Con dos derrotas internas a sus espaldas, el futuro de Susana Díaz despunta lejos de San Telmo y San Vicente, las sedes de la Junta y el PSOE andaluz que una vez gobernó sin contemplaciones. La ex presidenta iniciará una nueva vida más cerca de lo imaginado de su rival, Pedro Sánchez, y volverá a frecuentar los vagones del AVE, como cuando ambicionó reinar más allá de Despeñaperros y fracasó estrepitosamente.
Fuentes de su entorno y del PSOE-A reconocen a El Independiente que la propuesta de Juan Espadas, vencedor en las primarias de mediados del pasado junio, es enviar a Díaz al Senado. Y su otrora adversaria, que se jactó en el pasado de haber rechazado “los carguitos” que le ofrecía Ferraz para convencerla de retirarse de la escena andaluza, está receptiva. Por primera vez, sin más opciones, parece decidida a aceptar.
Susana va a coger lo que le diga Juan Espadas para favorecer el tránsito hacia la nueva etapa
“Me consta que le han ofrecido el Senado y que ella va a coger lo que le diga Juan para favorecer el tránsito hacia la nueva etapa”, admiten fuentes del partido en conversación con este diario. “Ella no quería. Prefería quedarse en Andalucía pero es lo que le dan y ella no tiene ya inconveniente”, replican con cierto retintín. Díaz enmudeció la noche del 13 de junio, cuando la militancia aupó como candidato a la Junta a Juan Espadas, alcalde de Sevilla, en un proceso de primarias forzado desde Ferraz.
“Se está produciendo una transición muy tranquila, fruto de una negociación discreta y efectiva”, recalca un dirigente socialista andaluz. Susana está en son de paz desde la noche de las primarias. Ha protagonizado una retirada a sus cuarteles de invierno en silencio, tras una campaña en la que denunció los “empujones” de su partido; se jactó de un equipo “que no tiene grandes apellidos, ni cargos, ni son ministros o ministras” y acusó a otros compañeros de ser “pelotas, palmeros, oportunistas en busca de carguitos o faltos de talento”.
Fuentes de su círculo más cercano aseguran que Susana transmite un mensaje escueto pero directo. “Dice que está fuerte, tranquila y bien”, esbozan. Conforme a lo pactado con Espadas, Díaz dejará la secretaría general del PSOE-A el próximo lunes. Un comité director, máximo órgano entre congresos, se celebrará ese mismo día y organizará su sucesión. Si no se presentan más candidatos, Espadas será proclamado secretario general el 23 de julio. En las últimas semanas, sin embargo, todo se ha hilado con detalle para diluir el poder orgánico de Díaz.
Ejecutiva paralela para desactivar a Díaz
Ha sido un desmantelamiento implacable. Desde que decidió jugar al “todo o nada” desafiando a Ferraz, para echar un pulso al alcalde de Sevilla y competir para la candidatura a la Junta de Andalucía, la dirección federal ha acometido un plan para desactivar a Susana Díaz por tierra, mar y aire. Poco o nada deben fiarse de la ex presidenta a pesar de sus palabras de hacerse a un lado y no constituir un problema de aquí a la celebración del congreso regional, a finales de año.
Lo último, con ser llamativo, no ha sido acelerar las primarias para el liderazgo del partido, sino una reforma reglamentaria que permitirá a Espadas a partir de ese momento nombrar una especie de ejecutiva paralela transitoria con la que poder dirigir la organización hasta ese cónclave, sin depender de la dirección que Díaz hizo a su imagen y semejanza.
La decisión se tomó en el último comité federal socialista por unanimidad tras la evidente frialdad demostrada con Díaz, ausente de la cita, pero a la que Pedro Sánchez, muy lacónicamente, agradeció su trabajo, lo que fue respondido con el silencio de los miembros del máximo órgano entre partidos que, en cambio, sí aplaudieron a Espadas.
“Personas de confianza” de Espadas organizarán el congreso regional de finales de año
La modificación del reglamento, hecha ad hoc para Espadas, pero a la que podrían acogerse todos aquellos que estén en la misma situación, lo que no parece previsible, le permite “organizar un grupo de apoyo para el congreso”, sobre todo en aquellos casos en que dista mucho tiempo desde las primarias al cónclave congresual. Fuentes próximas a Espadas explican que a partir del día 24 de julio, “todas las decisiones se tomarán en ese comité de apoyo, lo que dejaría a la ejecutiva saliente sin funciones”. Aducen la lógica de que “sean personas de confianza de quien va a ser el secretario general” las que preparen el congreso regional soslayando al equipo que deja la otrora todopoderosa presidenta de la Junta de Andalucía.
Ferraz quería que Díaz dimitiera de todos sus cargos tras el batacazo de las primarias andaluzas el pasado 13 de junio. Pero ella se empeñó en seguir de secretaria general y en su escaño con la intención de esperar acontecimientos, entre ellos, la posibilidad de un adelanto electoral andaluz y un hipotético batacazo de Espadas, que podría haber repartido cartas de nuevo. Por eso la dirección Federal ha forzado los plazos para celebrar unas nuevas primarias, éstas para la secretaría general del partido, aunque aún no contentos con ello le arrebatan además su poder orgánico para que sea Espadas el que organice el congreso que debe auparle al liderazgo del partido.
En concreto, se reforma el artículo 213 del Reglamento Federal que establece que el secretario general elegido tras el procedimiento de elecciones primarias “una vez proclamado, en caso de que se haya producido una modificación respecto a la anterior persona titular de la secretaría general, podrá proponer la creación de una Comisión Organizadora, cuya composición y competencias deberá remitirse a la Comisión Ejecutiva de ámbito superior para su aprobación”.
