El Rey Felipe VI regresa este miércoles a Barcelona en un contexto completamente distinto al de su anterior visita, en pleno deshielo entre el Gobierno y la Generalitat, y aunque el Govern ha optado por acabar con el boicot al monarca no será Pere Aragonès sino su 'número dos', Jordi Puigneró, quien acuda al acto al que asiste el monarca.
Don Felipe viajará acompañado en esta ocasión por el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, quien se encuentra de visita de Estado en España, y ambos participarán en la cena inaugural de la XXXVI Reunión Anual del Círculo de Economía, en la que en los días sucesivos también participarán el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès.
El Rey ya estuvo junto a Sánchez en Barcelona en marzo para visitar la planta de Seat en Martorell (Barcelona), pero el clima político ha cambiado en estos tres meses, con Aragonès al frente de la Generalitat y en vísperas de que se reanude el diálogo con el Gobierno central, en una fecha aún por determinar.
Aragonès, entonces presidente en funciones de la Generalitat, no acudió a la visita del Rey y Sánchez, continuando así con el boicot iniciado con Quim Torra en junio de 2018. Entonces, el 'president' se comprometió a que ningún miembro del Govern iría a actos convocados por la Casa Real ni la Generalitat invitaría al monarca a ningún acto en Cataluña.
En esta ocasión, según ha anunciado este martes la portavoz del Govern, Patricia Plaja, acudirá Puigneró a la cena en la que estará presente el Rey.
Durante la reunión semanal del gabinete, se ha acordado que los miembros del Govern podrán acudir a actos en los que esté el Rey si consideran que son relevantes para Cataluña, ha explicado. "Lo que haga el Rey del reino de España no condicionará en ningún caso la agenda del Govern de la Generalitat ni tampoco la agenda del presidente", ha recalcado la portavoz.
Polémica con los indultos
El viaje del Rey a Barcelona también viene precedido de la polémica en torno a los posibles indultos de los presos del procés, que la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha indicado este martes que podrían llegar a la mesa del Consejo de Ministros "la semana que viene o la siguiente".
Don Felipe se ha visto atrapado en los últimos días en el debate político en torno a los indultos que enfrenta a Gobierno y oposición y que tuvo su máxima expresión en la concentración del domingo en la plaza de Colón en Madrid, a la que asistieron los principales líderes de la oposición.
Precisamente fue aquí donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, suscitó la polémica al plantear: "¿Qué va a hacer el Rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar esos indultos? ¿Le van a hacer cómplice de eso?"
Las palabras de Ayuso generaron una avalancha de reacciones entre la clase política, incluso en las filas del PP, donde su presidente, Pablo Casado, salió en defensa de Don Felipe y su papel constitucional y dejó claro que la responsabilidad de los indultos "corresponde en exclusiva a Pedro Sánchez y a su Gobierno".
En la misma línea se pronunció la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, subrayando que el "culpable" es Sánchez y lamentando que la presidenta madrileña llevara a pensar con sus declaraciones que "el Rey puede negarse a esto y que si lo hace es porque quiere, porque está a favor de los indultos o porque es cómplice".
También Vox salió en defensa del Rey, responsabilizando de los indultos al Gobierno. "Cualquier declaración que lleve a hablar de otras cosas es una inconveniencia y un error que nadie comprende", sostuvo su portavoz, Jorge Buxadé.
Desde el Gobierno, Sánchez se limitó este lunes a expresar su extrañeza por las palabras de Ayuso "tanto en la forma como el fondo", mientras que su portavoz, María Jesús Montero, ha defendido este martes que Ayuso debería reconocer que "se equivocó" porque se está creando "una bola" innecesaria.
Asimismo, tanto si lo hizo por "desconocimiento" o por "instrumentalizar a la Corona para intereses electorales", Montero ha apostado por dejar al jefe de Estado "al margen de asuntos políticos" y que tienen que ver con el debate entre partidos.
Tres visitas en dos semanas
La de este miércoles será, a priori, la primera de un total de tres visitas del Rey a Cataluña en un lapso de tan solo dos semanas. Está previsto que Don Felipe participe en la inauguración del Mobile World Congress (MWC), que acogerá Barcelona el 27 y 28 de junio, después de que la edición de 2020 se suspendiera por la pandemia.
Además, junto a la Reina y las infantas acudirá a la entrega de los premios Princesa de Girona, prevista en principio para el 1 de julio sin que por ahora esté claro si será en la localidad que les da nombre o en la Ciudad Condal.
El nuevo viaje a Barcelona de Don Felipe se producirá también tres días antes del séptimo aniversario de su llegada al trono tras la abdicación del Rey Juan Carlos I en junio de 2014. Desde el principio de su reinado, la situación en Cataluña se convirtió en un asunto recurrente.
Su discurso del 3 de octubre de 2017, tan solo dos días después del referéndum independentista del 1-O, ha sido uno de los momentos más delicados, junto con la retirada de la asignación al Rey emérito y la marcha al exilio de este el verano pasado, y ha marcado su relación con la clase política catalana desde entonces.
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