"Hemos gobernado dos períodos de tiempo en democracia (...) y me temo que no hay dos sin tres". Mariano Rajoy ha reaparecido este lunes para arropar a Pablo Casado en la inauguración de la convención nacional del Partido Popular en la ciudad de Santiago de Compostela. Allí, el ex presidente del Gobierno ha pronosticado que el PP, de la mano del actual presidente de los populares, volverá a gobernar España para "volver a arreglar lo que otros destrozaron" como, ha deslizado, hizo él mismo en 2011. "Es nuestro sino y estamos contentos con él, yo por lo menos", ha manifestado.
Tras una breve introducción por parte de Pablo Casado, en la que ha reivindicado el legado "reformista" de Mariano Rajoy al frente del Gobierno de España para salir de la crisis -poniendo el acento en la reforma fiscal; la laboral y la energética-, el ex jefe del Ejecutivo ha hecho una alocución de unos 30 minutos de duración "porque me he comprometido con el presidente a no excederme", ironizaba, tirando una vez más del singular estilo discursivo del ex presidente del PP que ha provocado más de una carcajada entre los asistentes al evento.
Rajoy ha comenzado su intervención augurando que la convención que ha organizado la actual dirección del PP "será un éxito" y que supone "un paso más" para ese objetivo que se ha marcado Génova tras el cónclave popular: consolidar el liderazgo de Pablo Casado como candidato a La Moncloa y sentar las bases de un futuro programa de Gobierno. Para este último punto, Rajoy ha enmendado las políticas económicas de Sánchez y ha augurado que, como sucedió con su mandato y el de Aznar antes que él, le tocará a Pablo Casado "cambiarlas". Para este propósito, el ex presidente del Gobierno ha sido el encargado de enumerar las recetas económicas en las que, a su juicio, debería incidir el actual mando popular para allanar su camino a Moncloa.
En el marco de una mesa de debate bajo el nombre de Progreso y empleo, Rajoy ha encumbrado la gestión económica del PP como una carta de presentación necesaria de Pablo Casado, tanto para llegar otra vez al Gobierno como para alejarse de los "populismos" imperantes en la coyuntura política actual, en alusión velada a Vox.
No obstante, ha matizado que, bajo su punto de vista, "hoy es más fácil salir de la crisis" ocasionada por el coronavirus que en 2011, porque entonces "se tomaron decisiones demenciales" por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. "La consecuencia de ignorar la realidad es que la realidad se tomó su venganza", afeaba. Con todo, ha hecho un llamamiento tanto al jefe de la oposición como al actual mando gubernamental a "no minusvalorar la actual crisis económica" y a aplicar soluciones alejadas de la "demagogia" y, si es necesario, de la "ideología". "No se trata de ser más o menos optimista, o ser un cenizo, sino de hacer un buen diagnóstico y asumir cuál es la realidad", apuntaba.
"Nosotros subimos impuestos a los pocos días de llegar al Gobierno aunque después los bajáramos", ejemplificaba el ex presidente popular, a pesar de que una medida de esas características no formaba parte de un programa gubernamental con la bajada fiscal como bandera, pero "no había otra". "No estábamos allí por ideología, sino para resolver una crisis económica", ha apuntado. Además, ha deslizado que las "medidas acertadas" que ha llevado a cabo el Gobierno de Sánchez ya las puso en marcha el PP, adjudicándose en este punto la autoría de los ERTEs.
En su discurso, Mariano Rajoy ha hecho especial hincapié en la necesidad de reducir el déficit público, criticando duramente medidas tomadas por el Gobierno de Sánchez en esta coyuntura, como la reforma de las pensiones o la intención de derogar la reforma laboral que él mismo puso en marcha. "Es un error", ha sostenido el ex líder popular, bajo la atenta mirada de Pablo Casado. "Supongo que lo tendrás que cambiar tú, aunque te hagan una huelga", manifestaba, volviendo a poner el foco en la necesidad de sobreponer gestión económica a "eslóganes, dogmatismo, demagogia y sectarismo".
La de este lunes ha sido la primera jornada de una convención nacional que se alargará siete días y que tendrá Valencia como escenario de su plato fuerte: allí se celebrarán sendas mesas de presidentes autonómicos, provinciales y locales y allí cerrará también Pablo Casado un cónclave entendido como "punto de partida" de su camino a Moncloa. La primera jornada, celebrada en Santiago, se ha centrado en el libre mercado y en la propiedad privada y, al margen de Mariano Rajoy, durante la jornada se celebrarán diferentes coloquios que contarán con la presencia del ex ministro de Economía, Román Escolano; del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinás; y del presidente de Galicia y anfitrión del evento, Alberto Núñez Feijóo.
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