Podemos asegura no tener prisa para que Yolanda Díaz proclame su candidatura a la presidencia para las próximas elecciones generales, en muy buena medida porque temen que, de seguido, se desaten hostilidades con su socio de Gobierno. Creen que puede haber "fuego amigo" desde el momento en que PSOE y Unidas Podemos compiten por un segmento del electorado limítrofe entre ambas formaciones.
Díaz es "la mejor de las candidatas posibles de Unidas Podemos", aseveran en la formación morada, donde no ocultan que, a diferencia de Pablo Iglesias, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo "no polariza ni crea rechazo, aunque luego en sus posiciones sea tan dura o más que Iglesias". Los morados valoran que Díaz aprovechara una universidad de verano de Podemos Asturias, a principios de mes, para avanzar su futura disponibilidad a ponerse al frente de un proyecto de país para los próximos diez años y en el entorno de la ministra afirman que, efectivamente, "no fue una improvisación anunciarlo ahí".
"Ella es la que tiene que marcar sus tiempos", dicen en la formación morada
Otra cosa es cuándo lo materializará. En Podemos y en Izquierda Unida aseguran no tener prisa ni querer meterle presión. "Ella es la que tiene que marcar sus tiempos", asumen en la formación de Ione Belarra donde dicen no dudar de que será su futura cabeza de lista al tiempo que prefieren que "no se ponga ya en el disparadero" de los socios de coalición "ni de sus terminales mediáticas", agregan.
Bien es cierto que para que Díaz sea candidata habrá que convocar primarias, aunque falta por determinar quién debe organizarlas. La vicepresidenta no es militante de Podemos ni de Izquierda Unida, sólo del PCE, y no parece que ese encargo vaya a caer en manos del partido de la hoz y el martillo. Lo que es seguro, dicen fuentes de la dirección de Podemos, es que en esa liza "no estarán ni Ione Belarra ni Irene Montero. Ellas quieren a Yolanda de candidata". Otra cosa es que aparezca algún espontáneo.
Sin un horizonte de legislativas a la vista y con la voluntad declarada de Pedro Sánchez de agotar la legislatura, no hay excesivas urgencias en Unidas Podemos y ella ha trazado un plan "que puede llevar meses" dicen en su entorno. De momento se ha embarcado en un proyecto de recorrer el país y hablar con todos los sectores económicos, sociales y culturales que le hagan aportaciones. Puede ser un proceso de cuatro u ocho meses, acaso más, pero lo primero es que "está a la escucha".
Luego ya vendrá el proceso de elaboración de un ambicioso programa electoral, y será ahí cuando comience a hablar oficialmente de ampliar bases con otros actores políticos, tal y como ella desea, en un intento por aglutinar todo el voto a la izquierda del PSOE. Sólo así será posible evitar la actual fragmentación, pero las reiteradas rupturas en ese sector de la izquierda lo ponen difícil. Cabe recordar en este sentido que Mónica García, candidata de Más Madrid en las elecciones autonómicas del 4 de mayo, se negó a ir de la mano de Iglesias. Todo un acierto, porque consiguió convertirse en líder de la oposición en la siempre crispada Cámara regional madrileña.
Buena sintonía con Oltra, de Compromís
Yolanda Díaz se dejó ver recientemente en muy buena sintonía con la vicepresidenta del gobierno valenciano y dirigente de Compromís, Mónica Oltra. Y aunque esta formación nacionalista acudió a las últimas elecciones generales con Más País de Íñigo Errejón, Oltra no dejó de mostrar sus simpatías por la gallega. Comparecieron juntas y hablaron de construcción de un proyecto plural y diverso.
A Errejón y al portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, les faltó tiempo para convocar rueda de prensa conjunta en un intento de desactivar lo que se está convirtiendo un un mar de fondo de la izquierda a la hora de buscar un frente amplio liderado por Díaz, en el que también participa Ada Colau, para el que muchos "damnificados" desearían que se minorara el peso de Podemos una vez que Iglesias está fuera de la política.
Que Díaz es, al tiempo, una gran valor para el Gobierno de Pedro Sánchez pero también un problema electoral de futuro, es una evidencia. De hecho, Moncloa, tal y como desveló El Independiente, ha estudiado "el fenómeno" político que supone la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. La mejor valorada como líder político y eso que todavía no se ha echado al ruedo electoral.
"Desactivar" a Díaz
No faltan en Podemos los que creen que la remodelación del gabinete ministerial que acometió el inquilino de la Moncloa a principios de julio debe verse también en esa clave. Sánchez sustituyó perfiles de dirigentes de edad por mujeres jóvenes y dio protagonismo a nuevas caras. La titular de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; la ministra de Educación, Pilar Alegría, o la de Ciencia, Diana Morant, serían un ejemplo de ese intento de "desactivar" la imagen de Díaz o, al menos, impedir que su sombra se siga alargando.
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