Tres meses después de la brutal violación de una menor de 16 años en Igualada (Barcelona) la investigación sigue bajo secreto de actuaciones, sin detenciones ni novedades sobre los autores del ataque. La menor recibió el alta del Hospital de Sant Joan de Déu y el Ayuntamiento de Igualada ha comenzado la instalación de cámaras de videovigilancia en los accesos a la ciudad y el polígono en el que se produjo la agresión, pero nada se sabe de la investigación policial de los Mossos d'Esquadra. "La investigación sigue abierta, no hay novedades a comentar" responden desde la policía autonómica.

Lo sucedido en Igualada "es un drama, pero el silencio no implica que no se estén dedicando todos los esfuerzos" a resolver el caso, aseguraba recientemente el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena. Respondía así al diputado de Vox Sergio Macián, quien recordó al consejero que "85 días después de la violación de Igualada, sin detenciones, su silencio nos parece pavoroso".

La víctima, una menor de 16 años, recibió el alta hospitalaria después de más de un mes ingresada, las primeras semanas en cuidados intensivos, y varias intervenciones quirúrgicas. De la brutal agresión la víctima ha perdido el 90% de la capacidad auditiva en una de las orejas debido al fuerte golpe en la cabeza que recibió, y tendrá que llevar audífonos. También sufrió graves lesiones en los genitales.

Agresión la noche de Halloween

Los hechos ocurrieron la noche del 31 de octubre en el polígono industrial de Igualada. La menor había ido con unas amigas a la discoteca Èpic, con más concurrencia de la habitual por la fiesta de Halloween. La agresión se produjo de madrugada, cuando la víctima ya había abandonado la discoteca y se dirigía a la estación del tren para regresar a casa de su madre en Vilanova y la Geltrú.

La adolescente fue "salvajemente" violada y golpeada, según los responsables de la investigación. La encontró un transportista a primera hora de la mañana en un descampado, medio desnuda e inconsciente. El hombre dio la alerta a emergencias sobre las 7:30 horas. La víctima fue trasladada primero al hospital de Igualada y después a Sant Joan de Déu.

Desde entonces, los mossos han revisado cámaras, interrogado a las amigas de la víctima y a posibles testigos y seguido los contactos de la menor en los días previos, de momento sin resultados. Una de las principales hipótesis de los mossos señalaba a dos jóvenes que habían contactado con la víctima por internet días antes de los hechos.

Los dos investigados se encontraron con ella en la discoteca y pasaron buena parte de la noche con la víctima. Pero ambos han presentado cortadas totalmente creíbles y justificadas, que han hecho que la policía los descarte como posibles autores del delito.

La policía autonómica sigue buscando a los autores de la brutal violación grupal, pero chocan con la falta de testigos y situación de la víctima de la violación, que no ha podido aportar datos relevantes, ya que sufre un cuadro agudo de amnesia fruto de las agresiones sufridas.

Investigación a la discoteca y cámaras de vigilancia

Paralelamente, el Ayuntamiento ha iniciado un procedimiento contra la discoteca Épic ante la sospecha de que esa noche se excedió con mucho el aforo permitido por las restricciones Covid. Los servicios jurídicos "están estudiando" la apertura de expediente, confirman desde el consistorio, aunque advierten que se trata de un proceso sancionador que nada tiene que ver con la brutal agresión en las inmediaciones de la discoteca.

El consistorio ha comenzado ya la instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos de la localidad para mejorar la seguridad, tal como prometió el alcalde, Marc Castells, tras la agresión. No se trata de un proyecto ideado por la violación de la menor, advierten del consistorio, es un plan de seguridad aprobado dos años atrás y financiado con fondos europeos. Pero la agresión de la menor ha urgido a las actuaciones.

Hace dos semanas el Ayuntamiento instaló cinco de las 20 cámaras de videovigilancia y control de tráfico previstas. De ellas, una se encuentra en el acceso al Polígono Les Comes, donde se produjo la agresión, y otra en el cruce entre dos avenidas del polígono, junto a la discoteca Épic.

Es la respuesta a las peticiones formuladas por las asociaciones de vecinos de la ciudad tras la agresión, reclamando más seguridad al gobierno local. Las nuevas cámaras, una veintena, se suman a las 150 existentes en 20 puntos distintos de Igualada. También se abrió un expediente a la discoteca por no respetar el aforo del local y vender más entradas de las permitidas.