Consuelo Femenía, la esposa de Pedro Duque, acaba de abandonar la embajada española en Malta, donde ha permanecido desde mayo de 2018. Su regreso a España será fugaz porque, a pesar de que no ha sido nombrada oficialmente, su próximo destino la llevará a Países Bajos. Un puesto que permitirá al ex ministro de Ciencia buscar acomodo en uno de los centros de la Agencia Espacial Europea en el país europeo.
Fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores no han confirmado su nombramiento pero el movimiento para que Femenía asuma la misión diplomática española en La Haya está muy avanzado. Su llegada se da ya por segura, según ha podido saber El Independiente. Solo queda que José Manuel Albares la traslade al Consejo de Ministros. Países Bajos es una de las plazas no incluidas en la convocatoria general de plazas del próximo año y uno de los destinos susceptibles de ser adjudicados de manera directa.
Precisamente en ese listado alternativo a la convocatoria oficial figura la Santa Sede. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha propuesto a la exministra de Educación Isabel Celáa como próxima embajadora ante El Vaticano. Un nombramiento confirmado por el propio Albares, ex embajador en París y militante del PSOE, que ha despertado sorpresa en la Conferencia Episcopal Española.
Se de la circunstancia de que Celáa compartió Consejo de Ministros con Duque. Ambos salieron del Ejecutivo en la remodelación de julio y solicitaron la prestación compensatoria a la que tenían derecho, lo que les permite cobrar unos 4.990 euros brutos al mes durante los próximos dos años. González Laya también se acogió a la misma prestación, incompatible con la percepción de otros ingresos. Otros ex ministros, no obstante, renunciaron a tal opción.
Desde entonces, Duque ha mantenido cierto perfil público participando en conferencias. Hace justo un año, cuando aún era ministro, optó sin éxito a dirigir la ESA, que acabó en manos del astrónomo austriaco Josef Aschbacher. Fuentes de la Agencia Espacial Europea señalan a este diario que el ex ministro y astronauta, licenciado en Ingeniería Aeronáutica, no tiene actualmente ninguna vinculación con el organismo para el que, en distintas funciones y niveles, trabajó durante años. "Pedro Duque no está en previsión de regresar", argumentan las citadas fuentes.
La llegada de su cónyuge a Países Bajos le permitiría, no obstante, buscar acomodo en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (ESTEC, por sus siglas en inglés), unas instalaciones de la ESA en las que se trabaja en el diseño de misiones, naves, satélites y tecnología espacial. El centro está emplazado en Noordwijk, una ciudad holandesa situada a unos 25 kilómetros de La Haya. Duque conoce las dependencias porque estuvo destinado allí en 1999, implicado en la división de proyectos de módulos de la antigua dirección de vuelos tripulados y microgravedad.
A Femenía (Jávea, 1965), por su parte, también le es familiar Holanda porque trabajó previamente en la representación diplomática española. También fue personal diplomático en Nicaragua y Rusia. Su primer destino como embajadora fue Letonia entre 2011 y 2014. Desde 2018, en vísperas de la designación de su marido como ministro, había desempeñado la jefatura de la misión española en La Valeta.
"Es tiempo de seguir adelante, sin sentimientos tristes. Nuestros países se han convertido en estrechos aliados. Solo puedo decir 'Hasta siempre, Malta'", escribió Femenía la semana pasada en su cuenta de Twitter.
Le sustituye al frente José María Muriel Palomino, un estrecho colaborador de la exministra de Exteriores Arancha González Laya. A diferencia de Laya, Muriel solo fue citado a declarar en calidad de testigo en el ‘caso Gali’ por la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en abril. Un episodio que desató la mayor crisis diplomática reciente con Marruecos. El país vecino respondió con la llegada masiva de migrantes en Ceuta en mayo. La monarquía de Mohamed VI sigue, a día de hoy, sin nombrar nuevo embajador en nuestro país.
El matrimonio sorteó en 2018, poco después de acceder a sus respectivos cargos, la revelación de que habían adquirido un chalé en Jávea (Alicante) a través de una sociedad patrimonial que tenían a su nombre, Copenhague Gestores de Inmuebles SL, con la que podrían haber obtenido un tratamiento fiscal más ventajoso. Las informaciones surgieron después de que en junio de 2018 el ex ministro de Cultura Maxim Huerta dimitiera por irregularidades en sociedades patrimoniales. En el caso de Duque y Femenía, ambos lograron conservar sus cargos. Sánchez se negó a sacrificar nuevos rostros de su Gabinete.
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