El PP atraviesa por un momento especialmente delicado y los frentes se multiplican en el 13 de Génova. Al desafío de Díaz Ayuso a la dirección y a las acusaciones de Cayetana Álvarez de Toledo -a la que no le tiembla el pulso a la hora de tildar a Pablo Casado de "bienqueda" o de denunciar el "bullying" de Teodoro García Egea- se suma ahora el "malestar" y la "indignación" en torno a un 'enemigo' inesperado: el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín (Cs). El dirigente señaló directamente a la secretaría general del partido liderada por Teodoro García Egea como responsable de la filtración de un audio a la Cadena Ser que, como él mismo deslizó en diferentes entrevistas radiofónicas, tenía como objetivo último dinamitar la coalición en Andalucía y forzar elecciones. "La figura de Juan Marín está molestando a quien busca un adelanto electoral", aseveró el miércoles.
Aunque posteriormente matizó sus palabras, Juan Marín ya había sembrado la semilla de la discordia en el Partido Popular. En verano, durante una reunión privada con su grupo parlamentario, el líder de Ciudadanos en Andalucía trazó una estrategia electoralista que ahora, en plena negociación de las cuentas regionales de 2022, ha salido a la luz, lo que ha hecho saltar por los aires los puentes que había tendido el gobierno de la Junta con PSOE y Vox. En aquella cita, el vicepresidente aseguró que "no nos interesa aprobar los presupuestos en año electoral", pero fue más allá y reveló a sus diputados que Ciudadanos debía esforzarse por aplazar el máximo tiempo posible las leyes impulsadas por el PP, con el objetivo velado de extender al máximo la legislatura por su demostrada debilidad en las encuestas. El vicepresidente andaluz no tardó en culpar de la filtración al 'señor Lobo', que no es otro que el ex secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías. El ex dirigente naranja dio el salto al PP la pasada primavera para ponerse a las órdenes de Teodoro García Egea. Ahora cuenta con despacho en Génova, y no son pocos, tanto propios como ajenos, los que le señalan como artífice del desguace de Ciudadanos por parte del PP.
Oficialmente, Génova se ha desvinculado de las acusaciones de Juan Marín y sostiene que el ataque contra el vicepresidente proviene de "fuego amigo". Que el PP no ha tenido nada que ver. Pero cuando estalló la polémica, no son pocos los dirigentes populares que denuncian en privado la falta de "contundencia" por pare de Juanma Moreno y de su núcleo duro para desautorizar a su vicepresidente y "defender" a su partido de las "calumnias" de Marín. "Ayer debería haber sacado la cara por los nuestros. Tampoco se le ha pedido que rompa la coalición, pero se ha echado de menos que [Moreno] fuese contundente. A mí particularmente me ha dolido que el partido en Andalucía se quede callado, que no haya defendido a Teodoro, que no haya defendido al partido", manifiesta un diputado del PP en Andalucía, cercano a Génova.
Es necesaria una mayor contundencia. Si [Marín] ataca a la dirección nacional, nos está atacando a todos
No es el único. En las horas posteriores a la publicación del audio y a las controvertidas declaraciones de Marín, en las filas populares más afines a la dirección chocó enormemente el contraste entre la "indignación" de Génova y el cierre de filas en la dirección regional. Tanto el presidente de la Junta como el resto de la cúpula popular en Andalucía quitaron hierro a la tormenta política desatada por el vicepresidente de la Junta, cuyas palabras llegaron a tildar de "asunto menor". "Escuchar al líder de Ciudadanos dar instrucciones de que boicoteen nuestras leyes... nos ha dolido mucho, muchísimo. Es una barbaridad y una humillación", sostiene otra dirigente popular en la región. "En Andalucía se le ha seguido muchas veces el juego. No podemos permitirnos hacerlo otra vez", agrega otra fuente de la dirección nacional. "De vergüenza. Lo lógico es que los compañeros nos demos respaldo y apoyo. Es necesaria una mayor contundencia. Si ataca a la dirección nacional, nos está atacando a todos", coincide un alto cargo cercano a Moreno Bonilla.
El invitado más polémico del congreso del PP-A
El malestar interno podría haberse quedado en un episodio aislado si no fuese porque Juan Marín asistirá este fin de semana al congreso que el Partido Popular celebra en Granada para ratificar a Juanma Moreno como presidente del partido en la región, en un momento en que el PP demanda exhibir una imagen de unidad sin fisuras, al margen de polémicas como la que en este caso protagoniza el vicepresidente andaluz y que ha vuelto a tensar las costuras en el partido que dirige Pablo Casado. Fue el propio vicepresidente de la Junta el que anunció su intención de asistir al cónclave popular después de que Juanma Moreno le invitase personalmente al evento. Y paradójicamente lo hizo en la radio, después de cargar duramente contra Génova. "Todo el mundo me va a poner en el PP, pero yo estoy en Cs (...). Será como cuando me invitan a otros congresos, como el de Comisiones Obreras", aseveró, quitando hierro a su presencia.
