De un lado, la exigencia de amnistía y autodeterminación. Del otro, acercamiento al equipo económico del Gobierno central para negociar inversiones, infraestructuras, Pertes y fondos europeos. La Generalitat de Pere Aragonès ha reiniciado unos contactos "que en la época de Quim Torra eran impensables", explica un ministro satisfecho de que se hayan reconstruido los puentes en todo aquello que afecta "a la vida y al futuro de los ciudadanos".
De hecho, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ya ha celebrado una bilateral con el consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Roger Torrent, que en la legislatura pasada fue presidente del Parlament a propuesta de ERC. Maroto y Teresa Ribera, responsable de Transición Ecológica y Reto Demográfico, son las dos ministras que, por el contenido de sus competencias, centralizan los planes de los fondos Next Generation y puesta en marcha los llamados Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica, conocidos como Pertes.
Reyes Maroto ya ha mantenido una reunión bilateral con Roger Torrent
Fuentes del Ministerio de Maroto destacan que, lejos de desentenderse, la Generalitat pidió poder enviar a dos representantes al acto de presentación, el pasado lunes, del Perte de Automoción, que, según explicó Pedro Sánchez, supondrá una "gigantesca inversión de recursos públicos" por 4.250 millones de euros. Finalmente sólo pudo acudir el secretario de Empresa y competitividad catalán, Albert Castellanos. La potente industria del automóvil en Cataluña justificaba de sobra el interés de la Generalitat, "aunque con el antecesor de Torrent fue imposible cualquier acercamiento ni siquiera para hablar de cuestiones que interesaban a la economía catalana", lamentan fuentes del Gobierno.
Aluden al hiperventilado independentista Ramón Tremosa, uno de los vicarios de Carles Puigdemont, con quien la convivencia política resultaba poco menos que imposible con el resto de las familias de Junts, mucho menos con ERC y no digamos con el Gobierno central. Entre hiperventilados, recalcitrantes, cínicos y "puigdemontismo", como muy gráficamente define un líder del PSC a la distinta "fauna" soberanista, los signos de aproximación y de "tender puentes" de la Generalitat han sido recibidos con cierto optimismo.
La mesa estatutaria se reunirá el 2 de agosto
Esto se une al compromiso alcanzado por ambas administraciones para reunir la mesa bilateral estatutaria, que desarrollará sus trabajos de forma independiente a cómo evolucione la bilateral política a la que Aragonés quiere llevar el debate sobre la amnistía y la autodeterminación.
Fuentes del Gobierno catalán desvinculan una de otra, conscientes de que es posible ir alcanzando acuerdos en algunos de los puntos que contiene la llamada "Agenda para el reencuentro" en materia de financiación, autonomía financiera y tributaria o descentralización de ayudas y subvenciones, no así en lo que afecta a las cuestiones identitarias.
La consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, reveló que este viernes había acordado con la nueva ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, reunir a dicha comisión a principios del mes de agosto, muy probablemente el 2, justo un día antes de la última reunión del Consejo de Ministros antes de las vacaciones del verano. Lo previsible es que tras el Consejo comparezca Pedro Sánchez, esta vez con preguntas de los periodistas, para hacer un balance del curso político.
El foro bilateral no se reúne desde 2018, año de la moción de censura que descabalgó a Mariano Rajoy del poder e hizo presidente a Sánchez.
Doble lenguaje
Fuentes socialistas arguyen que esta va a ser una de las estrategias de la Generalitat, esto es, mantener un discurso público encasquillado en la exigencia de amnistía y autodeterminación y, "por otro lado, hacer gestión. No le queda otra porque ya saben que no vamos a ceder" en sus pretensiones de independencia. Aragonès, dicen en Moncloa, "espera crecer como presidente y también necesita tiempo", que el Gobierno quiere aprovechar, por su parte, para debilitarles electoralmente.
"Ahora ya no hay presos. Se han quedado sin discurso", subrayan las mismas fuentes respecto a una medida de gracia de la que se ha beneficiado, entre otros, el ex vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras, y también el secretario general de este mismo partido, Jordi Sánchez. Cabe recordar que los socialistas necesitan de los 13 votos de ERC para poder legislar y desde la dirección de este partido afirman que toda medida "que sirva para mejorar la vida de los trabajadores recibirá nuestro respaldo", lo que es una buena noticia para Moncloa.
En todo caso, los nuevos signos de acercamiento no evitan gestos como el del próximo día 30, cuando se reúne en Salamanca la Conferencia de Presidentes, precisamente para hablar del Plan de Recuperación. "No vamos a ir a una reunión para hacernos una foto", dicen fuentes del entorno de Aragonès, que tampoco acudió a la anterior.
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