado suena directo. No escatima adjetivos para describir a quienes hasta hace unos meses eran colegas de partido. “La inmensa mayoría de la militancia del PSOE está preocupada por las alianzas del PSOE con el mundo soberanista, independentista y plurinacional. Pero existe una cosa que les coarta y fue lo que a mí me hizo irme del PSOE. A pesar de tener una opinión contraria a esas alianzas fatídicas, lo que les hace inhibirse es que su oposición pueda favorecer a la derecha. Ése es el gran fantasma que está usando el 'sanchismo' para mantener al PSOE en la UCI. Se trata de una gran trampa que les está funcionando y que ha evitado una reacción contraria de la militancia porque estas posiciones no están en la naturaleza del PSOE ni en sus objetivos políticos”.
Su renuncia al carné no le ha privado de mantener lazos y cauces abiertos con cuadros socialistas. “La parte sana de la dirigencia del PSOE, que cada vez es más reducida, participa de esa inhibición por razones, digamos, de patriotismo de partido. Cada vez más la dirigencia del PSOE se mueve por criterios de estatus económico y social y menos por criterios de principios ideológicos o de una visión del mundo propia de la socialdemocracia”, analiza quien desconfía de los líderes. “En la cúspide no veo parte sana alguna. Algunas personas, a las que se les llama los barones, están preocupados por la deriva del PSOE pero creo que deberían hacer algo más”.
- Usted se muestra escéptico incluso acerca de la supervivencia del propio partido a raíz de su actuación en Cataluña…
- El PSOE tiene un problema muy serio. Podría haber líderes para el post 'sanchismo' pero la cuestión es el equipaje que ha incorporado el 'sanchismo' al partido. Pedro Sánchez ha convertido al PSOE en un PSC a nivel de toda España y dejará un partido aliado con independentistas en el País Vasco, Navarra, Baleares, Comunidad Valenciana, instituciones básicas de Cataluña como la Diputación Provincial de Barcelona y algunos ayuntamientos. Es una carga tan enorme que veo difícil mantener el PSOE al menos como lo conocemos. El PSOE seguirá teniendo su importancia en Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía, aunque creo que cada vez con menos fuerza, porque el daño que el 'sanchismo' le hace al PSOE no sólo es un daño de cambio de su naturaleza histórica y su razón de ser en el País Vasco, Navarra, Cataluña, Baleares o la Comunidad Valenciana sino también a su electorado histórico en Extremadura, Galicia o Castilla y León. Va ser una herencia muy dura para el PSOE haber antepuesto el poder y haber dejado de ser un partido nacional.
Contra la "utilidad pública" de los indultos
El horizonte de los indultos a los líderes independentistas ha resucitado una contestación callejera que Cuadrado considera una respuesta a “un proceso de degradación de la Constitución de 1978 y de la Transición”. “Algunos representantes del PSOE dicen que los indultos cumplirán una función de utilidad pública. Son gente con preparación jurídica y son conscientes de que, cuando dicen eso, realmente hablan de una amnistía y los indultos son individuales. Nuestra constitución prohíbe las amnistías. Es muy grave hablar de utilidad pública para conceder un indulto colectivo”, reflexiona.
Zapatero es hoy una parte esencial del 'sanchismo', es decir, de lo peor que le está ocurriendo al PSOE
Frente a la ruta de La Moncloa, Cuadrado reclama “hacer política”. “Lo que exigen los independentistas no es hacer política sino saltarse la ley y salvo que seamos sordos o ciegos, evidentemente no hay posible arreglo de las cosas al margen de la Constitución, al margen de las leyes o contra ellas”, defiende el socialista que se mueve en la “España vaciada”, a caballo de Zamora y León, la patria de José Luis Rodríguez Zapatero.
- No sé si mantiene el contacto con Zapatero, muy cercano geográficamente a usted…
- Hace tiempo que no hablo con él, desde la época en la que Felipe González conversaba con Zapatero por teléfono y le llamaba Zapata. Zapatero es una parte esencial del 'sanchismo', es decir, de lo peor que le está ocurriendo al PSOE. Lo lamento muchísimo porque yo no hubiera dicho que esa hubiera sido la deriva de Zapatero. [¿Sólo recela entonces de su última etapa?] Creo que de 2008 a 2011 el presidente Zapatero no fue lo mejor que le pasó a España. Fue, más bien, bastante negativo para las dificultades que vivía el país y de eso he sido testigo directo y lo lamento.
Cuadrado, licenciado en Historia y Geografía, rechaza que el inmovilismo sea su bandera. “La política es lo contrario al inmovilismo. ¿Cuál es el verdadero problema que tenemos en España? Que hay fuerzas políticas que han llegado a la conclusión de que es posible modificar el perímetro constitucional, algunos por una vía más a lo bestia y otros de manera más sutil. Y cuando nos queramos dar cuenta, España ya no es España sino una cosa plurinacional, un Estado compuesto o como quiera llamarlo”. Al relato trazado por Ferraz, Cuadrado contrapone el de los históricos. “Habrá gente del PSOE en Colón. No sé si será Guerra, Leguina, Corcuera o Vázquez”, aventura quien descarta la posibilidad de una rebelión interna y considera "muy difícil" una regeneración.
Indalecio Prieto habría preferido perder la guerra si, para ganarla, hubiera tenido que romper la patria
“En el PSOE se está imponiendo un patriotismo de partido frente al patriotismo constitucional y por desgracia se les está dando las espaldas a los grandes líderes históricos del PSOE y no hablo de González o Guerra sino de Indalecio Prieto. Prieto habría preferido perder la guerra si, para ganarla, hubiera tenido que romper la patria. Lo que hace Sánchez hoy es un acto contrario a los intereses del PSOE de raíz”, dispara convencido de que el 13 de junio no será un socialista errante en el corazón castizo de Madrid. Y pronostica con dolor: “La desbandada del PSOE puede acabar con el partido y los indultos son un estallido más en esa trayectoria desgraciada”.
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