Rara vez está el Senado en boca de todos. La Cámara Alta y quienes la pueblan suelen, más bien, ir bajos de autoestima. En las últimas semanas, sin embargo, la institución ha dado de qué hablar. Y su culpable, o protagonista, es Carles Mulet. El senador de Compromís logró que la Comisión de Interior aceptara su petición de comparecencia de la vedette Bárbara Rey para aclarar si cobró a cambio de silenciar las aventuras sexuales de Juan Carlos I y, para malestar del PSOE, una de sus enmiendas, apoyadas por el PP, ha devuelto los presupuestos generales al Congreso de los Diputados.

Mulet, que ha encadenado victorias inesperadas, reconoce sentirse “raro” después de que una de sus 300 enmiendas a las cuentas públicas haya prosperado esta semana, con el respaldo de los populares. Un auténtico contratiempo para los cálculos de PSOE y Unidas Podemos que insta a promocionar las lenguas protegidas por la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias y que había sido presentada por el valenciano a instancias de Chunta Aragonesista. La enmienda, que supone un gasto de 1,6 millones de euros, cosechó lo insospechado: unir en el sí a PP, PNV, ERC, Junts y el grupo de la Izquierda Confederal. 139 síes frente a 117 noes y 6 abstenciones.

Carles Mulet

Senador

Castellón de la Plana, 1975. Milita en la coalición valenciana de izquierdas Compromís. Fue concejal de Cabanes (Castellón), un municipio de 2958 habitantes. Senador por designación autonómica desde 2015. Está integrado en el grupo Izquierda Confederal, formado por -además de Compromís- Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Geroa Bai y Agrupación Socialista Gomera.

Mulet ríe cuando se le atribuye haber sido el urdidor de tal encuentro de antagonismos políticos. La “pequeña alegría”, dice, es un grito a favor del Senado, una cámara en perpetuo estado comatoso. “Es que la sensación de inutilidad es total, porque aquí uno intenta trabajar al mismo nivel que en el Congreso de los Diputados. Existe el mismo mecanismo de control al Gobierno y todas las leyes terminan llegando aquí, pero la segunda lectura no se hace. Todas las leyes entran y salen de urgencia. Muchas veces ni siquiera hay tiempo para debatir las enmiendas que se presentan”, despotrica en una estancia del Senado, en conversación con El Independiente. Nos cita a primera hora de la mañana cuando, salvo por unos técnicos que arrastran un televisor, hay poco rastro de vida.

La reforma del Senado es una asignatura pendiente. Tanto el PP como el PSOE lo han tenido como una institución para colocar a gente que no saben qué hacer con ella

El responsable de haber saboteado los planes del Gobierno de coalición, que no contaba con el regreso de los Presupuestos a la Cámara Baja, lleva apenas cinco años en el Senado, pero ha pulverizado registros. Acaba de superar la cifra de las 13.000 preguntas con respuesta escrita desde el inicio de la actual legislatura, allá por junio de 2019. A petición de este diario, el gabinete de prensa del Senado ha rehusado proporcionar un listado de sus señorías con mayor y menor número de iniciativas presentadas, alegando carecer de los medios tecnológicos para obtener tal dato.

Más de 13.000 preguntas en dos años y medio

Mulet lidera las estadísticas. A lo largo de esta legislatura ha presentado una media diaria de 14,3 preguntas. En la parte baja, figura la socialista Susana Díaz. La ex presidente andaluza prometió el cargo a finales de julio. Desde entonces, solo ha presentado 12 preguntas, la última en octubre. La cifra de estos cinco meses ni siquiera llega a la que registra Mulet en una jornada. “Es una ironía. Todos los partidos hablan en sus programas electorales de la reforma del Senado y de la necesidad de darle utilidad, pero continúan colocando aquí a la gente que no saben dónde colocar. Los partidos tradicionales, especialmente, emplean el Senado como premio de consolación”, opina el valenciano.

La cifra de preguntas presentadas por Susana Díaz en cinco meses, doce, ni siquiera llega a la que registra Mulet en una jornada

“La reforma es una asignatura pendiente. Se abrió una comisión para la reforma del Senador y quien la presidía era una persona que lleva aquí 30 años. Para algunos, éste es un sitio cómodo. Se sabe que en los grupos grandes si uno no quiere trabajar no pasa absolutamente nada, porque siempre habrá alguien que se encargue del día a día. Con que intervengas una vez al año para hacerte la foto, ya está. Se ha jugado mucho con eso. Tanto el PP como el PSOE lo han tenido como una institución para colocar a gente que no sabe qué hacer con ella. No sé si también es mi caso”, bromea.

