Más de seis meses después de derrotar a Susana Díaz en las primarias del PSOE andaluz, Juan Espadas, ha terminado de deshojar la margarita. El lunes, empujado por la letra pequeña del reglamento autonómico, adelantó 18 días su adiós en el Ayuntamiento de Sevilla. Había prometido dejarlo el 7 de enero, después de la cabalgata de Reyes Magos. “Es una broma que entienden los de Sevilla. Aquí hay tres fiestas mayores: la Semana Santa, la Feria de Abril y la Cabalgata. Aunque parezca increíble, ésta última tiene la mayor concentración de sevillanos en las calles. Dejarlo unos días arriba o abajo, es algo anecdótico”, replica el socialista a El Independiente, en la primera entrevista que concede tras estrenar singladura.
Quien ha sido regidor de la capital hispalense durante los últimos seis años acaba de prometer su cargo de senador por designación autonómica mientras se prepara para unas elecciones andaluzas cuyo adelanto lleva meses centrando todas las cábalas. Espadas continúa dudando de que Juanma Moreno Bonilla apueste por la vía abierta esta semana en Castilla y León, con la disolución del Parlamento y la convocatoria de comicios para febrero. “No me da la impresión de que esté pensando en un adelanto. Se lo preguntan todos los días y lo que dice este señor es razonable”, desliza con un tono conciliador que aspira a usar en su búsqueda de sufragios. Las encuestas, que proyectan una victoria cómoda del PP y la posibilidad de un Gobierno con Vox, y las directrices llegadas de Génova 13 abonan, no obstante, el escenario de una cita con las urnas antes de verano.
Pregunta.- Ahora que ha dicho finalmente adiós al bastón de alcalde, ¿no considera que su final en el consistorio ha resultado un tanto tortuoso?
Respuesta.- Desde el punto de vista administrativo, las cosas son así. Yo había fijado mi salida hace mucho tiempo y lo he dicho varias veces. Mi objetivo era la negociación del presupuesto municipal y hasta que no cerrara ese acuerdo no me iba a marchar. Y efectivamente, lo he hecho así. También me hubiera gustado llegar a un acuerdo presupuestario en el Parlamento de Andalucía, pero, desgraciadamente, no ha sido posible porque el Gobierno no se ha tomado ni el interés ni la seriedad ni la responsabilidad de intentarlo. La única salvedad ha sido sencillamente que no se me había informado desde el Parlamento de Andalucía de la incompatibilidad específica entre alcalde y senador por designación autonómica, algo excepcional que no existe en otras comunidades. Vuelvo a la política autonómica por donde lo dejé. En este caso, por el Senado y como senador por la comunidad autónoma que abandoné en 2013, cuando era concejal del Ayuntamiento de Sevilla.
El nivel de contagios y la necesidad de trabajar de nuevo en el equilibrio entre la prevención del virus y la recuperación económica recomienda todo menos entrar en un proceso electoral
P.- Con el antecedente de lo que ha sucedido en Castilla y León, ¿es hoy más probable un adelanto electoral en Andalucía?
R.- A mí me parecería claramente una irresponsabilidad convocar elecciones porque en otra comunidad autónoma anticipan los comicios. Le dejaría en mal lugar y con la sensación de falta de criterio propio. En segundo lugar, porque efectivamente las circunstancias ahora mismo y el nivel de contagios y la necesidad de trabajar de nuevo en el equilibrio entre la prevención del virus y la recuperación económica, en el que nos vamos a ver envueltos las próximas semanas hasta volver a bajar esa cifra, recomienda todo menos entrar en un proceso electoral. Con respeto a otros responsables institucionales, creo que generar una crisis de gobierno ahora, cesar a los consejeros del Gobierno y meterse en unas elecciones son cálculos electorales y espero que Moreno Bonilla piense más en los andaluces que en los cálculos electorales. Quedan todavía muchos meses por delante y hay tareas importantes que hay que desarrollar. Y yo insisto que va a tener al PSOE dispuesto en el Parlamento andaluz siempre que haya seriedad, rigor y negociación.
Contra las encuestas
P.- Esta semana se ha publicado el último barómetro andaluz. El PSOE está a 10 puntos del PP. ¿Con tales datos es posible una remontada?
