A tan sólo unas horas de la votación y con el Pleno ya iniciado, la convalidación de la reforma laboral seguía estando en el aire. Este jueves a primera hora, el diputado de UPN, Sergio Sayas, declaró estar en contra de apoyar el proyecto, dejando en el aire el sentido de su voto pese a la directriz que marcó la formación desde Pamplona a última hora del miércoles. "Todos los escenarios siguen abiertos", declaraba el diputado en Twitter. En la misma línea se expresó Carlos García Adanero, también contrario a la directriz de su partido porque "UPN no puede respaldar a Sánchez". No obstante, y según confirman fuentes de su entorno, los dos diputados han decidido plegarse a la hoja de ruta marcada por la dirección de la formación y votarán 'sí' a la reforma laboral. Eso sí, con la nariz tapada.
El Gobierno se aseguró ayer la aprobación de la reforma laboral por la mínima. Las cuentas son tan ajustadas que el baile de un sólo diputado puede cambiar el resultado de la votación, que saldría adelante si se consigue mayoría simple (más 'síes' que 'noes'). Con el rechazo de sus socios habituales, Sánchez ha abierto la puerta de la derecha explorando la 'vía Ciudadanos' con resultados aparentemente satisfactorios, lo que enerva a los socios morados y altera el bloque de investidura en el ecuador de la legislatura.
En este momento, Sánchez suma 176 'síes' a la reforma laboral: los 154 diputados de PSOE y Unidas Podemos -la coalición gubernamental obtuvo 155 escaños, pero los morados aún no han sustituido al ex diputado Alberto Rodríguez-; 9 de Ciudadanos; 4 del PDeCAT; los tres de Más País y Compromís; y los representantes del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), Teruel Existe, Coalición Canaria y Nueva Canarias. A todos ellos se sumaron anoche los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro, según anunció el líder del partido, Javier Esparza, en una rueda de prensa desde Pamplona.
Sin embargo, Sergio Sayas dejó en el aire su 'sí' a la reforma laboral pese a la hoja de ruta marcada por su partido. "Me cuesta mucho defender una posición que no comparto", aseveró el diputado a su llegada a la Cámara Baja, una opinión que comparte el otro representante de UPN en el Congreso, Carlos García Adanero. "UPN no puede respaldar a Sánchez, un presidente que cuenta con los votos de Bildu, mientras que en Navarra es socio prioritario de Chivite", manifestaba.
Con el 'sí' confirmado de los dos diputados foralistas, el bloque del 'no' suma en estos momentos 173 escaños: los de PP (88); Vox (52); ERC (13); PNV (6); EH Bildu (5); Junts (4); CUP (2); BNG (1) y Foro Asturias (1). A todos ellos se ha sumado el diputado díscolo de Ciudadanos adscrito al Grupo Mixto tras abandonar la formación naranja hace casi un año, Pablo Cambronero. Ante la ajustada votación que tenía ante sí, el PSOE tanteó, sin éxito, al ex dirigente liberal. "Presenté varias preguntas técnicas para conocer aspectos relevantes de la reforma laboral y sus posibles consecuencias, y no ha habido respuesta, ni escrita ni oral", denunciaba Cambronero en redes sociales.
El bloque de investidura comenzó a tambalearse casi en el momento en que el decreto salió del Consejo de Ministros el pasado mes de diciembre. La pretensión de ERC, Bildu y PNV de obtener cesiones de parte del Gobierno y modificar el texto pactado con los agentes sociales chocaba con la negativa del ala socialista del Ejecutivo a aceptarlo. La CEOE advirtió también desde el primer minuto que se caería del acuerdo si se modificaba "una sola coma" del texto acordado.
Fue entonces cuando el PSOE, en contra del criterio de Unidas Podemos, activó la 'vía Ciudadanos'. El partido que dirige Inés Arrimadas aceleró los contactos con la patronal y las conversaciones con el portavoz de los socialistas en el Congreso, Héctor Gómez. Tal y como adelantó El Independiente, los 'naranjas' ofrecieron a Pedro Sánchez una oferta que no podía rechazar: un 'cheque en blanco' para aprobar la reforma laboral, un 'sí' sin condiciones.
Pese a las reticencias de Yolanda Díaz, que trató de agotar en paralelo la vía de ERC y Bildu argumentando que con Ciudadanos no había aritmética posible, el PSOE fue sumando apoyos de los grupos minoritarios hasta imponerse los 'síes' a los 'noes', eso sí, por la mínima. Según fuentes de su entorno, la ministra de Trabajo mantuvo conversaciones con Esquerra hasta este mismo miércoles, pero sin éxito. "Aquí alguien se ha pasado de frenada pensando que firmaríamos como si fueran las tablas de Moisés", manifestó Gabriel Rufián, reiterando su rechazo a la reforma.
Este jueves, durante la defensa del decreto en la tribuna de oradores, Yolanda Díaz ha reconocido explícitamente el fracaso de la vía del bloque de investidura, y ha agradecido el apoyo de Ciudadanos y del resto de fuerzas minoritarias. En el listado de agradecimientos ha citado al PNV por discutir "en serio" algunos de los preceptos de la reforma laboral y sentarse en la mesa de negociación, un órdago velado a ERC y Bildu por negarse a hacer lo mismo. "Por mucho que lo busque, no encuentro un sólo motivo para votar en contra de esta reforma laboral", zanjaba.
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