La composición definitiva de la comisión organizadora y las competencias de la comisión ejecutiva en funciones que son asumidas por esta “serán aprobadas por la Comisión Ejecutiva de ámbito superior. Cuando esta situación afecte al ámbito federal, el órgano encargado de su aprobación será la Comisión Federal de Ética y Garantías», agrega el artículo añadido.
El Senado, a la vuelta de las vacaciones
Los destinos de los rivales de las primarias se cruzarán temporalmente en dos semanas. La propuesta de San Vicente es que Díaz sea elegida senadora por designación autonómica en el último pleno del Parlamento andaluz de este periodo de sesiones, fijado para los días 21 y 22 de julio. Una vez superado este trámite, servirá un acta notarial en la Cámara Alta para formalizar su nueva condición, que tendrá que prometer una vez se vuelva a reunir el pleno del Senado tras las vacaciones de verano.
El sueldo medio de un senador se sitúa en los 90.000 euros brutos al año
“Ella es siempre muy franca y, si no contemplase esa posibilidad, hubiera cerrado la puerta”, responde su entorno cercano cuando se les interroga por esa irrupción en el Senado. En el Palacio de la Marina Española, Díaz será “una más de entre 115 senadores” aunque dicen esperar que aporte su experiencia de ex presidenta autonómica como muchos otros, de PSOE y PP, que han recalado allí tras dejar sus gobiernos regionales, indican fuentes socialistas.
El Senado, a un tiro de piedra de la sede nacional del PSOE que una vez aspiró a controlar, ofrece a Díaz un refugio económicamente muy rentable. El sueldo medio de un senador se sitúa en los 90.000 euros brutos al año, con dietas e indemnizaciones por gastos necesarios para el desempeño de su función. El salario, en cualquier caso, varía según los cargos que se asuman en las comisiones. Díaz se sumará a los 57 de los 265 que son designados por los parlamentos autonómicos.
Tendrá que dejar el Parlamento andaluz. No es incompatible en términos jurídicos pero a nivel interno una persona no puede tener dos cargos
Su llegada empujará fuera del “paraíso” o del "cementerio" a uno de los tres senadores por designación autonómica del PSOE-A. Una contingencia que ya está prevista en la formación, muestra de lo avanzado que se halla el cambio. “La persona indicada es Fernando López Gil, que además es un estrecho colaborador de Susana”, explican fuentes socialistas a este diario. Los dos senadores son Miguel Ángel Vázquez, ex portavoz de la Junta que hizo campaña por Espadas, y Marisa Bustinduy, ex candidata socialista a la alcaldía malagueña. Ambos podrían tener también los días contados. “Habrá más cambios para adaptar el partido a ese nuevo escenario. Veremos cómo queda el cuadro final”, pronostican.
A cambio, Díaz abandonará el Hospital de las Cinco Llagas, la sede del Parlamento andaluz. “Tendrá que dejarlo. No es incompatible en términos jurídicos pero a nivel interno una persona no puede tener dos cargos”, arguyen en el partido. La intención que ha trasladado a los suyos es que quiere agotar este periodo de sesiones, que culmina a mediados de julio, y empezar septiembre con un forzado cambio de aires. “No hay nada que me guste más que currar. Seguiremos en el tajo. Haré lo que mi partido me demande”, manifestó Díaz el 28 de junio cuando compareció en público con Espadas y escenificó su pacto de lealtad.
El miércoles el Parlamento andaluz vivió precisamente una escena que sonó a despedida. Díaz conversó durante unos minutos con el presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno Bonilla. Exhibieron complicidad y llegaron a abrazarse a mitad de cambio de las bancadas que ocupan el PP y el PSOE. Después, Díaz ocupó el primer escaño del grupo socialista en virtud del cargo de presidente que mantiene por poco tiempo.
Una espera en estricto silencio
Díaz ha evitado el ruido. “Ha hablado por teléfono con muy poca gente. Las redes las ha tenido paralizadas y de lo poco que ha publicado es una foto en la playa con sus dos hijos”, explican desde su círculo. Su última publicación en Instagram, fechada ayer jueves, es un "selfie" tras completar la vacunación contra el Covid. "Segunda dosis, en el Estadio de La Cartuja. ¡Vacuna de vida!", escribió.
Existe unanimidad en su entorno y en el partido que el abandono de la política activa y el paso a la empresa privada no entra en los planes de Díaz, que estudió Derecho pero nunca ha ejercido como abogada. Su vida laboral está unida al partido, desde sus inicios en las Juventudes Socialistas y como concejal del ayuntamiento de Sevilla.
“Esa idea está descartada pero contactos tendría para moverse hacia la empresa privada”, deslizan desde el PSOE. Díaz volverá a una Cámara Alta por la transitó fugazmente entre diciembre de 2011 y mayo de 2012, antes de convertirse en consejera de la Presidencia de la mano de José Antonio Griñán e iniciar su meteórico ascenso hacia la presidencia de la Junta. Durante sus seis meses en el Senado, su actividad se limitó a formular seis preguntas, razón de una consulta por mes.
Díaz volverá a una Cámara Alta en la que estuvo entre 2011 y 2012. En aquellos seis meses, su actividad se redujo a seis preguntas
Con las heridas aún sin restañar de las contiendas perdidas, Díaz acepta ahora lo que antes rechazó, “el oro y el moro” que le pusieron en bandeja para que desistiera en su resistencia numantina en Andalucía. Lejos parecen quedar ya las declaraciones que la ex presidenta vertió en el fragor de la campaña de las primarias, hace tan solo mes y medio. “Los que se han cambiado de bando en las primarias es porque buscan un carguito. No admito el apoyo de nadie a cambio de dar cargos”, clamó.
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