R.- No tenga la menor duda. Fíjese que en tan solo tres meses y sin prácticamente tener todavía cerrado los equipos provinciales, nos hemos recuperado de la situación que teníamos en el verano que era muy negativa en términos de expectativas. Hoy estamos claramente en números incluso mejores o por encima de lo que fueron nuestros resultados en diciembre de 2018. Más allá de las encuestas y del barómetro del señor Bendodo [Elías Bendodo, consejero de presidencia], no sólo tengo la sensación sino la convicción de que cada mes vamos recuperando la confianza de los ciudadanos y viendo claramente los vacíos de gestión de este Gobierno. La sanidad es uno de ellos. El proyecto de los socialistas cobra toda su fuerza y estoy convencido de que será el proyecto ganador cuando se convoquen las elecciones.
Estoy convencido de que el del PSOE-A será el proyecto ganador cuando se convoquen las elecciones
P.- ¿Cuáles son los ingredientes de la fórmula Juan Espadas para lograr que el PSOE andaluz tenga opciones de volver al Gobierno?
R.- Primero, es un proyecto nuevo. Yo no vengo a reproducir un proyecto anterior, vengo a adaptar el proyecto socialdemócrata en Andalucía a la realidad post pandemia, a una recuperación económica y una transformación muy potente del modelo productivo andaluz y también una importante modernización de la administración pública. Yo creo que en 2018 ya había cambios importantes que hacer en la Junta de Andalucía, en la forma de gestionar determinadas competencias, en la relación incluso entre la Junta y los ayuntamientos. Vengo claramente con un proyecto transformador, un proyecto que le dé más peso a los ayuntamientos y las diputaciones en la relación con la Junta de Andalucía; a que podamos transferir más recursos para que los ciudadanos reciban mejores servicios directamente en el territorio y también a una operación de reequilibrio territorial en Andalucía, que necesita claramente en determinados rincones del territorio que se apueste y se invierta mucho más por la reindustrialización y por sectores clave para la generación de empleo.
Ese reequilibrio territorial puede venir de la mano de los fondos europeos, que son vitales para la gestión en los próximos años de Andalucía y en los que veo que el actual gobierno andaluz no está haciendo nada. No se conoce qué proyectos tiene Moreno Bonilla o el Gobierno andaluz para sacar esos fondos europeos adelante. Es la mejor oportunidad de inversión de todos los tiempos que vamos a tener. No podemos perder ese tren. Además de eso, me va a oír mucho hablar de los jóvenes. Creo que hace falta un proyecto muy fuerte que debe garantizar la primera oportunidad laboral de nuestros jóvenes. Hay un drama auténtico en el desempleo juvenil en estos momentos en Andalucía y hay que saber abordar ese problema de forma clara, al igual que por la permanente mejora de los servicios públicos.
Mi grado de conocimiento en otras provincias andaluzas es similar al que tenía Moreno Bonilla cuando inició su andadura autonómica
P.- Usted es desconocido fuera de Sevilla, en el resto de Andalucía. ¿Va a esa batalla de darse a conocer una carrera a contrarreloj?
R.- Sin duda el alcalde de Sevilla tiene el grado de conocimiento que tiene en otras provincias, pero curiosamente en las encuestas mi grado de conocimiento en esas otras provincias es más o menos similar al que tenía Moreno Bonilla cuando inició su andadura autonómica. Es lo normal en este caso. Me tengo que esforzar mucho y así lo voy a hacer. Voy a patearme el territorio con la experiencia de alcalde, que no es lo mismo que hacer una visita un día y bajarte del coche y subirse sino conocer la realidad y escuchar a la gente. Me voy a dejar la piel. Conozco bien Andalucía. Tengo experiencia en temas medioambientales, que me me da una visión del territorio Andalucía muy en profundidad y por tanto voy a refrescar y a reencontrarme con muchas cosas que que conocía hace diez años cuando me marché de la Junta de Andalucía y ahora pues voy a actualizarla y, sobre todo, a generar ilusión y confianza en un proyecto nuevo.
P.- Su figura está muy ligada a la capital. ¿Haber sido alcalde de Sevilla le resta en otras provincias, por ejemplo, de la Andalucía Oriental, donde hay un sentimiento muy fuerte de marginación e incluso hostilidad?
