Vox mira al nuevo año con optimismo. Su progresivo crecimiento en las encuestas paralelo al desgaste del PP por la crisis entre Génova y Ayuso les lleva a mantener el objetivo que ya comenzaron a proyectar a finales de 2021 y que prometen cumplir en 2022: Vox quiere utilizar su fuerza para entrar en gobiernos autonómicos y ensayar en los territorios el modelo que aspiran a implantar en la arena nacional, que no es otro que condicionar al PP de Pablo Casado en un futuro e hipotético ejecutivo de coalición.

Y la primera prueba llegará antes de lo previsto: el próximo 13 de febrero medirán cuál es su fuerza real en las urnas de Castilla y León. En las últimas autonómicas obtuvieron un único procurador, pero los nuevos comicios -para los que aún no tienen un candidato oficial- podrían otorgarle a Vox una horquilla de entre cinco y 10 escaños según los últimos sondeos publicados. La influencia de Vox dependerá también de la fuerza que logre el popular Alfonso Fernández Mañueco, que podría quedarse a las puertas de la mayoría absoluta y necesitar de los de Santiago Abascal para reeditar su mandato en la Junta. Será el primer escenario en que Vox decidirá si lleva su órdago de entrar en todos los ejecutivos autonómicos hasta el final, a sabiendas de que Pablo Casado rechaza por completo ese escenario.

Con la incógnita de cuál será finalmente la relación entre Vox y PP tras las elecciones de Castilla y León y Andalucía, los de Santiago Abascal afrontan esta nueva etapa en su mejor momento a nivel interno. Según trasladan fuentes de la formación, Vox cerró 2021 con más de 65.100 afiliados, un 12,2% más que en las mismas fechas que el año anterior. En la dirección de la formación aseguran que uno de los saltos más significativos del año en materia de afiliación se produjo dos semanas después de la celebración de su particular cónclave político en el recinto de IFEMA, en Madrid, tras el que Vox sumó a 1.700 nuevos adscritos.

Con todo, la fuerza interna de los de Santiago Abascal -que se estrenaron en el Congreso de los Diputados hace menos de tres años-, aunque mejora y goza de buena salud, sigue muy lejos de la que conserva el PP. Según los últimos datos actualizados de los populares, el partido liderado por Pablo Casado inició 2021 con unos 778.000 militantes, unos 83.300 adscritos menos que cuando Pablo Casado tomó las riendas populares tras imponerse en el Congreso Nacional de 2018 a Soraya Sáenz de Santamaría, cuando el partido hegemónico de la derecha cifraba su fortaleza en más de 861.000 afiliados.

A años luz se encuentra el brío interno de Ciudadanos, que arrancará 2022 con la previsión de perder a la mitad de sus afiliados activos. Según se desprende del informe de previsiones económicas del partido naranja para 2022, los liberales dejarán de ingresar el 47,65% de las cuotas de sus afiliados en el año que comienza. Ciudadanos resistirá con unos 9.500 afiliados en cartera, un 72% menos que el pico de militancia que alcanzó el partido en abril de 2019, cuando superaron los 34.000 adscritos activos. La formación que entonces dirigía Albert Rivera llegó a escalar hasta los 57 diputados en el Congreso de los Diputados en su mejor momento. Vox, con 52 escaños en la Cámara Baja, dobla casi tres años después el mejor dato de afiliación que lograron los liberales en su día.

La demoscopia da alas a Vox

Vox no se ha movido ni un ápice de su posición como tercera fuerza política desde que logró 52 escaños en el Congreso de los Diputados tras la repetición electoral de 2019. Casado conserva la primera posición en la mayoría de los sondeos, pero el PP perdió fuelle en la trayectoria ascendente que se aceleró tras el 4-M desde que estalló la crisis con Isabel Díaz Ayuso en otoño de 2021, un desgaste del que se alimentó Santiago Abascal.

El de 'IMOP Insights' para El Confidencial es uno de los estudios que dan cuenta de esa tendencia y el que ha otorgado hasta la fecha una de las horquilla más altas a los de Santiago Abascal en los sondeos. Su encuesta más reciente, publicada el pasado 23 de diciembre, revelaba cómo el PSOE volvía a superar al PP en una encuesta en cuanto a porcentaje de voto (25,7% de los socialistas frente al 24,7% de los populares), mientras que Vox escalaba al 19,1% de los votos y a los 68 escaños. La anterior encuesta de la mencionada casa demoscópica, publicada el pasado 9 de diciembre, auguraba que los de Santiago Abascal obtendrían el 18,2% de los votos de abrirse en ese momento las urnas, mientras que los de Pablo Casado lograban conservar el 25,8% de los apoyos, aún una décima por encima del PSOE.