Pablo Casado decidió el pasado lunes que no dedicaría un sólo minuto a alimentar la polémica que desató Isabel Díaz Ayuso antes de la concentración de Colón en sus declaraciones sobre los indultos y el Rey. "¿Va a firmar esos indultos? ¿Lo van a hacer cómplice de esto?" cuestionaba. Por eso, el líder del PP se plantó ante la cúpula del partido y ante los medios de comunicación en el acto de presentación de su Convención Nacional para zanjar el asunto, corregir a la presidenta madrileña y evitar que la cuestión siguiese marcando agenda. Y respondió de forma clara y tajante a las dos preguntas de Ayuso, aclarando la postura del PP. "Nada permite conectar esos indultos con el menor rastro de servicio al interés general, y su responsabilidad corresponde en exclusiva a Pedro Sánchez (...). La sociedad española sabe que no hay más cómplices de esto que aquellos que lo promueven". El problema es que lo que Casado planteó como un punto y final se ha convertido en un punto y seguido.

La propia Isabel Díaz Ayuso matizó sus palabras el lunes por la tarde, aclarando que Felipe VI no es "cómplice de nada" y suscribiendo el discurso del líder de los populares. "Toda la culpa recae en el presidente del Gobierno", incidió. Pero tan sólo unas horas después, y en el marco de un desayuno informativo que tenía como protagonista al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, la baronesa por excelencia del PP volvió a colocar al Rey en el centro del debate político. Ayuso dejó claro que ella no había hecho "ninguna rectificación" y que seguía pensando "exactamente" lo mismo que lo que dijo el domingo a las puertas de Génova: que el Gobierno había tendido una "trampa" a Felipe VI y que "haga lo que haga", si "firma o no firma", el papel del monarca "está en tela de juicio" por culpa, eso sí, de Sánchez. "Me sigue produciendo sonrojo, bochorno y humillación que el Rey tenga que firmarlo". Y añadió: "Pablo Casado piensa lo mismo que yo".

Las palabras de la líder madrileña levantaron este martes una nueva polvareda política. Y tampoco han caído en saco roto dentro de las filas del PP, donde sectores del partido, incluidos miembros de la cúpula popular, entienden las últimas declaraciones de Ayuso como un obstáculo a la estrategia de Casado en la cuestión de los indultos, que había evitado en todo momento salpicar al Rey con la "traición" contra el "Estado de Derecho" que pretende perpetrar Sánchez. Opinan, además, que las "salidas de tono" de la presidenta madrileña en esta materia desdibuja la ofensiva del principal partido de la oposición frente a una medida de gracia que parece inminente y "desvía el foco de lo importante". "Ahora deberíamos estar hablando de la Convención o de los 30 segundos de reunión de Sánchez y Biden, pero no, estamos hablando de Ayuso y del Rey", censuran.

Las fuentes consultadas coinciden en que en la dirección se entendieron las declaraciones del domingo de Ayuso como unas palabras "desafortunadas" fruto de una "equivocación" que pronto saldrían a aclarar otros portavoces del partido, como Martínez-Almeida o el propio Casado. "Ella quiso expresar una cosa, y simplemente lo hizo mal. Se ponga como se ponga, y aunque no rectifique, sabe que no expresó bien su idea", alegan en el PP. Pero las declaraciones de ayer en el desayuno informativo han prendido la mecha interna, porque no sólo no se ha "enmendado a sí misma" como "debería", sino que volvió a transmitir la sensación de que el monarca tiene margen para negarse a firmar los indultos, cuando la Constitución establece que no es así.

"Desde el 4-M Ayuso está crecida, pero no puede andar como un verso suelto", advierte un dirigente con despacho en Génova, que coincide en que el hecho de que la presidenta no se haya quedado a gusto con la rectificación del lunes "complica la vida" a Casado en la medida en que las pugnas internas, incluso cuando se está de acuerdo en el fondo, son "el gran pegamento" de un PSOE aparentemente quebrado a causa de los indultos.

"Si ponemos al Rey en apuros, la izquierda se frota las manos", añaden los detractores de la última línea discursiva de la presidenta madrileña, que insisten en que Ayuso simplemente podría haber repetido lo que dijo Casado durante la presentación de la Convención Nacional y haber cerrado definitivamente la polémica. Eso mismo hizo la portavoz parlamentaria del PP este martes en el Congreso, cuando respondió hasta cinco preguntas sobre la polémica del Rey, de los indultos y de Ayuso con la misma respuesta: "Hay un único responsable, y es Pedro Sánchez. El papel de Felipe VI es el que marca la Constitución".

Fuentes oficiales del PP tratan en todo caso de zanjar la polémica y aseguran que Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso están alineados en una férrea defensa de la monarquía parlamentaria de Felipe VI. Reconocen que, como a la presidenta madrileña, al líder del PP también le parece una "vergüenza" que Sánchez haga firmar los indultos a los presos "golpistas" del 1-O, pero subrayan que no hay duda alguna en dos aspectos: que "el único culpable es Sánchez" y que el deber del Rey es firmar los indultos que se aprueben en el Consejo de Ministros.

"Ayuso trabajando fuerte por la República"

Como advertían en las filas populares, las palabras de Ayuso han dado munición a la izquierda, que este martes se despachaba a gusto contra la dirigente madrileña en particular y contra el PP de Pablo Casado en general. Sin ir más lejos, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, aseguraba en redes sociales que Ayuso, con sus declaraciones, está "trabajando fuerte por la República", mientras que su homóloga del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, acusaba directamente al principal partido de la oposición de "poner en cuestión las instituciones". Desde el pasado domingo, los socialistas han exigido a Casado que "desautorice" a la presidenta madrileña.

"Ayuso con su intervención ha contribuido a la causa republicana", sostenía en este caso el portavoz de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, que ha acusado a PP y Vox de "no creer en la monarquía parlamentaria". "Ha colocado al Rey en una posición muy difícil y muy incómoda", arengaba también el portavoz de Más País, Íñigo Errejón. La polémica llegó este martes hasta el Consejo de Ministros, en cuya rueda de prensa quedó diluido el controvertido 'encuentro' entre Pedro Sánchez y Joe Biden y la inminencia de los indultos -el Gobierno plantea aprobarlos, como máximo, el 6 de julio- por las palabras de Ayuso sobre el Rey. "Es un auténtico despropósito", disparaba la ministra portavoz, María Jesús Montero. "No sé si es por desconocimiento o es que intenta involucrar a la Corona, una cosa absolutamente descartable, por el papel que juega el jefe del Estado", denunciaba.