R.- No comparto que exista ese nivel de hostilidad. Existe una teoría de agravios comparativos que es verdad, pero que cuando luego bajas a la calle, hay algunas personas que piensan así, como pasa con el fútbol y que se lo toman muy mal, pero la mayor parte de la gente. Antes de ser alcalde de Sevilla fui consejero del Gobierno andaluz y me he pateado parques naturales, pueblos o ciudades. Se trata de que los ciudadanos me me puedan conocer directamente y sepan de mis propuestas. Lo importante son los proyectos y generar confianza a los ciudadanos. Soy consciente de que no tengo en estos momentos la fuerza que tiene quien gobierna la Junta de Andalucía para presentarse a unas elecciones, pero tengo mucha ilusión y esperanza, porque los retos a los que nos enfrentamos en estas próximas elecciones autonómicas son vitales para la propia década que estamos viviendo. Y Andalucía necesita un proyecto de progreso, no un proyecto en este caso, en donde se retroceda o se cuestione el derecho que hemos conquistado los andaluces durante muchos años. Así que me enfrento a estas elecciones, de verdad, como un nuevo reto en mi vida profesional y política.
Era necesario un cambio de ciclo en el PSOE-A y creo que los militantes así lo consideraron también, porque la diferencia y el resultado fueron importantes
El Senado, estación intermedia
P.- En este camino hacia su objetivo de recuperar la Junta de Andalucía, ¿por qué irse al Senado?
R.- Primero, es la cámara territorial en donde la política autonómica se discute en sede nacional. Segundo, considero que después de dejar la alcaldía de Sevilla y ser secretario general del PSOE de Andalucía es importante estar en el debate sobre la financiación autonómica o en cualquier iniciativa que se pueda plantear desde un ayuntamiento andaluz o desde la propia Junta de Andalucía. Yo no participo en esta fórmula de denostar permanentemente a esta cámara como si fuera un lugar en el que se va y se viene. Yo disfruté de tres años de trabajo intenso en esta Cámara. Defendí leyes desde la de costas a la vivienda, pasando por los temas de cambio climático y tengo un magnífico recuerdo. Lo compatibilicé con mi labor de concejal. Ahora lo voy a hacer con la de candidato a la Presidencia de la Junta Andalucía y creo que es el lugar idóneo, justamente porque es salir de la política local para volver a la política autonómica como senador por la Comunidad Autónoma y hacerlo, además, con la relevancia institucional que tiene un puesto de este tipo y con la responsabilidad que tiene. El debate, en este sentido, está agotado. Conmigo no cuenten para eso.
Siempre he venido al Senado a trabajar. No he venido a pasearme
P.- ¿Le preocupa la imagen del Senado como un refugio de elefantes y en el que se termina buscando hueco según las circunstancias? Usted tendrá como compañera a Susana Díaz…
R.- Yo le hablo de mí y mis circunstancias y siempre que he venido al Senado he venido a trabajar. No he venido a pasearme. Y en el caso de la ex presidenta de la Junta de Andalucía, ya le puedo asegurar que que está haciendo lo mismo. Lo demás son consideraciones que puedo respetar, pero desde luego no comparto. Me parecen absolutamente faltas y carentes de fundamento. Pero mire, allá cada uno con sus opiniones.
P.- Usted tuvo cuatro años en la oposición en el consistorio sevillano. ¿Tiene el compromiso de su partido de que ahora le dará también una segunda oportunidad si fracasa en el primer intento?
R.- Llevo tan solo tres meses y creo que como secretario general del PSOE en Andalucía mi primer objetivo, que ya he conseguido, era renovar completo el PSOE de Andalucía y sus ocho ejecutivas provinciales. A partir de ahora el objetivo es la Junta de Andalucía y, como comprenderá, voy a darlo todo para conseguirlo. Secretario general del PSOE de Andalucía lo seré antes y después de las elecciones andaluzas. Ya se lo se lo digo yo.
Una segunda oportunidad
P.- Pongámonos en la noche electoral, en una jornada que acaba sin posibilidades para usted de formar Gobierno. ¿Lo volverá a intentar?
R.- No solo no me lo planteo, sino que ya verá como no va a ser así. Creo que hay que saber distinguir claramente lo que son las responsabilidades orgánicas y de partido con las responsabilidades, en este caso, que uno asume cuando cuando es candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía. Pero este tipo de cuestiones no son las que se plantea uno cuando sale a ganar.
