La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, ha pedido este lunes perdón al colectivo LGTBI por los insultos y amenazas que le profirieron algunos de los asistentes de la manifestación nazi del sábado por las calles de Chueca, contra los que actuará la Delegación una vez reciba los informes policiales sobre la misma.
Tras asistir a un desayuno informativo, González calificó la marcha por las calles de Chueca de "lamentable". "Como la mayor parte de los madrileños, mi profundo rechazo y repulsa por las imágenes producidas en un barrio tan emblemático. Mi absoluta solidaridad y cariño a un colectivo últimamente muy vilipendiado. Siento en el alma que tengan que vivir en sus calles imágenes absolutamente lamentables", ha subrayado.
La representante del Gobierno de España en Madrid ha recordado que la Delegación no autoriza manifestaciones, solo toma conocimiento de una comunicación, aunque sí tiene la potestad para prohibirla de forma motivada. Solo este fin de semana se han celebrado en la región una treintena de concentraciones y manifestaciones.
"Hay un derecho constitucional, que es derecho de manifestación. La asociación de vecinos de Canillejas presentó esa solicitud de manifestación contra la Agenda 2030 del Gobierno. También habían convocado otras manifestaciones anteriores en su distrito, con apenas 50 personas, poca convocatoria, sin ningún tipo de altercados. El sábado tampoco hubo ningún tipo de altercado. Por tanto, la Delegación no autoriza, solo puede prohibir y no tenía en su mano ninguna posibilidad de prohibir esta", ha esgrimido.
Tras la marcha, González está a la espera del informe policial, recabando toda la información, con la que acudirán a la Fiscalía para ver si aprecia delito de odio. Además, la Delegación iniciará las sanciones administrativas que correspondan ante "el engaño" de esa asociación. "Tenemos todas las armas jurídicas en nuestras manos para que cualquier que quiera engañar a la Delegación sepa que la va a tener en frente", ha avisado.
La delegada ha pedido de nuevo disculpas y se ha solidarizado con los colectivos LGTBI de Madrid "por haber vivido en sus calles lo que han tenido que vivir". Sin embargo, ha insistido en que el derecho de manifestación "prima". "Otra cosa es que nosotros reprobemos estas manifestaciones, pero desgraciadamente la delegada del Gobierno no puede prohibir manifestaciones porque no comparta el objeto", ha apostillado.
Respecto a la petición de IU y otras personas de que dimita por lo ocurrido, Mercedes González entiende que la gente haga política con un hecho como este pero ha apuntado que ellos saben que la Delegación "no puede prohibir manifestaciones por el simple hecho de que no les guste la convocatoria". "Pero esta manifestación no era nada relativa al colectivo LGTBI ni nada por el estilo, sino contra la Agenda 2030. Por ello vamos a llevar a Fiscalía cuando tengamos todos los informes policiales para ver si hay algún tipo de delito", ha reiterado.
La delegada del Gobierno cree que la situación de Madrid "está tan polarizada y confrontada que todos los responsables políticos en Madrid y a nivel nacional tenemos que ayudar a calmar esto porque esto cada vez está más peligroso".
"Pido a todos, los que ponen tuits o no, que intentemos tener responsabilidad porque esto es una pira que echamos cada vez más leña al fuego y esto es socialmente peligroso. Madrid es una ciudad abierta, acogedora y tenemos que volver a traer la senda de la convivencia en la ciudad y Comunidad de Madrid", ha concluido.
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