El Gobierno ha accedido a a una de las peticiones que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu venía reclamándole desde hace meses en torno a la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) vasco. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha confirmado hoy que se ha acordado una encomienda de gestión por la cual la Administración vasca adelantará el coste de las obras de soterramiento de la vía a su llegada a Bilbao y Vitoria. De este modo, se confía en no demorar aún más un proyecto que acumula más de una década de retrasos y que aún hoy no cuenta con una fecha de culminación de los trabajos.

Sin embargo, la solución supone un revés para las aspiraciones del Ejecutivo vasco y del Ayuntamiento de Bilbao que ve cómo la operación urbanística que conlleva la llegada del TAV se retrasará. Precisamente hoy, mientras la ministra y el consejero vasco se reunían, el alcalde de la capital vizcaína, Juan María Aburto, viajaba hasta Madrid donde tenía concertada una reunión con la Secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera. Aburto siempre se ha mostrado inflexible y contrario a la alternativa que hoy ha anunciado la ministra en Vitoria y que pasa por la construcción de apeaderos provisionales.

La solución supone además que quienes en el futuro viajen en esta línea de alta velocidad hasta la capital vizcaína lo harán sólo hasta Basauri, a seis kilómetros de Bilbao, y desde allí sea un tren de cercanías el que les trasladará hasta la Estación de Abando, en el centro de la capital vizcaína.

La ministra, que hoy ha visitado Euskadi, se ha reunido con el consejero de Transportes vasco, Iñaki Arriola (PSE) para abordar esta cuestión. El acuerdo establece que será el Gobierno vasco quien arranque las obras que permitirán la llegada subterránea del tren. Unas obras que se completan con la ejecución de sendas estaciones soterradas tanto en Bilbao como en Vitoria. Los costes de los trabajos serán compensados con Euskadi vía Cupo. El acuerdo se ha justificado en un intento por acortar los plazos y permitir que la infraestructura pueda entrar en funcionamiento "cuanto antes".

De este modo, será el Gobierno vasco quien gestione las obras de dos de los puntos clave del tramo de llegada a las dos capitales vascas. En el caso de Bilbao, la construcción del túnel de Zaratamo-Cantalojas, y cuyo acuerdo sólo queda pendiente de algunos detalles. En el caso de Vitoria, la administración vasca asumiría la construcción del llamado 'nudo de Arkaute'. Además, se ha dado a conocer que en las próximas semanas Adif licitará ya la construcción de la estación de Vitoria.

Son precisamente las dos terminales, que irán soterradas completamente, los dos tramos del proyecto ferroviario que más retraso acumulan. Por ello, y con el fin de no retrasar más la puesta en funcionamiento del tres, se ha acordado explorar la construcción de sendas estaciones provisionales mientras se construyen las estaciones definitivas. En el caso de Bilbao se plantea que se ubique en Basauri y en Vitoria en el actual apeadero de la calle Dato.

La fórmula de la encomienda de gestión ha sido empleada en numerosas ocasiones en la construcción del TAV vasco. La mayor parte del trazado que discurre por Gipuzkoa se ha ejecutado de este modo. Los tramos guipuzcoanos están ya terminados, así como la mayor parte de los que recorren la ruta vizcaína.

La petición de que la administración vasca pudiera asumir inicialmente estos trabajos había sido reclamada tanto por las formaciones vascas, como el PNV, como por las principales instituciones. Ahora, el compromiso anunciado hoy despeja el horizonte y permitirá fijar con más precisión los plazos de inauguración de la 'Y' vasca. Por el momento, las fechas se han ido retrasando de forma reiterada. La última, 2027.