La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha comunicado al parlamentario canario Alberto Rodríguez, condenado por el Tribunal Supremo a un mes y 15 días de prisión sustituida por multa económica y el mismo tiempo de inhabilitación por un delito de atentado contra agente de la autoridad por pegar una patada a un policía, que debe dejar su escaño como consecuencia de la pena impuesta en dicha sentencia.

Con esta decisión, la dirigente socialista abandona una pugna abierta con el Tribunal Supremo que amenazaba incluso con provocar un enfrentamiento entre el poder legislativo y el judicial por la reinterpretación que hizo la Cámara Baja de una sentencia firme por parte del alto tribunal.

El conflicto entre ambas instituciones comenzó el pasado martes, cuando la Mesa del Congreso decidió por una mayoría de seis (PSOE y Podemos) a tres votos (PP y Vox) mantener en su escaño a Alberto Rodríguez pese a ser condenado por el Tribunal Supremo a un mes y 15 días de prisión por dar una patada a un policía en una manifestación en 2014. El tribunal sustituyó la pena de cárcel por una indemnización económica de 540 euros, motivo al que se aferraron socialistas y morados para plantear que la sentencia de la Sala Segunda del Supremo no debía tener más consecuencias parra las funciones públicas del dirigente.

La decisión de la Mesa se produjo en contra del criterio de la oposición y del presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena, quien envió horas después un escrito ante la presidenta de la Cámara en la que apelaba a Batet que comunicase el "inicio del cumplimiento de la pena de inhabilitación", dando por sentado que la pérdida del escaño de Rodríguez por el tiempo de la condena era consustancial, y que no cabía reinterpretación por parte del Congreso de una sentencia firme dictada por el Tribunal Supremo.

Ante la misiva de Marchena, Batet convocó este jueves una reunión urgente de la Mesa para sopesar la situación del dirigente morado y estudiar la posible suspensión de su acta. Tras dos horas y media de tensa reunión, la Mesa acordó por mayoría de cinco votos sobre tres solicitar una aclaración al Tribunal Supremo respecto al alcance de la inhabilitación del diputado de Podemos, si bien la decisión última correspondía a Meritxell Batet al margen del criterio del resto de partidos. Ésta se tomó un receso para reflexionar para emitir posteriormente un nuevo comunicado en el que no aclaraba su postura, limitándose a demandar nuevas aclaraciones al Supremo.

Este viernes, el presidente de la Sala Segunda del Supremo aclaró en un oficio que la inhabilitación del diputado canario es "obligada". En el escrito, Marchena recuerda a la presidenta del Congreso que entre las funciones del Tribunal Supremo no está la de "asesorar a otros órganos constitucionales acerca de los términos de ejecución de una sentencia ya firme". Ante la presión, Meritxell Batet ha decidido comunicar finalmente a Alberto Rodríguez que perderá su escaño en cumplimiento con la sentencia del Tribunal Supremo.

Como era de esperar, Unidas Podemos ha salido en tromba contra la decisión. La líder de la formación, Ione Belarra, ha acusado de "prevaricación" a Meritxell Batet por ceder a las exigencias del Supremo y retirar el escaño a Rodríguez cuando "no es lo que dice la sentencia". "Alberto fue condenado a pesar de las pruebas que demuestran que él no estuvo allí. El objetivo era quitarle el escaño", zanjaba.

En el mismo sentido se ha expresado el ex dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, denunciando la "impresentable" decisión de retirar el acta al diputado canario. En plena refriega política entre los socios de coalición, el asunto enquistado hasta este mismo viernes en torno a la inhabilitación de Rodríguez promete separar aún más a socialistas de morados.