Casi dos millones de euros anuales. Es el coste de los ex funcionarios prejubilados que ya no trabajan en el Parlament pero siguen cobrando su sueldo íntegro, gracias a la licencia por edad. Una licencia introducida en 2008 de la que solo disfrutan los funcionarios de la cámara catalana, que ha abierto un nuevo frente en la política catalana después de que el diario Ara denunciara esta prebenda.
La Mesa del Parlament ha acordado este martes por unanimidad dar marcha atrás en la reforma del régimen de las licencias por edad acordada hace apenas tres semanas a propuesta de Laura Borràs, para revertir totalmente este beneficio. Esa reforma reducía de cinco a tres años el periodo de prejubilación dorada para los funcionarios del Parlament, que pueden seguir cobrando su sueldo sin acudir a su puesto de trabajo.
Antes del encuentro, ERC se ha desvinculado de esa reforma y ha reclamado "la necesidad de buscar un acuerdo que sea justo y viable en relación al régimen de los trabajadores de la cámara". Ahora, la Mesa debe abrir la negociación con los representantes de los trabajadores para anular esa licencia de edad de forma completa.
Borràs afirma que fue la primera en poner coto
Tras la denuncia realizada por el diario Ara, la actual presidenta, Laura Borràs (JxCat) se apresuró a asegurar que ella ha sido la primera en intentar poner coto a esta situación. Y señalaba a sus predecesores por no haber hecho nada al respecto. El presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonès, se escandalizaba por el privilegio de los trabajadores del Parlament respecto al resto de los funcionarios autonómicos y la portavoz de Esquerra se declaraba sorprendida por los hechos.
Pero lo cierto es que fue un republicano el que creo este régimen especial: Ernest Benach. Lo hizo en 2008, con el apoyo de todos los grupos representados entonces en la Mesa: CiU, PSC, ICV y PP, además de los republicanos. Sólo Cs, con tres diputados recién estrenados, estaba entonces fuera del gobierno de la cámara.
Sueldos recuperados
Desde entonces, los sueldos de los diputados han permanecido congelados hasta la subida del 1,1% de 2020. Los funcionarios del Parlament, por su parte, sufrieron el recorte del 5% aplicado por el Govern de Artur Mas en 2011, en forma de supresión de pagas extras. Unas pagas devueltas en los últimos ejercicios por el Govern a todos los empleados públicos.
Además de recuperar esas pagas extras, los funcionarios del Parlament han disfrutado en los últimos años de subidas del 2%, que junto a los trienios han permitido que los altos funcionarios de la cámara cobraran muy por encima de sus máximos responsables políticos.
Benach argumentaba tras hacerse públicos estos sueldos que "leer una noticia de 2008 con el contexto de 2022 no acaba de ser exacto" recordando que el acuerdo se adoptó por unanimidad en un ejercicio pre-crisis. Pero solo un año después se congelaba el sueldo de los diputados, y en 2010 se proponían rebajas de entre un 8% y un 15% a los electos.
Por contra, se mantuvo el acuerdo sobre trienios del 5% del sueldo a los funcionarios de la cámara, y una "licencia de edad" que no existe en ningún otro ámbito público ni privado. El resultado, el hasta hace poco secretario general del Parlament, Xavier Muro, disfrutaba de un sueldo de 250.000 euros anuales gracias los trienios, muy por encima del presidente de la cámara, de 155.000 euros.
Borràs, ejemplo de transparencia
En este contexto, ERC se escandaliza mientras JxCat defiende la gestión de Borràs y la oposición reclama explicaciones. La vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, ha reivindicado este lunes el "trabajo de transparencia" hecho por la presidenta del Parlament, Laura Borràs, pese a que el Ara ha tardado nueve meses en conseguir la información, tras repetidas quejas a la comisión de transparencia del Parlament.
"Hay un cambio radical desde la entrada de Borràs", con una situación que "existía desde 2008 y ella ha enderezado". Artadi advertía, sin embargo, que "no se puede actuar de forma retroactiva" para explicar que los privilegios se mantengan para los funcionarios que ya disfrutan de esta figura.
Más sorprendente es la reacción de la portavoz de ERC, asegurando que no conocía esta situación. Los dos últimos presidentes del Parlament, Carme Forcadell y Roger Torrent, pertenecen a Esquerra y firmaban las nóminas cada mes. Pese a ello, Vilalta asegura que se quedaron "muy sorprendidos" cuando conocieron esta información y que no comparten este régimen de sueldos.
El PSC se lava las manos
La portavoz del PSC, Elia Tortolero, defiende que "los funcionarios cobren de forma justa por la labor que han hecho y que no haya privilegios para nadie", y ha recordado que el PSC no dirige la Mesa del Parlament ni toma decisiones sobre el ámbito de Recursos Humanos desde hace 12 años.
Mucho más duro se ha mostrado el portavoz de Vox, Antonio Gallego, quien ha comparado el Parlament con "la cueva de Alí Babá". Para Gallego "es un insulto a los catalanes que madrugan” que la cámara mantenga un "privilegio inaudito que no tiene comparación en el mercado privado común ni en la administración de la Generalitat". Entre esos trabajadores, ha destacado el diputado de Vox, se da el caso de personas que ganan el doble que un ministro de España.
Para el popular Alejandro Fernández "es un escándalo" que 21 trabajadores del Parlament han cobrado sin ir a trabajar. Advierte además que las explicaciones de Borràs son "totalmente insuficientes, porque no desmiente que hayan cobrado esas cantidades".
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