Mulet, senador por designación autonómica y el único de Compromís, ha optado por hacer ruido. “Podría tener un papel pasivo: Únicamente intervenir en el pleno y hacer unos vídeos”, murmura. Ha encontrado su altavoz en las preguntas escritas. “Es un instrumento que tenemos muchas veces para generar noticias y lograr información. Es muy útil porque no tenemos cupo, cosa que sí ocurre para otro tipo de iniciativas. Contamos, por ejemplo, con una pregunta oral en cada pleno y al ser seis partidos en el grupo nos toca una de cada seis. Y aún más complicado resulta una moción”.

Llegado de la política municipal, Mulet ha encontrado en las preguntas escritas un filón que exprime hasta las últimas consecuencias. No siempre sus interrogantes alcanzan destino.   Su último dardo, en cambio, sí consiguió superar todos los filtros. La semana pasada la mesa del Senado aceptó su petición de “solicitar la comparecencia de Doña María García García ( conocida artísticamente como Bárbara Rey) ante la comisión de Interior del Senado, para que explique la veracidad de las informaciones publicadas según las cuales supuestamente recibió, por parte de personas del entonces CESID, u otros altos estamentos del Estado ( o sus popularmente conocidas como "cloacas") ingentes cantidades de dinero público de fondos reservados y posibles prebendas como la contratación por parte de una televisión autonómica (Canal 9), para que no hiciera públicas sus supuestas relaciones con supuestos altos cargos del Estado”.

Dicen que lo mío es política espectáculo, pero no. Pongo en evidencia la hipocresía política en la que vivimos.

Esos “supuestos altos cargos del Estado” eran, en realidad, solo uno: el rey emérito, instalado desde agosto de 2020 en Emiratos Árabes Unidos. Mulet, que en el pasado había preguntado sin éxito por “los desvaríos sexuales” del monarca, se defiende: “Dicen que lo mío es política espectáculo, pero no. Si hubiese pedido que viniera Juan Carlos a explicar el uso de fondos reservados, hubieran dicho que no, pero si pido que comparezca Bárbara Rey entonces sí puedo, cuando son parte de la misma historia”, responde, receloso de que la artista acabe desfilando por el Senado. “Entiendo que esto no tiene ningún recorrido, más allá de poner en evidencia la hipocresía política en la que vivimos. Se están publicando en los medios que hubo tráfico de influencias y no pasa absolutamente nada. Aunque esté prescrito, hay que analizarlo porque es un comportamiento delictivo”.

Preguntas sin respuesta

- De esas 13.000 preguntas, ¿qué respuesta recuerda con más indignación?

- Muchas, especialmente en Fomento. Queremos saber qué cobran, por ejemplo, los miembros del chiringuito que se ha montado de Renfe Mercancías, donde se reúnen doce altos cargos nombrados por el PSOE pero que no hacen nada. Queremos saber, por ejemplo, el sueldo de la persona coordinadora de Cercanías del País Valenciano. El PSOE le creó el cargo al antiguo delegado del Gobierno, que no sabía dónde colocarlo. Hay un caos absoluto en Cercanías. Por ética un cargo público tiene que decir lo que está cobrando.

Si a mí, que soy un grupo afín, me tratan así comprendo cuando los grupos de la derecha se enfadan con el PSOE por ese tipo de respuestas

- Compromís gobierna con el PSOE en la Comunidad Valenciana. ¿Entran sus preguntas en conflicto con esa realidad?

- Es cierto que gobernamos juntos en la Comunidad y en muchos ayuntamientos y diputados y fuimos un partido que hicimos posible el cambio de gobierno, votando a favor de Pedro Sánchez en la moción de censura. Les suelo recordar que somos socios porque es una falta de respeto total. Si a mí, que soy un grupo afín, me tratan así comprendo cuando los grupos de la derecha se enfadan con el PSOE por ese tipo de respuestas. También es verdad que con los ministerios de Unidad Podemos nunca he tenido ese problema. Son muchísimo más transparentes.

- ¿Por qué ocurre esto con el PSOE?

- El PSOE tiene mucha soberbia en general. En el debate de los Presupuestos daban por hecho que votaríamos a favor.  Aquí presentamos 300 enmiendas. El año pasado fueron 1000 enmiendas. Y no se dignan a hacer un mínimo gesto de reconocer el trabajo hecho. Pecan de creer que nos tienen ya domesticados. En el Senado, como ya tienen numéricamente asegurados los apoyos de Bildu y Esquerra Republicana, nos ignoran.

