Madrid ha servido de punto de inflexión al PP en su convención itinerante. Pablo Casado no sólo consiguió suplir la ausencia de Isabel Díaz Ayuso sin mayor esfuerzo, sino que unió fuerzas con el sector crítico que hace unos días lideraba Esperanza Aguirre y cosió las costuras que había roto la propia ex presidenta de la Comunidad de Madrid. "Estoy aquí para apoyar a Pablo". Fue una de las pocas frases que pronunció antes de mantener una breve conversación primero con Casado, y después con Almeida. Los tres siguieron el resto de mesas temáticas de la convención del PP sentados juntos en primera fila. Y Pablo Casado elogió su mandato -también el de Almeida y Ayuso- al frente de la Comunidad de Madrid delante de Nicolas Sarkozy, uno de los invitados 'estrella' de la semana.

Esperanza Aguirre, mentora de Ayuso, cerró filas con el presidente del PP. Lo hizo a pesar de que hace tan sólo unas semanas tildó de "chiquilicuatres" y "niñatos" a parte de su equipo. En una entrevista para El Mundo, Aguirre también afeó a Pablo Casado que intentara poner la zancadilla a Ayuso en su aspiración a presidir el PP de Madrid. Pero ayer, las broncas internas quedaron en papel mojado. Al evento también asistieron los máximos representantes de la Puerta del Sol por debajo de la presidenta madrileña -de gira por Estados Unidos- desde Enrique Ruiz Escudero hasta Javier Fernández-Lasquetty, pasando por la ex dirigente de Ciudadanos y actual consejera de Cultura, Marta Rivera. Los consejeros, en público y en privado, coincidían en el mensaje: "No hay división. Todos apoyamos a Pablo Casado, será el próximo presidente de España".

(I-D) La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, el presidente del PP, Pablo Casado, y el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida. | EUROPA PRESS

¿También Isabel Díaz Ayuso? "También Isabel", responde un alto cargo de la confianza de la presidenta regional que tacha de que el "ruido" de las últimas semanas por la disputa interna en torno a quién debe controlar el PP de Madrid no ha desviado al partido de su objetivo de llevar a Casado a Moncloa. "Todos estamos con él. La dirección de Génova, diputados, consejeros, presidentes regionales... no hay división", insiste un consejero autonómico. En el puzzle del PP sólo queda la pieza de Ayuso. En su entorno no hay dudas: el sábado cerrará filas con Casado, no se saldrá del guion y mostrará al presidente su "respaldo total" para llegar a Moncloa.

La presidenta madrileña aterrizará en Valencia casi sin haber pisado Madrid. Allí acudirá tras un viaje institucional de siete días a Estados Unidos -motivo por el que se ha ausentado este miércoles del evento en Madrid- e intervendrá en la mesa de presidentes autonómicos junto a Moreno, Feijóo, Mañueco y López Miras. En la dirección de Génova había ciertos recelos porque la presidenta de la Comunidad de Madrid no sólo pudiese acaparar todos los focos, sino porque cualquier referencia, velada o no, al liderazgo de Casado o a la pugna que mantiene con su equipo por el control del PP de Madrid podría empañar una convención en la que la unidad interna se ha convertido en el bien más preciado para el PP. Según fuentes de la confianza de Ayuso eso no sucederá, y añaden: "No podemos confundirnos de enemigo. El objetivo es Sánchez".

Ayuso, sin foco en Madrid

Con todo, las fuentes consultadas sí lanzan una crítica velada a Génova por no autorizar la participación de Ayuso en las mesas que se celebraron este miércoles en el Auditorio Reina Sofía de Madrid. Según su versión, la dirección nacional alegó razones logísticas para descartar la opción de que la presidenta de la Comunidad de Madrid pudiese entrar en directo en alguno de los debates iniciales de la jornada. Desde Sol se propuso también enviar un vídeo de Ayuso para su proyección en diferido. Pero todas las opciones fueron descartadas por la dirección nacional, al interferir en el formato de una convención 100% presencial. "Estará el sábado, nada más", confirmaron desde Génova.

"La presidenta no ha podido venir porque tenía un viaje a Estados Unidos agendado desde hace meses, pero te manda un saludo muy fuerte". Así justificaba Pablo Casado ante Nicolas Sarkozy la ausencia de Isabel Díaz Ayuso de este miércoles, que ha contrastado con la imagen de un auditorio lleno hasta la bandera. Aunque esta circunstancia se conocía desde hace semanas, Ayuso ha sido la única presidenta autonómica que no ha recibido a la comitiva popular en su comunidad. El papel de anfitrión recayó, por tanto, en José Luis Martínez-Almeida, que hizo las veces de barón autonómico ensalzando las bondades de la gestión del PP no sólo en la capital, sino también en toda la comunidad.

Una convención "de primer nivel"

En las filas populares, las sensaciones que por el momento está dejando la convención nacional del partido son "buenas". Algunos respiran aliviados. La tensión supuraba los días anteriores al arranque del congreso y la hipotética batalla Ayuso-Almeida -y por ende Casado- amenazaba con desviar el foco de una convención en la que la dirección nacional llevaba trabajando desde el mes de febrero, y en la que Pablo Casado se juega nada menos que el relanzamiento de su proyecto político, la definición de su estrategia y las bases de su programa electoral. "Es una convención de primer nivel", insisten fuentes del partido.

Dirigentes del PP de total confianza del presidente celebran incluso que Esperanza Aguirre decidiese hacer su aparición estelar este miércoles, porque eso no hace sino blindar el proyecto de Pablo Casado incluso ante los más críticos. Indirectamente, hay quien lo interpreta incluso como una rectificación por parte de la ex presidenta madrileña, a la que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, llegó a abroncar y achacarle la "corrupción" del PP de Madrid. "Su presencia es muy importante para nosotros", reiteran.