La filtración de un audio fechado en julio en el que Juan Marín calificaba de “estúpido” contar con presupuestos en un año electoral resucitó ayer las cábalas de un adelanto electoral al sur de Despeñaperros. Una decisión que, en ningún caso, se tomará antes de febrero, cuando tras la reanudación de la actividad del Parlamento andaluz se constante la debilidad del Gobierno de PP y Ciudadanos y la intensidad de los ataques de PSOE y Vox, unidos desde ayer por la ruptura de las negociaciones para la aprobación de los presupuestos.
La consigna oficial, sin embargo, sigue insistiendo en que la intención es “agotar legislatura, con o sin nuevos presupuestos”. Así lo manifiestan dos fuentes del Gobierno andaluz consultadas por El Independiente. “El plan no ha cambiado y pasa por agotar legislatura”, insisten desde el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía. "Seguimos en el plan A", recalcan. Una obstinación que aplazaría los comicios hasta finales de 2022 frente a quienes apuntan a que terminarán celebrándose la próxima primavera, en torno a marzo o abril.
La hoja de ruta del tándem que forman Juanma Moreno Bonilla y Marín resiste, al menos externamente, a la ambición indisimulada de Génova 13 de anticipar la cita con las urnas y la presión de su otrora apoyo, Vox, que le retiró el respaldo hace unas semanas y ayer por boca del presidente de su grupo parlamentario Macario Valpuesta, reclamó la dimisión de Marín por sus “gravísimas” declaraciones y pidió a Moreno Bonilla que no fuera cómplice de la situación y convocara elecciones "inmediatamente”. Hasta la fecha, Vox ha apoyado tres presupuestos y la bajada de impuestos.
Marín denuncia "fuego amigo"
El detonante que disparó el rumor que desde hace meses rodea a San Telmo fue una grabación difundida por la Ser en la que, en mitad de una reunión de trabajo con su grupo parlamentario, Marín aboga por las tesis del adelanto electoral. "¿En año electoral nos podemos permitir el lujo de presentar un presupuesto? Yo creo que no. Es estúpido. Ningún Gobierno aprueba presupuestos en el último año de legislatura, pero no porque no pueda aprobarlos sino sencillamente porque no interesa aprobarlos y por eso se prorroga, nada más”, arguyó.
El propio Marín admite que el topo responsable de la filtración se halla entre sus filas, devastadas también en el sur por los enfrentamientos internos y el surgimiento y consolidación de un sector crítico que exige primarias en el menor lapso de tiempo. En declaraciones a Canal Sur, el vicepresidente apuntó a que se trata de un diputado de su grupo parlamentario, una muestra de “fuego amigo” que trata de desacreditarle.
Las declaraciones tuvieron un efecto inmediato en las negociaciones en curso, tanto con Vox, el socio prioritario del Gobierno, como con el PSOE. Ambos confirmaron la voladura de todos los puentes, abocando al Ejecutivo andaluz a una prórroga presupuestaria y multiplicando la incertidumbre sobre un adelanto de las urnas. “No vamos a formar parte de este engaño masivo”, apuntó la portavoz del grupo parlamentario del PSOE, Ángeles Férriz. “No vamos a formar parte de una negociación que jamás ha existido. No vamos a sentarnos más a hablar de presupuestos. Presentaremos una enmienda a la totalidad y Moreno Bonilla debería salir ya a dar explicaciones. Es muy grave este engaño a la ciudadanía”, alegó.
El Gobierno andaluz, entre tanto, trata de restar importancia a la filtración de Marín, vinculándola a un escenario completamente diferente. En julio la previsión era que el presupuesto de 2022 estaría marcado por los recortes impuestos por la obligación de devolver las liquidaciones de 2020. La realidad es que el proyecto actual es el mayor de la historia de la comunidad, con un incremento del 9 por ciento del gasto, entre otros motivos, porque el pago de esa liquidación ha sido perdonado por el Gobierno central. “En julio todos entramos en crisis porque se nos comunica 2.317 millones menos”, reconoció Elías Bendodo, portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Presidencia.
Crítica a la falta de autonomía del PSOE-A
Se ha negociado por cielo, mar y tierra. Se ha respondido a la inmensa mayoría de las peticiones del PSOE
FUENTES DEL EJECUTIVO ANDALUZ
En San Telmo juegan también con el tiempo que resta hasta el 24 de noviembre y con la posibilidad, cada vez más remota, de que las enmiendas a la totalidad puedan ser retiradas antes del pleno. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha explicado que el PSOE había concretado sus propuestas en diez demandas, de las que -ha calculado- podrían aprobarse “cuatro, cinco o seis”. “Se ha negociado por cielo, mar y tierra. Se ha respondido a la inmensa mayoría de las peticiones del PSOE”, aseveran a este diario fuentes del Gobierno andaluz. Deslizan, en cambio, que pese a que el PSOE andaluz estaba por la labor de aprobar el presupuesto, “el interés en Ferraz era otro”. Bendodo acusó a los socialistas de usar las declaraciones de Marín como “excusa” para levantarse de la mesa.
En rueda de prensa, reiteró ayer que la aprobación o no de las cuentas no condicionará la duración de la legislatura. Un horizonte que ha vinculado a contar con los apoyos parlamentarios a partir de febrero, cuando regresen las sesiones tras el parón de enero, mes inhábil. “A partir de ahí vamos a ver la actitud del arco parlamentario”, señaló. El presidente andaluz es el único con potestad para disolver el Parlamento y convocar elecciones, que no podrían celebrarse antes de finales de marzo o principios de abril.
