Están en el foco desde hace semanas. Los jóvenes de todo el país sienten sobre ellos una lupa de control y un dedo acusador sobre la causa del repunte de casos en esta quinta ola. En realidad el impacto habría que asignarlo sólo a un pequeño porcentaje de jóvenes que opta por no cumplir las medidas de prudencia que se ha demostrado eficaces contra el coronavirus. Los botellones y fiestas que incumplen las medidas de control están detrás de una de las causas de los repunte. La imagen de la juventud en su conjunto se ha visto afectada, cuando en realidad los comportamientos contrarios a la prevención del Covid hay que asignarla a un porcentaje minoritario de ellos. Los datos de distintos estudios conocidos en los últoimos días muestran que en realidad, los jóvenes vascos actuales beben menos, fuman menos y gozan de una salud mucho mejor de la que tenían los jóvenes de hace una década.
En el País Vasco el último decreto del Gobierno vasco reiteró la prohibición de celebrar botellones pero también de organizar concentraciones de personas no convivientes superiores a diez personas. Como en otras comunidades, también en Euskadi los incumplimientos han tenido más eco que los comportamientos responsables.
Hoy los jóvenes no son los mismos que hace una década y mucho menos que los que eran a comienzos de los años 2000. Si la pandemia hubiera irrumpido hace años el impacto en este tipo de comportamientos que favorecen la propagación de la pandemia hubiera sido muy superior. Hoy en el País Vasco la población comprendida entre los 15 y 24 años bebe menos alcohol, consume menos cannabis y padece en menor medida episodios de depresión y ansiedad.
Así, respecto a hace dos décadas el consumo de alcohol “de alto riesgo” ha caído de modo muy significativo. Según el anuario estadístico vasco de 2021 en los varones de entre 15 a 24 años el consumo de alcohol es hoy un tercio inferior a lo que era en 2002. En aquel año el 36% de los chicos bebía alcohol con una frecuencia considerada “de alto riesgo”, por un 24% de las mujeres. El último dato aportado por el anuario corresponde al año 2018 y muestra que el porcentaje de jóvenes con un consumo de riesgo de alcohol ha descendido ya al 12%, tanto entre hombres como mujeres.
Alcohol y cannabis
La última encuesta de adicciones del Ejecutivo vasco también aborda esta cuestión. Muestra que entre los jóvenes de entre 15 a 24 años el consumo de alcohol registra niveles elevados sólo uno de cada cinco jóvenes. Entre ellos, quienes beben a diario representan apenas un 0,7% de los jóvenes. El porcentaje crece a medida que aumenta la edad, ya que entre los 25 y 34 años el consumo diario de alcohol alcanza al 3% de los jóvenes. A ellos se suma otro porcentaje de jóvenes considerados “bebedores de riesgo” y los que registran un consumo “excesivo”. En el prime nivel se sitúa al 6% de la población y al 13% en el resto.
Además del alcohol otra de las drogas que históricamente tiene niveles de consumo más altos en el País Vasco es el cannabis. La edad de inicio en su consumo permanece estable en algo más de los 18 años. En 2006 cerca del28% de la población aseguraba que consumía cannabis, hoy ese porcentaje ha caído al 17%, repartido entre un 11,7% de los hombres y otro 5,4% de las mujeres. Por cada varón que fuma cannabis lo hace sólo una mujer.
La encuesta sobre adicciones muestra que el cannabis es la sustancia ilegal mas consumida en Euskadi. Cuatro de cada diez ciudadanos mayores de 15 años ha consumido en alguna ocasión hierba. Entre la población en su conjunto, el 2% afirma que lo fuma a diario, casi el 5% al menos una vez por mes y un 8,6%, como mínimo, una vez al año. Entre los jóvenes el consumo de cannabis es algo mayor. El 3,6% de los jóvenes comprendidos entre los 15 y 19 años lo consume a diario y casi un 10% una vez al mes. Entre los comprendidos entre los 20 y 24 años, lo fuma diariamente un 4% y al menos una vez al mes un 16%.
El caso del tabaco también se constata una reducción importante en los últimos años. En 2002 casi uno de cada tres mujeres y hombres menores de 24 años fuma tabaco, hoy ha descendido a un 15% entre los varones y a un 9,5% entre las mujeres.
Mejor salud
Un descenso de consumo de sustancias ilegales o perjudiciales para la salud ha repercutido en una mejora global de la salud de la juventud en los últimos años. Uno de los indicadores que refleja esta evolución favorable figura en el anuario y es el relativo a episodios de ansiedad y depresión entre la población. En el caso de los jóvenes -de entre 15 a 24 años- la situación ha mejorado de modo muy notable.
En 2007 el 7,5% de ellos había sufrido este tipo de episodios. Sólo cinco años más tarde ascendió al 10%. En cambio, en el registro relativo a 2018 ese porcentaje se reduce a sólo un 4,7% de los hombres. En el caso de las mujeres son mucho más frecuentes este tipo de patologías pero también han registrado una reducción significativa. En 2013 la ansiedad y la depresión estaba presente en algo más del 18% de las chichas de entre 15 a 24 años, cinco años más tarde ese porcentaje cayó al 11%.
Una disminución de consumos que se ha traducido en una mejora de la salud de la población y que reconoce la juventud vasca. Hace casi dos décadas sólo el 82% de los chicos menos de 24 años y el 72% de las chicas afirmaba tener buena salud. Esos porcentajes han ido en aumento de año en año hasta alcanzar en 2018 los mejores índices, con prácticamente toda la juventud asegurando que tenía buena salud: el 98% de ellos y el 97% de ellas.
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