"¡Que nos ha insultado! ¿Cómo se va a presentar en el congreso? Si aparece ya es recochineo", lamenta otro dirigente popular afín al secretario general. La premisa en la que coinciden las fuentes consultadas es en la necesidad de que Moreno se plante ante Marín y le pida que no acuda para evitar enturbiar aún más las relaciones entre la dirección nacional y la regional. La cúpula del PP prácticamente al completo asistirá a Granada desde este viernes para respaldar al líder andaluz -en un evento que se entiende como antesala a las próximas autonómicas en que Moreno Bonilla repetirá como candidato del PP-, y está prevista la presencia no sólo de Pablo Casado, sino también del secretario general, Teodoro García Egea, a quien Marín puso en el disparadero.
"Es el acto más importante del PP andaluz. Habrá mucha gente a la que no le sentará bien que se presente allí", sostienen las fuentes consultadas, que dibujan ya un escenario de tensión en el arranque del congreso popular en el que, incluso, Marín podría intervenir. En este caso, parten una lanza a favor de Moreno Bonilla y defienden que la invitación se cursó antes de que estallase la polémica, por no mencionar que es bastante habitual la presencia de agentes sociales y líderes de otros partidos a los congresos del PP. Pero en este caso y dadas las circunstancias, insisten, no corresponde que Marín asista. "No nos puede agradar compartir escenario con una persona que nos ha atacado como lo ha hecho él", se defienden.
Tensión soterrada
La "guerra sucia" de la que el líder de Ciudadanos en Andalucía acusa a la dirección nacional del PP no es una acusación que pille de nuevas a los que ya vivieron los rifirrafes primero entre Juan Marín y Fran Hervías cuando ambos militaban en Ciudadanos, y después entre Teodoro García Egea y Juanma Moreno a cuenta del enfrentamiento entre ambas direcciones durante el congreso provincial de Sevilla, en el que se impuso el candidato de Génova.
En particular, e instigados por Marín, la coalición andaluza se revolvió especialmente el pasado mes de marzo cuando Génova fichó al enemigo íntimo del vicepresidente andaluz, una rivalidad conocida en todos los despachos, tanto nacionales como regionales, de populares y naranjas. Desde entonces, Fran Hervías se convirtió en asesor de Teodoro García Egea en la secretaría general del PP. El 'señor Lobo' tuvo un importante papel en la neutralización de la moción de censura de Murcia y en la consiguiente 'opa' que desplegó la dirección del PP contra Ciudadanos, con el fichaje de numerosos cargos liberales que veían cómo agonizaba el proyecto de Inés Arrimadas. Y no son pocas las voces que le atribuyen también a Hervías la imponente fractura interna por la que atraviesa también Ciudadanos en Andalucía, con el destacado episodio de la crisis municipal de Granada, una operación con la que se puso punto y final al mandato de los naranjas en uno de sus principales bastiones territoriales.
Entonces, Juan Marín no dudó en atribuir la insubordinación de los ediles del PP -que se rebelaron contra el entonces regidor, Luis Salvador- a la 'mano' de Hervías. Y en esta ocasión, con la filtración de un audio que pone en un serio compromiso al vicepresidente y tambalea el tablero político andaluz, pendiente de un posible adelanto electoral, el vicepresidente no ha dudado en levantar el dedo acusador contra Hervías, si bien este jueves descargó al PP de responsabilidad en la afrenta tras un 'toque' de la dirección regional del PP al líder naranja. Y el ex secretario de Organización de Ciudadanos no tardó en defenderse en redes sociales. "No quiero entrar en el juego de falsedades de Juan Marín y Ciudadanos para tapar sus graves declaraciones. Sus problemas internos que los solucionen ellos", escribía el 'Lobo' en Twitter.
De Hervías se suele decir que se conoce Andalucía como la palma de su mano. El ex secretario de Organización de Ciudadanos y ex diputado por Granada fue uno de los pocos dirigentes del reducido búnker en que Albert Rivera depositó una confianza ciega en la construcción nacional del partido naranja. Pero tras la dimisión del político catalán, Inés Arrimadas renovó la cúpula del partido y pactó con Hervías un cómodo asiento para éste como senador por designación autonómica, mientras Marín, en paralelo, se empeñó en laminar el influyente poder orgánico que conservaba Hervías en Andalucía, purgando por ejemplo de la administración territorial a acólitos riveristas y otros afines al ex dirigente naranja. Pero la distancia no ha apaciguado las relaciones entre ambos, y el vicepresidente de Andalucía se jacta de denunciar en sus círculos privados que el ahora 'fontanero' de Génova no parará hasta desguazar por completo a Ciudadanos y truncar el propio futuro político de Marín, a los que algunos guardaban un asiento en el PP andaluz si el partido naranja terminaba hundiéndose en las próximas autonómicas.
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