La Generalitat estudia la vía valenciana para decretar el toque de queda nocturno en las ciudades con más incidencia de contagios del Covid-19. Así lo ha reconocido este martes el presidente Pere Aragonès, después de que Cataluña registrara 8.500 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Los ingresados por Covid ya superan el millar en los hospitales catalanes, de los que más de 200 se encuentran en cuidados intensivos, unas cifras que suben de forma constante en los últimos días.

Cuando todavía no han entrado en vigor las nuevas restricciones anunciadas este lunes, pendientes de su aprobación por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el Govern estudia ya la aplicación del confinamiento nocturno para frenar la expansión del virus en Cataluña. "Si se acaba haciendo, no será una medida de carácter general sino que afectará a los territorios con más incidencia" ha explicado el presidente catalán.

Aragonès ha asegurado, además, que se trata de una medida que está sobre la mesa pero quieren "trabajarla primero" con las entidades locales. Esto es, con los ayuntamientos que en las últimas horas han expresado su enfado con la Generalitat por acordar unas "recomendaciones" de cierre de plazas y playas sin respaldo legal que consideran de imposible cumplimiento.

El Procicat acordó el martes decretar el cierre de toda la actividad a partir de las 00.30 horas, la limitación de reuniones a 10 personas y la "recomendación" a los ayuntamientos de que cierren los espacios en los que se producen botellones. Una recomendación que ha encendido a los principales alcaldes del litoral catalán, con Ada Colau a la cabeza.

Quejas de los alcaldes

La alcaldesa de Barcelona ha sido la primera en abrir el fuego, desde Catalunya Ràdio. "Pedimos a la Generalitat que haya claridad. No puede ser que si la Generalitat de momento ha descartado pedir el toque de queda, de alguna forma, haga un toque de queda informal y traspase la responsabilidad a los ayuntamientos, que no tenemos medios suficientes para llevar esto a la práctica", advertía Colau horas después de anunciarse las medidas.

La alcaldesa ha pedido al Govern saber "qué se puede hacer y qué no se puede hacer". Los ayuntamientos ven imposible impedir los botellones sin un toque de queda formal que avale las actuaciones policiales. En los últimos fines de semana Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana han desplegado un dispositivo específico para impedir las aglomeraciones pero no han acabado con los botellones.

Igual de contundente se ha mostrado el alcalde de Badalona, el popular Xavier García Albiol, que exigía "valentía" a la Generalitat. En términos similares, el alcalde de Salou, el neoconvergente Pere Granados, o la alcaldesa de Sant Cugat, Mireia Ingla. La republicana asegura que "necesitamos este toque de queda, de forma limitada en el tiempo" porque "sino esto se nos descontrolará".

Aval jurídico al toque de queda

El presidente de la Generalitat ha explicado este martes que el informe del gabinete jurídico del Govern avala un toque de queda nocturno pero que esté limitado a las zonas más afectadas por la pandemia y no para aplicarlo de manera homogénea en toda Cataluña. Aragonès solicitó este informe el lunes, tras conocerse el aval del Tribunal Superior de Justicia de Valencia a esta medida en la comunidad vecina.

La portavoz del Govern, Patricia Plaja, argumentaba poco antes que no se ha pedido el aval al toque de queda por las dudas jurídicas sobre la validez de la medida sin el amparo del estado de alarma. "Se han tomado medidas que después de que decayera el estado alarma ya habían pasado por el TSJC" ha argumentado, "siempre se había dicho que no estaba en nuestras manos pedirlo sin estado de alarma".

En este contexto, Aragonès ha insistido en que una restricción como el toque de queda "implica a las administraciones locales y queremos aprobarlo con los ayuntamientos". Sobre todo, ha añadido, con los consistorios con más población y mayor incidencia, ha añadido en referencia a Barcelona o Badalona.