La CUP ha certificado este miércoles el fracaso de la ronda de contactos de Pere Aragonès con los partidos y entidades independentistas. Los antisistema han sido los últimos en acudir a la cita -tras el plantón de la semana pasada- y lo han hecho para afear al presidente catalán lo que consideran un flagrante incumplimiento del pacto de investidura suscrito hace apenas ocho meses.

Las críticas de la CUP, que exige trabajar ya para la celebración de un nuevo referéndum de independencia, se suman a las de JxCat, que un día antes reclamó a Aragonès que dé por fracasada la mesa de diálogo. Y la las de Òmnium y la ANC, que desconfían igualmente de la negociación de Aragonès con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Unas recriminaciones que ha intentado rebatir la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, defendiendo que el Govern sí está cumpliendo con el pacto de investidura. El ejemplo, ha señalado Vilagrà, los cambios introducidos en la defensa jurídica de los mossos y la consulta popular a la que han condicionado la candidatura de los JJOO de Invierno en los Pirineos.

Vilagrà ha utilizado estos argumentos después de que Dolors Sabater (CUP) recriminara a Aragonès que su ejecutivo "sigue anclado en la sociovergencia". "Mientras el Govern siga ahí" ha advertido Sabater, "nos encontrarán en la oposición" apostando por el referéndum y las políticas sociales.

"Le hemos trasladado de forma muy contundente todo lo que pensamos de la mesa de diálogo: que no va a ninguna parte", ha defendido la líder de los anticapitalistas. Considera que la mesa lleva a un estancamiento político sine die y que el Govern hace seguidismo del Estado y de la patronal Foment del Treball en cuanto a las medidas sociales y económicas.

Así, los antisistema han coincidido hoy con el diagnóstico realizado el martes por JxCat, el fracaso de la mesa de diálogo. Pero han ido más allá que los de Puigdemont, reclamando no solo que se dé por fracasado el intento de negociación, sino que se empiece a preparar ya un nuevo referéndum independentista con reconocimiento internacional.

"No estamos de acuerdo con la CUP en que no hay concreciones" sobre los compromisos que permitieron la investidura de Aragonès, ha respondido Vilagrà. La número dos del president ha reclamado además la vigencia de la negociación con el Gobierno, apuntando sin mencionarlos explícitamente los dos años de margen que la CUP se comprometió a esperar.

"Es obvio que no es negociación sencilla" ha argumentado Vilagrà, "pero estamos en una fase inicial, necesitamos desarrollar los trabajos en profundidad".

Críticas a Borràs

Al margen del encuentro con la CUP, Vilagrà ha cuestionado la propuesta de Laura Borràs, presidenta del Parlament, para desobedecer a la Junta Electoral y mantener el escaño de Pau Juvillà. Este miércoles ha trascendido que la "propuesta estratégica" defendida por Borràs era un documento de diez líneas para votar en el pleno de la Cámara, que planteaba aplicar la "desobediencia en cualquier futura inhabilitación". Fue rechazada tanto por ERC como por la CUP.

Preguntada por esta propuesta, Vilagrà ha sostenido que "no es ninguna propuesta firme, ninguna propuesta estratégica", y ha asegurado que, en el encuentro que mantuvo Borràs con Aragonès en Manresa (Barcelona), no le entregó éste ni ningún otro documento.

Estas palabras de Vilagrà contrastan con las de Aragonès en el pleno del Parlament, donde ha evitado el choque con Borràs: "El Govern respeta la tarea que llevan a cabo los órganos parlamentarios, el pleno y la Mesa, especialmente en cuestiones de orden, organización y funcionamiento. Hay división de poderes", ha defendido al ser preguntado por esta cuestión por los comunes.