El sprint final de 2021 ha sido especialmente intenso para Francisco Igea (Valladolid, 1964), que nunca pensó que a un año y medio de las siguientes autonómicas cambiaría sin previo aviso los pasillos de las Cortes por los del hospital. "He recordado que sabía hacer otras cosas al margen de la política", reflexiona. Cuando Alfonso Fernández Mañueco decidió convocar elecciones por una presunta operación orquestada por Ciudadanos y PSOE, él estaba en la radio. "¿Qué cojones piensas de tu población?", estalló, negando la mayor sobre las acusaciones de su socio. Minutos después recibió una llamada del presidente del PP comunicándole formalmente su cese y el de todos los consejeros de Ciudadanos. Las elecciones se celebrarán el 13 de febrero, e Igea tratará de salvar a la marca naranja del naufragio definitivo. Y la próxima afrenta en las urnas, según desliza a El Independiente, podría ser su última batalla política.
Mientras tanto, 'Paco' Igea ha convertido la precampaña en una auténtica batalla campal contra Pablo Casado y Alfonso Fernández Mañueco, "un personaje absolutamente deleznable" por su "traición" a Castilla y León. No descarta llegar a un acuerdo con el PSOE de Luis Tudanca, y desvela que si Ciudadanos vuelve a tener la llave gubernamental -el PP se sitúa al borde de la mayoría absoluta- les extenderá una condición "inexcusable": Mañueco no será presidente.
Pregunta.- Hace unas semanas, Inés Arrimadas abrió la puerta a unas listas conjuntas con el PP en Andalucía. ¿Da por descartada esa opción en Castilla y León?
Respuesta.- Ni se me pasa por la imaginación después de lo que ha sucedido. Es un escándalo mayúsculo. No se han planteado unas listas conjuntas, pero si alguien me plantea semejante cosa, cojo y me voy. Y lo dice el señor que hace una semana estaba totalmente dispuesto a una coalición. Pero en política no vale todo. Y lo que ha hecho el presidente es absolutamente inaceptable, no por haber traicionado a Ciudadanos, sino por engañar a la población, por romper el pacto sin excusa y por mentir públicamente. ¿Cómo voy a plantearme yo ir en coalición con semejante farsante?
P.- ¿Mantendría la oferta en Andalucía?
R.- Claro. Allí se han hecho las cosas de otra manera. Yo hasta el lunes [20 de diciembre] también estaba muy satisfecho con el acuerdo con el PP. Pero no voy a volver a firmar nada con un hombre que no tiene palabra.
P.- Si obtiene representación y de usted dependiese de nuevo la gobernabilidad en Castilla y León, ¿rechaza por completo un nuevo acuerdo con el PP?
R.- Pondría dos condiciones. La primera es que el PP aceptase como mínimo el acuerdo que ya había firmado con ellos. Lo primero es el programa. Pero la segunda condición inexcusable sería que el presidente no fuera Alfonso Fernández Mañueco.
Si alguien propone listas conjuntas en Castilla y León, cojo y me voy
P.- Pero tendría en sus manos, quizá, evitar que Vox entrase en la Junta.
R.- Esa posibilidad la ha abierto Mañueco. Quien apuesta por Vox es el PP. De hecho, en estos momentos es dudoso que haya algo en la cabeza de los dirigentes del PP que no sea acabar gobernando este país con Vox. Y este señor que les habla no va a gobernar nunca con Vox, nunca.
P.- ¿Estaría abierto en estos momentos a explorar un pacto con el PSOE de Luis Tudanca?
R.- Estoy dispuesto a hacer con el PSOE exactamente lo mismo que he hecho con el PP: acuerdo programático poniendo como mínimo las políticas aprobadas en el acuerdo con el PP. No voy a cambiar mis políticas porque el pacto sea con un señor u otro. Lo primero es el programa. Luego vendrán las presidencias y comprobar las condiciones de seguridad que se dan para una coalición estable.
P.- El PP le acusa de dar aliento a Sánchez a nivel nacional abriéndose a un pacto con Luis Tudanca.