P.- En el reciente congreso regional Susana Díaz declaró textualmente que le había entregado el partido “en buen estado de forma”. ¿Comparte ese análisis tan positivo?
R.- Fuimos a unas primarias porque consideramos que era necesario un cambio en la dirección política del partido y, por tanto, también la metodología de trabajo y la forma de enfrentar nuestra labor de oposición para recuperar el Gobierno andaluz. Yo creía, y por eso me presenté, que había un fin de ciclo, que había un final de etapa y que teníamos que abrir una nueva. Es evidente que el trabajo realizado, lo he reconocido públicamente, es ímprobo. Y también es cierto que los últimos años se cometieron errores que probablemente también han sido tenidos en cuenta por los ciudadanos, sobre todo, por aquellos que finalmente no fueron a votar o los que en definitiva nos faltaron para poder continuar en el gobierno andaluz. Es cierto que no esperábamos una situación de pinza de derechas o extrema derecha incluidas en el Parlamento. Ese factor, sin duda, fue relevante, pero era necesario un cambio de ciclo en el PSOE de Andalucía y por tanto por eso me presenté y creo que los militantes así lo consideraron también, porque la diferencia y el resultado fueron importantes. Una cosa no quita la otra. Se puede reconocer el sacrificio, el esfuerzo, el trabajo realizado, pero creo también que era necesario un cambio.
No sé si Susana Diaz llevó a cabo el análisis de la derrota en 2018. A mi juicio, fue una suma de factores
P.- En 2018 cerca de medio millón de votantes del PSOE se quedaron en sus casas. ¿Ha hecho el partido una reflexión sobre los errores que les llevaron a perder el Gobierno andaluz tras 36 años en el poder?
R.- En su momento, no sé si la secretaria general con su equipo llevó a cabo ese análisis. Yo, desde luego, no lo pude compartir. Yo tengo el mío y tengo en este caso el que he comentado a lo largo de primarias. Es una suma de factores que evidentemente hemos intentado ir corrigiendo en estos casi tres años de oposición y lógicamente aceptando con autocrítica los errores cometidos. También es cierto que cuando uno ve al actual gobierno andaluz, se da cuenta de que la sanidad pública está mucho peor de la como se la encontró Moreno Bonilla cuando llegó al Gobierno. Después de una pandemia con los recursos extraordinarios más importante que ha habido para la sanidad pública, resulta inconcebible que se esté despidiendo o se haya despedido a ocho mil sanitarios cuando ahora hacen falta, para vacunación, la lista de espera o la atención primaria, que está colapsada. Lo que está muy claro es que es el gobierno socialista anterior el que ha transformado Andalucía y por errores que se hayan cometido, creo que se han tenido muchísimos más aciertos y por tanto, el balance es claramente positivo. Al PP le quedan grandes las responsabilidades de Gobierno.
La corrupción del pasado
P.- Hubo también un hartazgo del electorado a causa de los casos de corrupción, desde Mercasevilla a los ERE o Invercaria, el enchufismo y un ejercicio del poder en el que era imposible distinguir donde comenzaban las instituciones y donde terminaba el partido. ¿Ha hecho propósito de enmienda el PSOE andaluz? ¿Se compromete usted a no reproducir esos errores?
R.- Ya en el gobierno de la propia Susana Díaz, se tomaron decisiones claras de cambios en los procedimientos de mayor número de garantías, en prácticamente todas y cada una de las cuestiones en las que se habían atisbado problemas que habían generado algunas situaciones. Es verdad que muchas de ellas siguen “sub iudice”. Damos por hecho cosas que, en algunos casos, carecen de sentencia firme y por tanto yo sería prudente. Al final creo que hay que esperar. Aunque los procesos judiciales o judiciales sean tan lentos, hay que esperar y no dar por sentadas cuestiones que todavía tienen su veredicto final pendiente. En cualquier caso, sí es cierto que ha sido necesario tomar medidas de cambio y de reforma en la administración para evitar muchas situaciones. Se han tomado y yo tomaré más si fuese necesario. En los últimos años ha cambiado radicalmente la percepción de lo que se puede y lo que no se puede hacer y cómo hacer las cosas.