En el PSOE pecan de creer que nos tienen ya domesticados. Señores ministros, ustedes están ahí porque hicimos posible el cambio

'Apocalipsis zombi'

Un desprecio que Mulet se ha cobrado esta semana, como quien espera paciente su vendetta. La enmienda 3702 retrasó hasta el próximo martes la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales y asume literalmente un mandato de la Cámara de 2020 para proteger las lenguas minoritarias. “Lo de las respuestas del PSOE es un maltrato al propio funcionamiento de las Cortes Generales. Cuando estaba Mariano Rajoy nos quejábamos. Yo mismo hice una pregunta saliéndome de la norma sobre el 'Apocalipsis zombi' porque les había formulado 600 preguntas sobre el resto símbolos y calles con nombre franquista y me habían contestado con un párrafo. Ahora, con el PSOE, es peor. Tienen una soberbia incluso mayor que la del PP. Y es duro reconocerlo porque, señores ministros, ustedes están ahí porque hicimos posible el cambio”, detalla.

Mulet ha preguntado por casi todo. Por cada uno de los municipios de la Comunidad Valenciana; por el estado del concurso para la recogida, reubicación y traslado de las poblaciones felinas del Aeropuerto de Madrid-Barajas, que había quedado desierto; por la asistencia católica en los centros de salud alegando que su presencia vulnera la “aconfesionalidad del Estado consagrada en la Constitución”; o el uso con permiso o sin él Piolín, El Pato Lucas o El Coyote” en los barcos que trasladaron a Barcelona a los guardias civiles para el despliegue del referéndum del 1-O. “Es que únicamente trascienden las anécdotas. De las 13.000 preguntas que he realizado se conocen 3 ó 4 y, si solo sabes esas, te quedas con la sensación de que estoy al límite del frikismo y del personaje”, lamenta.

El Independiente, una de sus múltiples fuentes

Mulet pregunta igual que respira o lee. Interroga al Gobierno a partir de lo que le cuentan, ya sea en Valencia o en sus partidos hermanos en otros territorios, desde la Chunta en Aragón a Coalición por Melilla o Unión del Pueblo Leonés. Los medios de comunicación, entre ellos El Independiente, se cuentan entre sus fuentes. "Es un buen ejercicio. Leo algo en un periódico y formulo una pregunta. Quizás cuando se publica, se muere, y con mi pregunto consigo hacer un seguimiento. A veces logra que se solucione un problema", narra.

Del Sáhara a RTVE, sus últimas refriegas

En su lustro como senador ha librado muchas batallas. Las últimas y más acérrimas contra el actual ministro de Exteriores José Manuel Albares por el contencioso histórico del Sáhara Occidental o contra el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, a quien acusa de mentir en su justificación del veto a la cobertura informativa en los campamentos de refugiados saharauis. “¿Va a dimitir después de intentar mentirnos?”, le lanzó por escrito Mulet. “No. Jamás he mentido en mis comparecencias parlamentarias”, declaró Pérez Tornero. “Es de vergüenza. Es que se nos miente a la cara. Y se terminará demostrando que lo que dice es mentira”, pronostica.

Es de vergüenza. Es que se nos miente a la cara. No existe ningún tipo de mecanismo para poder fiscalizarles cuando lo que te contestan no es lo que tú has preguntado

- Me pregunto si no tiene la percepción de si no le responden, siendo senador, qué sucederá con un ciudadano que pide información a través del portal de Transparencia

- Completamente. No hay ninguna penalización cuando no se contesta a lo que se les pregunta. Yo exijo datos objetivos y muchas veces un sí o un no. Y sueltan una parrafada que resulta imposible saber lo que contestan o te remiten a una web y acudes a esa web y la información que has pedido no está. Y no pasa nada, absolutamente nada. No tiene ningún tipo de repercusión y, en teoría, es un derecho muy blindado el que tengo yo a acceder a esa información. Las respuestas a mis preguntas constan en boletines oficiales y, si no pasa absolutamente nada, imagínese una persona de la calle cuando quiera plantear algo. No existe ningún tipo de mecanismo para poder fiscalizar lo que te contestan y que tengan que rendir cuentas cuando lo que te contestan no es lo que tú has preguntado.

Curtido en los pasillos de la Cámara, Mulet reconoce que ha ido aprendiendo de los errores y los portazos previos. “Lo de Bárbara Rey lo formulé sin hablar de la figura del rey porque pensé que podían vetarla. He aprendido la lección e intento darle la vuelta a las cosas, hacerles la envolvente”, comenta con media sonrisa. “Surgió de la ocurrencia de un compañero. Me dijo: ‘Oye, siempre te vetan, tírale por ahí’”, apunta. El senador más preguntón ya adelanta que no tiene intención alguna de hacer propósito de enmienda. “Preguntamos sin éxito por los viajes de las infantas a Abu Dabi o el coste de seguridad de mantenerlo allí. Siempre que podemos, intentamos meter el dedo en la llaga, como republicanos convencidos que somos. Y si viene el emérito, aprovecharemos para hacerle preguntas incómodas.”