Unas 108.000 personas han salido a la calle este sábado para reclamar la autodeterminación y la independencia durante la Diada de Cataluña según la Guardia Urbana de Barcelona. Se trata de la marcha menos concurrida en una década. Una quinta parte de los asistentes a la manifestación de 2019, la última pre Covid, que ya registró una severa caída de participantes pese a que juntó a 600.000 participantes.
Aún así, la manifestación convocada por la Asamblea Nacional (ANC), Òmnium y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) ha llenado arterias centrales de Barcelona como la Via Layetana. Las entidades independentistas se daban por satisfechas con una cifra que les ha permitido presentar la de hoy como la "mayor manifestación de la era Covid en Europa".
"Lo hemos vuelto a hacer cuando nadie creía en nosotros, hemos vuelto a desbordar las calles de Barcelona" ha afirmado la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, asegurando que han sido 400.000 los asistentes a la marcha independentista. Una asistencia que le ha animado a reclamar al presidente catalán, Pere Aragonés, que "haga la independencia".
Hacer la independencia
Paluzie ha asegurado que "ganaremos la independencia" con la lucha "constante y persistente" pero ha avisado que "con la gente no hay suficiente, necesitamos liderazgo político". Al Govern "también le exigimos hechos" ha añadido. "El primero, que deje de mirar al Estado esperando concesiones que no vendrán nunca".
La líder de la ANC ha recordado a Aragonés la mayoría del 52% independentista "para hacer aquello para lo que os votamos: la independencia. President, haga la independencia" ha añadido emulando el "president ponga las urnas" de Carme Forcadell a Artur Mas en 2014. "Haga la independencia y nos tendréis a vuestro lado".
Pese a la proclama de Paluzie, el más aclamado ha sido el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, recibido al grito de "president, president". Cuixart ha reclamado también "presionar a los políticos" para que "estén a la altura". El único de los indultados que ha tomado la palabra en su calidad de líder de Òmnium ha reclamado a los partidos "que se pongan de acuerdo de una vez. No permitiremos q malgasten nuestro deseo de libertad" ha advertido
Tensiones internas
La Diada de 2021 se produce en un clima de importante división dentro del independentismo. Unas grietas que se han reflejado en la propia manifestación, con varias cabeceras paralelas, una de ellas con el lema "basta de traidores". O gritos, durante los parlamentos finales, de "fuera la mesa de diálogo".
Se trataba de la cabecera de Donec Perficiam, la escisión crítica de la ANC, que ha intentado detener la marcha de la cabecera oficial integrada por los líderes de la ANC, Omnium y la AMI. Un intento de bloqueo que ha provocado momentos de cierta tensión.
También en los abucheos recibidos por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, cuando ha llegado al inicio de la marcha. Abucheos silenciados por militantes de ERC al grito de "president, president". Esquerra ha insistido en las últimas semanas en reclamar una exhibición de unidad en la Diada para reforzar la posición del Govern ante la mesa de diálogo.
ERC y JxCat exhiben sus diferencias
Pese a ello, ERC y JxCat han vuelto a exhibir sus diferencias sobre ese diálogo minutos antes de arrancar la manifestación de la Diada, en sendas intervenciones en la plaza Cataluña de Barcelona, donde ERC ha llamado a aprovechar la "oportunidad" de la mesa de negociación mientras que JxCat se ha mostrado escéptica.
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha emplazado al conjunto del independentismo a "sumar, ir todos a una" y aprovechar "todas las oportunidades", incluida la mes de diálogo Estado-Generalitat.
En esta línea, la dirigente republicana ha urgido a "aprovechar y canalizar la fortaleza ciudadana hacia la mesa de negociación" entre la Generalitat y el Gobierno, que previsiblemente se reunirá la próxima semana, "para que se acabe de una vez por todas la represión".
Y ha agregado: "Las críticas siempre son bienvenidas, pero o nos unimos y vamos todos a una o no lo lograremos".
Por su parte, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha afirmado este sábado que JxCat encara la mesa de diálogo "con el escepticismo de siempre, quizás un poco más" tras el episodio de "unilateralidad" del Gobierno con la no inversión en el aeropuerto de El Prat-Barcelona, aunque ha señalado que a Junts "no le temblarán las piernas" para ir a la mesa.
Borràs ha recordado que el acuerdo de legislatura entre ERC y la CUP recoge "específicamente" el escepticismo de Junts" y ha acusado al PSOE de "boicotear" el diálogo".
Diada alternativa de la oposición
Horas antes, tanto Cs como Vox y el PP han realizado actos propios para escenificar su rechazo a la Diada institucional diseñada por el indepedentismo, puesta al servicio de la causa secesionistas. El líder de Cs, Carlos Carrizosa, ha vaticinado que el Govern independentista "la liará otra vez" dentro de dos años, cuando se haya acabado la mesa de diálogo, que ha definido como "mesa de chantaje".
Y el popular Alejandro Fernández ha llamado a recuperar la "convivencia" y a superar la "decadencia" provocada por un independentismo que "solo aspira a molestar".
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