Los errores que se pudieran haber cometido creo que se pagaron y se han corregido. Tengo plena confianza en la administración andaluza
Seguir dañando con carácter general y trazo grueso la imagen de la administración pública y la política no conduce a nada. Hay muchísima gente trabajando cada día, dejándose la piel como para que tengamos que estar todos los días prácticamente pidiendo perdón por dedicarnos a una función pública como la política o al servicio público de los ciudadanos, desde un modesto concejal o alcalde de un ayuntamiento hasta un consejero de la Junta o el propio presidente. Los errores que se pudieran haber cometido creo que se pagaron y que se están corrigiendo y se han corregido. Y yo tengo plena confianza en la administración andaluza y desde luego tengo plena confianza en la gente que se deja la piel. Se han endurecido muchísimo los controles y creo, de verdad, en la voluntad de los que nos dedicamos a esto, a hacer las cosas no bien, sino muy bien. Creo que tenemos que mirar hacia adelante.
El PSOE-A seguirá apoyando a los compañeros [inmersos en procesos judiciales] cuando entienda que se genera una situación de conflicto
P.- A propósito de esto, ¿El PSOE andaluz va a dejar de pagar la defensa jurídica de ex altos cargos de la Junta de Andalucía en procesos judiciales como el de los ERE?
R.- En este caso, el Partido Socialista va a tener la misma actitud que ha tenido hasta ahora y por tanto, donde tenga que apoyar a algún compañero porque entienda que el propio partido está representado o de alguna forma se genera una situación de conflicto judicial, tendremos que defendernos. Nosotros somos bastante consecuentes en ese sentido y es una cuestión que nos corresponde y sobre la que vamos a tratar y a tener la máxima prudencia, como no puede ser de otra manera.
P.- ¿Le va a pedir a Susana que se involucre en la campaña electoral de las autonómicas?
R.- Tiene su función en el Senado, pero, sin duda, siempre será un activo para el PSOE allá donde esté. Cuando los ciudadanos se la encuentran en la calle, le trasladan siempre un recuerdo de gratitud por los años de esfuerzo en los que se dejó la piel por Andalucía y ahora por el trabajo que está desarrollando desde el Senado. Todos los militantes en Andalucía vamos a arrimar el hombro y ella también, sin duda sé que lo va a hacer para conseguir el objetivo, que no es otro que recuperar el Gobierno andaluz.
Sobre la crítica de ser "sucursal" de Ferraz: Seguiré demostrando que tengo criterio propio y un proyecto propio
P.- ¿Está ya convencida Susana de que usted no es una “sucursal” de Ferraz?
R.- Es una terminología de algunos políticos. Yo si no lo he demostrado aún, seguiré demostrando que tengo criterio propio y sobre todo un proyecto propio para nuestra tierra.
P.- ¿Se siente respaldado por Ferraz?
R.- Absolutamente. Por Ferraz y por por la militancia andaluza que me eligió, en este caso en un proceso de primarias ejemplar. Así que me siento absolutamente respaldado, con una fuerza tremenda y además con ganas de demostrar que necesitábamos un cambio, que hemos entendido qué cambio es el que hay que hacer y que lo que necesitamos es que nos crean los ciudadanos, que confíen en nosotros y que recuperemos la ilusión por el PSOE.
Ciudadanos, claramente en disolución, tiene mucha gente que piensa que Andalucía tiene que avanzar y eso no se consigue uniendo sus intereses con la extrema derecha
El caladero de Ciudadanos
P.- ¿Estaría dispuesto a integrar a personas vinculadas a Ciudadanos?
R.- El proyecto de Ciudadanos, claramente en disolución, tiene mucha gente que piensa claramente que Andalucía tiene que avanzar y progresar y que considera que eso no se consigue uniendo sus intereses con la extrema derecha. Por tanto, estoy convencido de que muchos votantes del centro, mucha gente que confió en un nuevo partido como Ciudadanos puede confiar perfectamente en un proyecto político nuevo del PSOE de Andalucía, no aquel de que en su momento se desencantaron. He contado además con mucho respaldo y mucho apoyo de gente de centro, de centro moderado y votantes de Ciudadanos en las últimas elecciones municipales. Y claro que sí, estoy convencido de que va a haber mucho votante, en este caso de centro y alguno de los que votaron a Cs que no quieran votar a un PP que significa votar a Vox, sino que quieran un proyecto nuevo y una oportunidad que puede representar el PSOE.
P.- ¿Los militantes y cargos públicos de Cs son también bienvenidos?
