El jefe de la oposición recela del giro a la moderación que ha abanderado Sánchez durante el congreso federal del PSOE que este fin de semana ha acogido la ciudad de Valencia. "Ahora se cree socialdemócrata, pero gobierna con Podemos", censuraba, añadiendo a la ecuación los pactos que mantiene el jefe del Ejecutivo con las fuerzas independentistas y con Bildu, de cuya formación ha criticado que aún "no hayan pedido perdón porque ETA haya asesinado a 14 concejales socialistas". Y añadía: "Si quiere girar a la moderación", continuaba, que "diga mañana mismo" que "rompe" con Bildu y Podemos.

Pablo Casado ha puesto el foco en las "mentiras" pronunciadas por el presidente del Gobierno en Valencia, y ha criticado enérgicamente el "homenaje a Rubalcaba" que ha calificado como "el colmo de la hipocresía", precisamente porque fue éste quien acuñó el término 'Frankestein' para referirse a las alianzas que sustentan el actual Gobierno de Sánchez. "Este fin de semana hemos tenido dos premios de narrativa: el premio Planeta y las declaraciones de Sánchez en su congreso federal", incidía el presidente del PP ante las preguntas de Carlos Alsina.

También ha dirigido sus críticas a la "agenda" política que Sánchez ha desplegado este fin de semana, mencionando algunas de las medidas estrella de los socialistas en Moncloa como la abolición de la prostitución o la derogación de la 'ley mordaza' y de la reforma laboral aprobada por el anterior Gobierno del PP. "Ni es más moderado ni más socialdemócrata, sino más radical", añadía.

Respecto a la renovación de órganos constitucionales, el jefe de la oposición ha señalado que esta semana irán conociéndose los nombres pactados entre PSOE y PP para el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo. No hay condiciones previas por parte de los populares, aunque Casado sí ha hecho énfasis en la necesidad de que estén "alejados de la política".

Pablo Casado se ha posicionado categóricamente en contra de la reforma constitucional que ha abanderado Pedro Sánchez en el congreso de Valencia para retirar la inviolabilidad del Rey, un movimiento que, en principio, nacería muerto para el necesario apoyo del primer partido de la oposición a una reforma de la Carta Magna. "Estaríamos cayendo en un error", ha subrayado el líder del PP.