"Si hay una descarada planificación por parte de los distintos grupos políticos para asfixiar al Gobierno, no nos quedará más remedio que disolver". El pasado mes de noviembre, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, respondía así en el diario El Mundo a la pregunta que lleva meses persiguiéndole. Hace tiempo que el adelanto electoral lleva planeando en la región, pero ya entonces el barón popular mantenía el compromiso de agotar la legislatura siempre y cuándo PSOE y Vox no torpedeasen ese propósito. Pero los presupuestos no salieron adelante, y la alta tensión política en San Telmo llevaron a Moreno a poner dos posibles fechas en el horizonte: las elecciones se celebrarían en "junio u octubre", en función de si el parlamento autonómico se convierte o no en "una máquina de destrucción política".
No obstante, y pese a la determinación de Juanma Moreno, hay sectores en el PP, tanto en la cúpula nacional como entre los populares andaluces, que no descartan el escenario de abrir las urnas antes de lo previsto y se suban de forma inmediata a la ola del popular Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León -que podría rozar la mayoría absoluta el próximo 13 de febrero- para firmar un resultado semejante en la Junta de Andalucía. Juanma Moreno pospuso al mes de febrero cualquier decisión al respecto, justo en el momento en que regresarán las sesiones al parlamento andaluz tras el parón de enero.
Las fuentes consultadas subrayan que la idea que empieza a moverse por las cuitas internas es la de estar preparados para comicios en mayo o, incluso, abril. Y los motivos son diversos. En el caso de Andalucía "estarían mucho más justificadas" que en Castilla y León, donde Mañueco convocó por sorpresa el pasado 20 de diciembre a raíz de una supuesta operación interna orquestada por PSOE y Ciudadanos para desbancarle del poder, una versión desmentida por todas las partes implicadas. "Aquí nos han declarado directamente la guerra", sentencian en el PP andaluz, en alusión a la "pinza" PSOE-Vox que "asfixia" a la coalición de PP y Ciudadanos que, al menos de momento, sí goza de buena salud.
Las mismas fuentes señalan que en febrero llegarán dos proyectos clave a sede parlamentaria, cuyo bloqueo por parte de PSOE y Vox pueden resultar determinantes para abrir las urnas sin más demora. La más importante del paquete legislativo es la tramitación de la Ley de Economía Circular, vital para el impulso de la ambiciosa "revolución verde" que pretende implantar el presidente andaluz en la región. "Si nos la rechazan, estaremos ante un escenario de elecciones", suscriben los populares andaluces.
"Inquietud" por las encuestas
Más allá de la imposibilidad manifiesta de avanzar en proyectos legislativos, la teoría de que Moreno no espere finalmente a junio cobra fuerza por la "inquietud" que recorre a cargos de Génova y de la dirección regional por el freno que atisban tanto en sus cálculos internos como en encuestas públicas, un nerviosismo acrecentado por la trayectoria ascendente de Vox a nivel nacional y que resulta fácilmente extrapolable a la región andaluza.
Según trasladan las citadas fuentes y de celebrarse hoy elecciones, Juanma Moreno aún se haría con una cómoda victoria, si bien su horquilla máxima ha pasado de rebasar los 50 escaños -la mayoría absoluta se sitúa en los 55 diputados- a los 45 o 46, una caída que en el partido ven significativa porque de ella se alimenta eminentemente Vox. Durante el verano de 2021, el Barómetro del Centro de Estudios Andaluces ubicaba a Juanma Moreno entre los 48 y los 52 escaños. En octubre, el instituto demoscópico de la Junta avanzó que el éxito de los populares estaría entre los 47 y los 51 diputados. Y en diciembre, el último barómetro conocido ubicaba la horquilla del PP entre los 44 y los 46 escaños.
Este resultado no desdibujaría una victoria rotunda de Juanma Moreno, que crecería unos 20 escaños respecto a su resultado de 2018, pero fuentes populares advierten que "no podemos caer por debajo de los 45 escaños" y dejar un espacio que Vox, capitaneado previsiblemente por Macarena Olona, puede aprovechar para intentar entrar en el gobierno autonómico, lo que acabaría con la estrategia que Pablo Casado quiere mantener al menos hasta las elecciones generales de 2023: los gobiernos autonómicos del PP de aquí a entonces deben ser en solitario.
En estas circunstancias, adelantar las elecciones a primavera y convocar justo después de las de Castilla y León "nos permitiría subirnos a la ola" de un resultado óptimo y de un PP "consolidado" que, además, ha dejado temporalmente aparcada la batalla entre Génova y Ayuso por el control del PP de Madrid. Pulsar el botón de adelanto electoral antes de que termine febrero -deben convocarse con 54 días de antelación- permitiría incluso pillar con el pie cambiado a la fragmentada izquierda andaluza, con el proyecto de Yolanda Díaz aún por cuajar.
Y las piezas del tablero han comenzado a moverse. La pasada semana, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, intervino telemáticamente en el congreso del PP de Almonte (Huelva) para, después, dejarse ver por tierras onubenses varios días después junto a la secretaria general del PP andaluz, Loles López, mostrando de nuevo un partido cohesionado que ha superado las rencillas del pasado. Por su parte, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, también quiso trasladar la semana pasada de forma extraordinaria la reunión de su Consejo de Gobierno a Almería para 'mimar' un territorio donde Vox cuenta con especial fortaleza.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 RTVE, a puerta cerrada: habrá bajada de sueldos de directivos
- 2 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 3 Perdóname, Pedro, por haber desconfiado del fiscal y de tu palabra
- 4 Taleb Al Abdulmohsen: así es el autor del atropello en Alemania
- 5 Orban dinamita la UE al dar asilo al Puigdemont polaco
- 6 La 'operación Alegría' en Aragón reactiva la presión sobre Montero para que lidere el PSOE andaluz
- 7 El extraño caso del teléfono vacío
- 8 Las mejores series de Apple TV+ para ver en Movistar+
- 9 Maduro apresa a líderes como Jesús para evitar protestas enero