R.- Votar a Ciudadanos es votar a Ciudadanos. Aquí no se presenta Pedro Sánchez. Me van a permitir que a partir de hoy hable de los problemas de esta comunidad. De Pedro Sánchez no toca ni voy a hablar. No voy a dejar que Castilla y León caiga en la trampa de ser un felpudo, no me van a enredar en ese asunto. No puede ser que todo se reduzca al sanchismo. Cualquiera que me pregunte me va a encontrar con la respuesta más contundente que pueda darle. Aquí se habla de Castilla y León. Y si quiere hablar de otra cosa, vuelva cuando haya generales.
Estoy dispuesto a llegar a un acuerdo con el PSOE, igual que lo hice con el PP
P.- ¿Alguna vez hubo una moción de censura encima de la mesa después de que fracasase la de marzo de 2021?
R.- Posteriormente se podrían haber presentado 725, pero el gobierno estaba funcionando bien. No nos íbamos a censurar a nosotros mismos. Y decir que lo íbamos a hacer para convocar elecciones es cinismo, falsedad, hipocresía y todo lo que se diga es poco.
P.- ¿Alguna vez recibió usted o alguno de sus procuradores una llamada del PSOE para tantear una operación contra Mañueco?
R.- No. Nunca.
P.- Aunque diga que le pilló por sorpresa, el adelanto electoral llevaba meses rondando los mentideros del PP. ¿Nunca sospechó que pudiese ocurrir?
R.- Claro que nos planteábamos que esto podía suceder. Pero lo que hicimos fue trabajar con honestidad e integridad para que no sucediera. No trabajamos con una calculadora o moviendo las encuestas. Y quien sí lo ha hecho se ha olvidado del sufrimiento de la gente, les ha tendido una trampa. Es una absoluta ignominia y una vergüenza. No puede ser que en España cosas como la que ha hecho Mañueco salgan gratis. Es un personaje absolutamente deleznable.
P.- Usted fue uno de los pocos dirigentes de Ciudadanos que en 2019 defendió explorar acuerdos también con el PSOE, y no dárselo todo al PP. ¿Se arrepiente de haber confiado en el PP y en la directriz que le dio la dirección de su partido?
R.- De lo único que me puedo arrepentir es de que no me hicieran caso. Yo siempre he sido leal con mi conciencia, he procurado hacer y decir lo que pensaba que era correcto. Ser leal con mi partido implicaba decir lo que me resultaba incómodo, pero también aceptar que su mantenimiento era mucho más importante que mis discrepancias. Creo que me he comportado como una persona honrada.
P.- ¿Diría que la culpa es de Albert Rivera? ¿Del "error" estratégico de dar todas las presidencias autonómicas del PP?
R.- Hemos cometido muchos errores, pero no se le puede achacar todo a él. Albert Rivera es una persona con una historia política con muchas luces y muchas sombras. Pero en la reunión en la que se decidió aquello estábamos 40 personas. Todos tenemos nuestra responsabilidad y hay que asumirla. Los que hablamos y los que callaron.
P.- En aquel momento Inés Arrimadas también apoyó la directriz de Albert Rivera de pactar sólo con el PP.
R.- Y le honra reconocer que aquello fue un error. A mí me alegra coincidir con ella.
P.- ¿Ha hablado con Alfonso Fernández Mañueco desde el terremoto del día 20?
R.- ¿Cómo voy a hablar con este tipo? ¿Es que todo es mentira aquí? ¿Todo vale? ¿Es todo una obra de teatro? ¿Nadie siente lo que hace? No ha habido ninguna interlocución.
P.- Con la que sí habló Mañueco justo antes del adelanto fue con Inés Arrimadas. ¿Sabe de qué hablaron?
R.- Sé lo que sabe todo el mundo, porque es lo que Inés me ha contado y naturalmente la creo. Le mintió y dijo que no iba a convocar, y es lo mismo que hizo conmigo. Pero si hay algo sucio en esta maniobra es que además el presidente intente enfangar a Inés Arrimadas con esa llamada. Es una operación propia de una persona cobarde, que no merece el puesto que ocupa.
P.- ¿Cree que Ciudadanos debería dejar caer los gobiernos de Andalucía, Madrid o Zaragoza por la "traición" del PP y explorar acuerdos con el PSOE?
R.- ¿Debería ser Ciudadanos tan canalla como el PP? No debería.