R.- No estoy por ese proceso de subasta y mercadeo que tiene el PP, incitando a la gente que milita o que tiene cargos en Ciudadanos a que se pasen a las filas de su partido. A mi me parece un desprecio y una falta de respeto. Yo no lo haría. No creo que a los propios afectados les siente muy bien eso de andar en una especie de puja. Aquellos que compartan un proyecto de progreso para Andalucía siempre van a poder trabajar en un partido que cree justo en el progreso de Andalucía, el PSOE.
La izquierda atomizada
Todos debemos tener claro que vamos a necesitar toda la fuerza desde el centro a la izquierda para intentar neutralizar el proyecto del PP, que no es otro que gobernar con Vox
P.- Hablemos del espacio que se extiende a su izquierda. De momento, hay tres opciones. ¿Sería necesario un “frente amplio” como el que busca Yolanda Díaz a nivel nacional?
R.- Soy muy respetuoso con otras fuerzas políticas. No me gusta entrar, menos en el tono de querer dar lecciones. Son fuerzas políticas diferentes. Podemo tiene claramente diferencias de opinión y de criterio importantes en muchos territorios. Yo lo he visto y lo he vivido en mi ciudad y en el grupo municipal. Hay que hacer un proceso de reflexión. Todos debemos tener claro que vamos a necesitar toda la fuerza, en definitiva, desde el centro a la izquierda, para intentar sobre todo neutralizar los que es fundamentalmente el proyecto que tiene el PP en la cabeza, que no es otro que gobernar con Vox. El PP sabe perfectamente que hay una mayoría social en Andalucía que no es de derechas y no tiene una ideología de extrema derecha y, por tanto, sabe perfectamente que no tiene números ni va a conseguir apoyos para tener una mayoría suficiente para gobernar solo.
Está trabajando para un supuesto gobierno con la extrema derecha y los andaluces no lo van a votar ni lo van a querer. Y yo lo que quiero es plantear un proyecto atractivo a una gran base social, a un electorado que va más allá de lo que son tradicionales votantes socialistas, de los que confío en que esta vez vayan de manera masiva a las urnas. También espero sumar gente moderada que considere que hace falta seguir progresando y no ir a las cavernas, que es lo que presenta sencillamente un partido como éste que tenemos de extrema derecha.
Su relevo al frente de la capital andaluza: ¿María Jesús Montero o Gómez de Celis?
Espadas no titubea cuando se le pregunta por el recambio al frente del consistorio hispalense. La delegada de Hacienda y teniente alcalde, Sonia Gaya, será alcaldesa en funciones hasta que en enero se convoque el Pleno de investidura de Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo. Muñoz es su apuesta también como cabeza de cartel en las elecciones locales de 2023, frente a los rumores que apuntan a la ministra de Hacienda o Gómez de Celis, actual vicepresidente primero del Congreso de los Diputados.
"Creo que va a ser Antonio Muñoz. Se lo digo claramente. Ésa es la idea si los miembros de la corporación así lo votan y lo deciden a primeros de enero. Va a ser por lo que vamos a trabajar los socialistas sevillanos. Délo por seguro. Tanto María Jesús Montero como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis me han trasladado personalmente, no una sino en muchas ocasiones, que no está en sus planes esa opción", replica.
La mejor manera de impedir un Gobierno de PP y Vox es con un resultado electoral en el que el PSOE sea primera fuerza
P.- Y, en caso de que, como apuntan los sondeos, PP y Vox sumaran y estuviera en sus manos, ¿impediría un Gobierno como ése y ejercería una oposición útil?
R.- La mejor forma de impedirlo es sencillamente combatiendo con un resultado electoral en el que la primera fuerza política de Andalucía sea el PSOE. Si eso es así, le digo absolutamente claro que Vox no tiene nada que hacer en Andalucía. Sobre esto se hablará mucho en campaña. Sobre qué sucederá si PSOE y PP son primera y segunda fuerza y sobre la posibilidad de empate técnico. Los electores tienen que pensarlo muy bien, porque fíjese, la diferencia es que si votan al PSOE tendrán un gobierno de progreso, pero probablemente si votan al PP lo que tendrán será un gobierno con la extrema derecha. Así que en ese escenario, no quiero dar orientaciones ni siquiera posibilidades. Yo creo que los ciudadanos deben elegir y deben elegirlo además de forma amplia: un gobierno moderado, pero de progreso.
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