Moreno Bonilla y su círculo más próximo insisten en que quedan por delante “leyes y decretos por aprobar” así como obras icónicas de la legislatura como la ampliación de las líneas de metro de Sevilla y Málaga, la conclusión de la Autovía del Almanzora o la rehabilitación del hospital militar de Sevilla. “En este contexto, el electorado nos penalizaría por adelantar elecciones”, advierten quienes tampoco quieren perder el rédito de avanzar en la recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia. “No hay mensaje más potente que agotar legislatura en plena recuperación”.
El PSOE, "preparado" para un adelanto
En el PSOE andaluz, por su parte, comienzan a ser conscientes de la necesidad de reactivar la máquina electoral, con el objetivo de recuperar los 500.000 votos perdidos en 2018. Fuentes cercanas a Juan Espadas aseguran a este diario “estar preparados” para unas hipotéticas elecciones en primavera. “Somos un partido con historia y estamos más que entrenados. Ni preocupados ni asustados”, trasladan desde el entorno del sucesor de Susana Díaz. La semana pasada el partido celebró el congreso regional del que, en palabras del nuevo líder, salió “un equipo nuevo, una nueva forma de trabajar y un nuevo estilo de hacer política”. En la práctica, supuso la jubilación de la vieja guardia susanista.
En San Vicente, la sede regional de los socialistas, insisten en que no observan con pánico la demoscopia, que confirma un cambio de ciclo en Andalucía, con una holgada victoria de Moreno Bonilla, acariciando incluso la mayoría absoluta. La última encuesta, publicada el lunes por La Razón, sitúa a los populares como primera fuerza, con entre 44/46 escaños, a más de siete puntos del PSOE (32/34 escaños); seguidos de Vox (15/17), que se convertiría en llave del Gobierno popular. El PP ganaría 518.555 votos respecto a los comicios de 2018 en los que la debacle de Susana permitió una alternancia histórica.
Ciudadanos se mantendría en el Parlamento con dos o tres diputados gracias a que el corte en el Hemiciclo está en el 3 por ciento. El barómetro andaluz del pasado septiembre era incluso más generoso con los actuales inquilinos de San Telmo. El sondeo público pronosticaba entre 47 y 51 escaños para los populares, a cinco de la mayoría absoluta, mientras que el PSOE cosecharía entre 24 y 27 frente a sus actuales 33. Con estos números, Moreno Bonilla podría gobernar cómodamente con Vox o Ciudadanos.
Solo el 67,6 por ciento de los andaluces conoce a Juan Espadas, según el Barómetro Andaluz
“No hay que echar tanta cuenta a las encuestas”, replican los socialistas. “Lo que nos trasladan en la calle es que la gente quiere que vuelva a gobernar el PSOE, que es el partido que se preocupa de sus necesidades”, aducen. La estrategia hasta ahora había sido ayudar al Gobierno andaluz a agotar la legislatura, amenazada por la ruptura con Vox, con el interés de ganar tiempo para consolidar la figura de Espadas, muy desconocida fuera de Sevilla. De hecho, el barómetro constataba que frente al amplio conocimiento de Moreno Bonilla (95,9%), solo el 67,6 por ciento reconoce al alcalde hispalense, superado por Juan Marín (75) y Teresa Rodríguez (69,3).
Preguntados por qué político querría que fuese el actual presidente de la Junta, el 54,3 por ciento de los encuestados respondieron que el popular frente al 7,5 por ciento que prefería a Espadas. “Es cierto que Espadas es más conocido en Sevilla, pero en los últimos meses ha tenido una proyección brutal”, alegan fuentes del PSOE andaluz. Una exposición mediática que, sin embargo, se halla aún lejos de su rival, un político que ha logrado consolidar su perfil.
En las filas socialistas tampoco incomoda compartir rechazo con Vox, en la reedición de la pinza que en los noventa del siglo pasado convirtió en atípicos compañeros de viaje al PP e Izquierda Unida. En 1994 ambos partidos, dirigidos entonces por José María Aznar y Julio Anguita, ahogaron el gobierno de Manuel Chaves. La legislatura apenas duró 20 meses. “Son PP y Vox los que hacen básicamente lo mismo. Para nosotros no significa nada coincidir con Vox en el rechazo a los presupuestos”, argumentan.
Otra de las flaquezas de los socialistas es la fragmentación de su espacio a la izquierda. Las cuitas internas que hicieron saltar por los aires la confluencia de Adelante Andalucía penaliza electoralmente a sus herederos, Unidas Podemos y el renovado proyecto de Adelante Andalucía que lidera Teresa Rodríguez. Los morados mantienen entre 11 y 12 diputados y la opción andalucista de Rodríguez oscila entre quedarse sin representación y obtener dos escaños. La suma de ambos está lejos de los 17 que consiguieron juntos hace tres años.
Algunas incógnitas acerca del nuevo tiempo político en Andalucía comenzarán a vislumbrarse el próximo 24 de noviembre cuando el Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento autonómico, debata las tres enmiendas a la totalidad, una de cada grupo de la oposición, y previsiblemente el presupuesto de 2022 vuelva a manos de Moreno Bonilla y Marín. La prórroga y los cálculos electorales allanarán entonces la solución al enigma.
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