Se ha cumplido el guion y el presidente del Gobierno ha visto aprobados este jueves sus segundos presupuestos generales con una mayoría mucho más amplia que la de su investidura pero casi calcada a la de hace un año, cuando se finiquitaron las cuentas heredadas del popular Cristóbal Montoro. 188 votos a favor y 158 en contra y una abstención aseguran a Pedro Sánchez el resto de la legislatura. Otra cosa es que consideraciones de oportunidad política le aconsejaran ir a un adelanto que, de momento, nadie contempla en el el horizonte salvo su ex director de gabinete, Iván Redondo.
Quizá lo más novedoso de la negociación que ha culminado con el sí de la Cámara Baja al proyecto de Presupuestos hayan sido las renuencias del PNV, último grupo en revelar el sentido de su voto a pesar de que la aritmética parlamentaria no les hacía indispensables una vez ERC y Bildu aseguraron su apoyo.
Acostumbrados los nacionalistas vascos a ser los más cortejados por los respectivos gobiernos del PSOE y del PP en situaciones de mayoría relativa, el nuevo equilibrio de fuerzas y la atomización de la Cámara les ha restado protagonismo. ERC, con trece diputados, se ha convertido en el socio preferente del Ejecutivo de coalición y, con los republicanos, además, ha entrado en liza EH Bildu, dispuesta a hacer valer sus cinco votos y arrancar también concesiones que llevar al País Vasco.
Se confirma el cambio de alianzas tradicional por el que ERC se convierte en el socio preferente del Ejecutivo
La formación de Arnaldo Otegi se ve en el espejo de ERC, que ha conseguido arrebatar a los neoconvergentes la hegemonía del independentismo. Segunda fuerza política en la cámara vasca, el PNV comienza a sentir amenazada tanto su posición en Madrid como en la autonomía.
El gran muñidor del pacto de amplio espectro alcanzado este jueves en el Congreso de los Diputados ha sido el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a quien Sánchez delega siempre la resolución de las cuestiones espinosas, como en el caso de la reforma laboral motivo de enfrentamiento con sus socios de Unidas Podemos. Bolaños ha expresado su satisfacción por la "amplia mayoría" alcanzada y "la capacidad del Gobierno para llegar a acuerdos con todos".
PNV, ERC, Bildu, PdeCat, Más País, Compromís, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe han sumado sus apoyos para unas cuentas que ahora deben pasar por el Senado. Los nacionalistas vascos han amagado con incorporar alguna enmienda en su tramitación por la Cámara Alta. Eso obligaría a que las cuentas tuvieran que pasar por una segunda ratificación del Congreso, algo que quiere evitar el Gobierno para poder tener aprobadas los presupuestos a principios de diciembre. Además de facilitarle a Sánchez su tránsito en lo que queda de legislatura, se da por seguro que se trata de las últimas cuentas de la legislatura, en muy buena medida porque asumen las dificultades de negociar unos nuevos PGE a finales del año que viene, antesala de las locales y autonómicas de mayo de 2023 y de las generales de ese año.
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