Se acerca diciembre y con él las tradicionales cenas y comidas navideñas que copan bares y restaurantes en las semanas previas al 25 de diciembre, esos eventos que sirven para calmar incluso las aguas más revueltas. Y en las familias políticas, la celebración de este tipo de citas no es precisamente una excepción. En el caso del Partido Popular, uno de los encuentros más esperados es la tradicional cena de Navidad del PP de Madrid, al que además de la ejecutiva autonómica y cientos de afiliados es habitual que acuda el presidente nacional del partido. Pero éste año vuelve a pender de un hilo. En 2020 la pandemia impidió celebrar la cita navideña y, un año después, este es el mismo motivo que alegan en la organización madrileña para dejar en el aire un evento que reuniría en la misma sala a Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado en unas pocas semanas. La preocupación sanitaria pesa, pero en este caso en la decisión final también jugará el interés político.

Mientras la organización que dirige Pío García Escudero y Ana Camins -y que controla Génova- decide si celebra o no el evento en función de "la evolución de los contagios", Isabel Díaz Ayuso arranca ya el 'tour' por las cenas navideñas que convocan las diferentes organizaciones del partido a nivel municipal y que, por el contrario, sí van a celebrarse. De hecho, la presidenta ya ha confirmado su asistencia a varios de los eventos donde le han cursado invitación. Así, es previsible que la próxima semana esté en la de Parla, aunque otros municipios como Fuenlabrada o Getafe, donde la habitual cena se celebrará también la próxima semana, están a la espera de la cuadratura de la agenda de la dirigente.

Al margen de los municipios es habitual que también las familias populares de los diferentes distritos de Madrid capital celebren sendos encuentros en las semanas previas a Navidad. Y, en el marco de unas posibles primarias en el seno del partido en los próximos meses, Ayuso asistirá "al máximo" de citas posibles con los afiliados, según confirman en su entorno. De hecho, la dirigente asiste al menos una vez a la semana y desde hace meses a diferentes actos institucionales en las sedes locales del partido, unos encuentros a los que también suelen acudir diferentes representantes de las bases del partido.

Por su parte, fuentes del PP de Madrid no descartan que tanto Pío García Escudero como Ana Camins acudan finalmente a algunos de estos eventos, aunque aún no hay información sobre cuáles serán las citas a las que acudan o si coincidirán o no con la presidenta madrileña. En la pugna entre Sol y Génova por el control del PP de Madrid, cuyo congreso aún no tiene una fecha fijada, el 'aparato' del partido cuenta con especial apoyo en los municipios del noroeste como Las Rozas, Pozuelo o Majadahonda así como en distritos como el de Chamartín, por lo que es previsible que estos sean algunos de los enclaves donde confirme asistencia la actual ejecutiva del PP de Madrid.

Mientras el resto de cenas corporativas siguen su curso, desde la ejecutiva del PP de Madrid insisten en que basarán su decisión sobre convocar o no el convite en función de la evolución de los casos, si bien fuentes de este órgano suscriben que si no hay cena "se organizará algo", sin dar más detalles al respecto. Normalmente, las cenas del PP de Madrid se celebran en torno al 20 de diciembre, por lo que este año no sería una excepción y podría fijarse en el fin de semana del 18 y 19 de diciembre en caso de que se decidiese seguir adelante con el evento. El año pasado la organización optó por una comida en esas fechas en Casa de Campo.

En la Puerta del Sol, no obstante, recelan de los motivos que alegan desde la actual ejecutiva madrileña que respira al compás de Génova en el pulso interno para no celebrar la cena madrileña y agregan que, aunque los casos siguen creciendo, la Comunidad de Madrid no plantea por el momento nuevas restricciones auspiciados por el éxito de la campaña de vacunación. "La disculpa es el Covid. Aunque para ese momento tuviésemos alguna complicación por la pandemia, las dudas con lo de la cena se deben al lío que tenemos. No quieren exponerse", suscriben fuentes afines a la dirigente.

El choque se enquista

Cuestiones sanitarias al margen, nadie en el PP duda que la crisis interna por el control del partido en Madrid está resquebrajando la unidad y desgastando la marca. El ambiente está enrarecido desde hace semanas, y ningún movimiento por mínimo que sea se vincula a la casualidad. No es precisamente la mejor tesitura para promover una foto entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. De hecho, la tensión es tal que hasta el más mínimo gesto podría envenenar aún más las relaciones entre la dirección nacional e Isabel Díaz Ayuso.

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado juegan últimamente al ratón y al gato. Donde está uno, no está el otro. La interlocución permanece congelada y no hay encuentros a la vista donde ambos dirigentes puedan coincidir para tratar de pacificar el ruido interno. Sin ir más lejos, este fin de semana estaba prevista la primera 'foto a tres' -con la presencia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida- en la manifestación contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, pero un problema de agenda llevó al entorno de Casado a dejar en el aire su asistencia al evento del sábado. La llegada de la paz en el PP tendrá aún que esperar.