Derrotado en Londres y resucitado en Madrid. Jeremy Corbyn, el líder caído y repudiado de los laboristas británicos, ha sido recibido este lunes entre grandes alharacas por Podemos en un acto que sirve para lanzar su próximo órdago al PSOE: la reforma fiscal. Un desafío sin medias tintas que suscita malestar en su socio de coalición y que, además de sumar la complicidad del británico, ha contado en el auditorio con representantes de ERC y Bildu, una declaración cristalina contra la "geometría variable" que exhibió la convalidación de la reforma laboral.
"Quería dar especialmente las gracias a Corbyn. Eres un referente para todas las personas de Podemos. Os pido un aplauso para él. Gracias por venir", ha manifestado la secretaria general de la formación y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, al inicio de un acto celebrado en el Reina Sofía bajo el título de "Tax the rich: equilibrar la balanza fiscal". Una sonora lluvia de ovaciones ha cortejado la presencia del ex líder laborista. Podemos ha denegado la acreditación a El Independiente alegando "el limitado espacio de trabajo para prensa".
Corbyn, que ha denunciado "el secretismo bancario y la evasión fiscal", ha intervenido el último tras resistir estoicamente las intervenciones de Nacho Álvarez, secretario de Economía de los morados y secretario de Estado de Derechos Sociales; la ministra de Igualdad, Irene Montero; la abogada Susana Ruiz, responsable de Justicia Fiscal de Oxfam Intermón; y Carlos Cruzado, presidente de Gestha, el principal sindicato de técnicos del ministerio de Hacienda.
"Tenemos que abordar una reforma fiscal ambiciosa. Que de una vez por todas los ricos paguen lo que les toca", ha reclamado Belarra, marcando el camino de la próxima batalla en el seno del Gobierno de coalición y en el inicio de un nuevo ciclo electoral, con los comicios en Castilla y León este próximo fin de semana.
"Nuestro sistema tributario es un queso de gruyere por el que se cuelan los beneficios. Eso hace que recaudemos 20.000 millones de euros menos en impuesto de sociedades", ha denunciado Álvarez, al frente de ese nuevo frente al PSOE. A toda prisa Podemos busca condicionar y acelerar el debate de la reforma fiscal, uno de los compromisos del pacto de coalición que los morados quieren impulsar en esta segunda mitad de la legislatura frente a lo que consideran las reticencias de un socio que trata siempre de "remolonear" en asuntos clave.
Una vez aprobada agónicamente la reforma laboral, sin el apoyo de algunos de los socios parlamentarios que sí han asistido al acto de este lunes, Podemos quiere tomar la delantera en la justicia impositiva. "Una de nuestras principales propuestas es transformar un impuesto de patrimonio que no está siendo efectivo en un impuesto a las grandes fortunas. Que podamos recaudar 10.000 millones de euros adicionales que nos permita financiar la renta de crianza hasta los 18 años", ha deslizado Belarra.
Otras propuestas de la formación pasan por establecer un recargo de 10 puntos en el tipo del impuesto de sociedades para las compañías eléctricas que facturen más de 10.000 millones de euros y reforzar la progresividad del IRPF con nuevos tramos con mayores tipos impositivos para las rentas superiores a los 120.000 euros anuales.
"Las políticas fiscales que privilegian a los ricos no solo benefician a los rentas altas sino también a los hombres que acumulan grandes fortunas. Son las mujeres las que trabajan la tierra en el mundo y las que menos la poseen", ha indicado Montero en una larga alocución. "No podemos hablar de democracia real si no hay justicia fiscal. Sin justicia fiscal no puede haber una democracia que pueda ser digna de tal nombre", ha recalcado la ministra.
En su batalla por el relato, Podemos ha pescado a Corbyn cuando carece de relevancia. El británico, expulsado de su propio partido, es una figura totalmente amortizada para el laborismo. Su ascenso al liderazgo del partido en las primarias de 2015 acabó con su estrepitosa derrota en las elecciones de diciembre de 2019, en la que los laboristas sufrieron el mayor batacazo desde 1935. Representante del ala más izquierdista de la formación, Corbyn y su falta de claridad sobre el Brexit dejaron por el camino al voto moderado, proeuropeo y judío.
Los morados arropan a Corbyn en un momento en el que el británico navega en la más absoluta intrascendencia. Su sucesor al frente del partido, Keir Starmer, crece en las encuestas entre la sucesión de escándalos de Johnson por las fiestas en Downing Street en el confinamiento y en el luto por el duque de Edimburgo y la contestación en el seno del partido conservador. Podemos reivindica la carrera política de Corbyn para lanzar el que será su nuevo asunto de fricción con Pedro Sánchez y los suyos.
Corbyn arrastra, no obstante, un ocaso evidente. Starmer le suspendió en octubre de 2020 tras recibir un informe que denunciaba que bajo su liderazgo el Partido Laborista recibió constantes quejas de antisemitismo que no fueron atendidas. Desde entonces no ha sido rehabilitado y las últimas informaciones aparecidas en Reino Unido indican que podría estar barruntando la conversión de su proyecto “Peace and Justice” (Paz y Justicia) en un partido político, a la imagen de Podemos, para atraer a los desencantados a la izquierda del laborismo.
"Personalmente ya estoy harto de neoliberalismo. Tenemos que acabar con ello", ha señalado Corbyn tras agradecer en español la invitación de Podemos. En su intervención, el británico ha hablado de la iniciativa que lidera. "Estoy desarrollando un proyecto por la paz y la justicia que intenta reunir a laboristas dentro y fuera del partido. Es parecido a la plataforma que tenéis aquí. Hay que generar una internacional progresista en cooperación con gobiernos radicales en todos el mundo en Chile, Bolivia o México", ha declarado.
A Corbyn le preocupa "la internacionalización de las grandes corporaciones" que, a su juicio, esquilma los recursos naturales en los países más pobres y también en las clases sociales más humildes de los países desarrollados. "Hay una bomba de succión de riqueza", ha censurado, siguiendo la narrativa de Podemos y tras cargar contra "los medios de comunicación que promueven la desigualdad".
"Tenemos que desafiar la política neoliberal", ha insistido quien se ha quejado de "una crisis energética ficticia" en Europa. "Necesitamos justicia fiscal para generar justicia social", ha agregado al ondear la bandera del "activismo político". "¿Cómo se derrotó el fascismo en España si no fue con la actividad política?", ha argumentado. "Gracias por el socialismo y por la esperanza de un mundo para todo el pueblo, sin racismo ni desigualdad", ha concluido, volviendo brevemente a un castellano macarrónico.
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