Puede que yo sea un pardillo, pero hacen falta muchos pardillos en este país
P.- ¿No teme que lo que les ha sucedido en Madrid y en Castilla y León les pueda suceder en otros territorios?
R.- No me preocupa lo que piensen otros. Pero que nosotros nos planteásemos igualarnos al PP en el juego me crearía serias dudas morales sobre este oficio. ¿Es que nadie va a jugar limpio? ¿Nadie se plantea no hacer trampas? ¿Intentar cumplir sus pactos? Parece que sólo es posible la mentira en la política, y encima te dicen que eres un pardillo por creértelas. Puede que yo sea un pardillo, pero hacen falta muchos pardillos en este país. De hecho, estoy orgulloso de serlo.
P.- ¿Cree que la crisis con Ayuso ha influido en Génova para pisar el acelerador electoral?
R.- Conozco a Alfonso desde hace dos años y medio, y no es precisamente un paracaidista de salto libre. No se tira si no tiene otro de emergencia, correa y si abajo hay no hay agua. Esto no lo ha hecho sin autorización. En Madrid uno podía tener temores fundados o infundados después de lo de Murcia, pero es que en Castilla y León ya hubo una moción y la rechazamos. No hicimos nada que pudiese poner nervioso a Mañueco, que ha hecho una ópera bufa de lo de Madrid, una parodia. Estamos ante un señor que se ha puesto una peluca con rizos, un tatuaje y ahora es 'ayuser'. Y lo que está haciendo es el ridículo.
P.- Ayuso convocó por temor a una moción de Ignacio Aguado, pero también llevaba tiempo queriendo abrir las urnas aunque Casado se oponía. ¿Quién diría que influye más en la estrategia del PP? ¿Génova o Sol?
R.- No lo sé, pero si hay alguien trazando estrategias en Génova, lo cual es dudoso, no sé qué es lo que pretende. Un partido que quiera gobernar este país tiene que ocupar el centro. Quien ocupa el centro, gobierna. Y en lugar de hacer eso, el PP le ha escupido e insultado. El PP sólo ofrece a los españoles un Gobierno con Vox. Esa es la esperanza de este país.
P.- Usted e Inés Arrimadas han pasado por algún que otro altibajo. Perdió las primarias contra ella y en la dirección nacional le tachaban de verso libre. ¿Cómo está ahora mismo su relación?
R.- Nunca hemos tenido una mala relación personal. Puedo tener discrepancias sobre el funcionamiento de los partidos, no sólo del nuestro. Pero lo planteé donde lo tenía que plantear. Presenté una candidatura y perdí. Pero si crees que sólo puedes hacer política con quien te llevas bien... tienes un problema.
Casado ha escupido el centro y sólo ofrece a los españoles un Gobierno con Vox
P.- ¿Cuál diría que ha sido el principal error político de Inés Arrimadas? ¿Cómo explica el hundimiento que ha experimentado el partido en los dos últimos años?
R.- Creo que uno de los errores más graves que se pueden cometer en política es no hacer las tareas cuando tocan. Hay un tiempo para cada cosa. Hay tiempo para lanzar piedras y otro para recogerlas. Pero los tiempos como este de campaña son tiempos para bailar, para pelear. Y yo haré las cosas que tenga que hacer en su momento.
P.- ¿Y qué le dicen sus encuestas? ¿Se ve con posibilidades para revertir las que dicen que o desaparecerán u obtendrán un sólo escaño?
R.- Las encuestas dicen muchas cosas. Yo sí creo que hay margen. Estamos comprobando cómo existe una gran valoración a nuestra acción de gobierno y bastante incomprensión respecto al adelanto electoral. Nadie se cree los motivos. Vemos también cómo la gente rechaza que se utilice a la comunidad por intereses propios, que lo único que hace es engordar a los partidos pequeños. La España Vaciada nace del desafecto, y esta convocatoria es el mayor acicate del crecimiento de los partidos de la España Vaciada que he visto nunca. Es tal el desprecio y el insulto de Pablo Casado a Castilla y Léon que a ver qué ocurre con estos partidos en las urnas.
P.- ¿Se juega Ciudadanos su espacio político el próximo 13-F?
R.- Queda partido. Nosotros vamos a intentar a hablar de comunidad, y ellos de sanchismo. Ahí va a estar la diferencia.
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