La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se ha mostrado confiada en que el Congreso de los Diputados convalidará este jueves la reforma laboral, aunque ha advertido de que "hasta que haya terminado la votación no hay por qué echar las campanas al vuelo".

En una entrevista en Onda Cero antes del Pleno que debatirá la reforma, la vicepresidenta ha apuntado que el Gobierno trabaja "intensamente" para recabar el máximo apoyo parlamentario a una "buena" reforma laboral, que previsiblemente se convalidará con el apoyo de Ciudadanos y partidos pequeños, pero no de los socios tradicionales del Ejecutivo, PNV y ERC.

Calviño ha insistido en que la reforma cuenta con el acuerdo de los agentes sociales, por lo que el apoyo parlamentario "tendría que ser unánime", y ha recordado que todavía quedan cuestiones pendientes de regular en materia laboral, como la ley de empleo o la digitalización de los servicios de empleo.

Así, aunque ha admitido que podría ajustarse algún aspecto de la normativa, ha insistido en que su objetivo es dotar de un marco laboral estable en el tiempo.

Con respecto a si esta reforma supone un cambio de tendencia en los apoyos parlamentarios del Gobierno, Calviño se ha limitado a apuntar que "cada una de las votaciones y procesos tiene sus propias dinámicas" y ha confiado en que el Ejecutivo logrará "sacar adelante todos los proyectos" que presente. 

A su juicio, la reforma laboral, que es fruto del acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales, debería tener un respaldo "unánime" del Parlamento porque es buena para el país, introduce estabilidad, seguridad jurídica y paz social y aborda problemas que el mercado laboral "arrastra" desde hace décadas, como la elevada temporalidad o la precariedad del empleo.

"Quienes voten que 'no' tendrán que explicar por qué, porque, en la sustancia, no hay razones para votar en contra", ha subrayado la vicepresidenta, que ha señalado que las negociaciones del Gobierno con los grupos han consistido, sobre todo, en explicar las consecuencias de votar en positivo o negativo y reforzar la colaboración con los distintos grupos políticos.

Respecto al rechazo de ERC y Bildu a respaldar la reforma porque no deroga completamente la que hizo el PP en 2012, Calviño ha pedido que "se deje de mirar al pasado" y se mire hacia al futuro, como han hecho sindicatos y empresarios en este acuerdo.

Preguntada por si el Gobierno estaría dispuesto a modificar esta reforma laboral en lo que queda de legislatura para amarrar nuevos apoyos al texto, la vicepresidenta ha subrayado que se debe preservar lo pactado con los agentes sociales porque eso da "legitimidad" a la reforma.

"Si nosotros vemos que hay necesidad de ajustar cosas, uno no puede decir que nunca, pero el objetivo de esta reforma es darnos estabilidad en el tiempo. Hay que preservar el acuerdo tripartito porque eso da legitimidad a la reforma y permite aventurar que va a perdurar en el tiempo", ha dicho la vicepresidente, que ha añadido que cualquier otra reforma que se hiciera en el ámbito laboral partiría también del diálogo social y del acuerdo.