Si Alfonso Fernández Mañueco no quiere estar en manos de Vox en lo que resta de legislatura y desea sacar su investidura con la abstención de los socialistas "tiene que mover ficha", dicen en el cuartel general del PSOE. De momento, Ferraz descarta abstenerse para hacer presidente a Mañueco sin el concurso de la formación de Santiago Abascal, quien ya anunció en la noche electoral que tenían "el derecho y el deber" de entrar en el Gobierno de Castilla y León.

Consideran que el único responsable de la situación generada en este territorio es el PP, en general, y Pablo Casado, en particular, y no se les pude exigir a los socialistas que solucionen el endiablado tablero que han dejado las elecciones de este domingo, lleno de daminificados y sólo con dos claros vencedores, Vox y los partidos localistas.

El debate sobre cuál debe ser el papel que juegue el PSOE en este escenario post electoral lo abrió el alcalde de Valladolid, el socialista y casi siempre polémico Óscar Puente. En declaraciones a La Sexta argumentó este lunes que carecería de lógica alertar sobre la "peligrosidad" de tener a Vox en el Gobierno y luego no hacer nada para impedirlo. «Deberíamos como mínimo intentarlo», agregó en unas declaraciones que la dirección federal considera a título particular.

La dirección del PSOE no abordó el debate sobre una hipotética abstención, ni siquiera para rechazarla

De ser cierta la versión de Ferraz, el comité ejecutivo de los socialistas reunido ayer no abordó este asunto. Se trató más de construir un discurso que pone el acento en la vulnerabilidad del PP y en la resistencia electoral de Luis Tudanca por retener el 30 por ciento del voto. Ese fue, de hecho, el eje central de la comparecencia pública de Felipe Sicilia. Asimismo, se asumió que los partidos localistas les comieron el terreno electoral, aunque no las causas de esta situación.

Se le preguntó por activa y por pasiva a Sicilia si el PSOE se planteaba esa abstención para permitir la investidura de Mañueco que alejara la influencia de Vox, pero no salió de la consideración de que es el PP el único responsable de la situación por haber adelantado elecciones.

No obstante, de manera oficiosa, en Ferraz abren una tímida puerta que tiene mucho de desafío. Si Mañueco quiere la abstención del PSOE "que nos lo diga explícitamente y que nos explique porqué la quiere" y, si es para no quedar preso de Vox y hacerle una suerte de cordón sanitario, "que lo diga públicamente". En definitiva, que reniegue del partido de Abascal, cosa harto improbable, porque, entre otras cosas, depende de ellos en Andalucía y Murcia, también en Madrid, donde su presidenta, Isabel Díaz Ayuso anima a un pacto con Vox y lo hará, sin duda, más en el pasado.

La misma noche electoral el ganador de las elecciones anunció su intención de abrir un ronda con todas las fuerzas políticas, empezando por el PSOE. Los socialistas dicen que acudirán, muy probablemente el propio Luis Tudanca al que han pedido que aguante sus ganas de dar paso a otro liderazgo regional, pero quieren gestos evidentes del PP. "A Mañueco no le he oído decir que quiere la abstención del PSOE y rechaza el apoyo de Vox" y matizan que "una cosa es no querer a Vox en el gobierno autonómico y otra abstenernos".

Mañueco dice no descartar un acuerdo con el PSOE

Este lunes, en declaraciones a Onda Cero, Fernández Mañueco dijo estar a la espera de ver "la capacidad de todo el mundo de flexibilizar sus posiciones. Vamos a ver cuál es la voluntad del PSOE. No descarto un acuerdo con ellos». Acaso el PP esta pensando en una suerte de geometría variable para apoyarse en un bloque u otro de la Cámara autonómica para sacar según qué cosas.

La voluntad declarada por los populares es ir a un gobierno monocolor, pero Mañueco no tiene la misma fuerza de Isabel Díaz Ayuso. Con 65 escaños, la madrileña se quedó a tan solo 4 de la mayoría absoluta mientras que al castellano leonés le han faltado 10.

Por eso, en principio, solo suma mayoría absoluta con Vox, pero tampoco es descartable que intente un pacto parlamentario con las fuerzas localistas, esto es, Unión del Pueblo Leonés, Por Ávila y Soria ¡Ya!. Con ellos sumaría 38 votos. Bastaría la abstención de seis diputados socialistas para que Fernández Mañueco consiguiera más votos a favor que en contra en una segunda votación de investidura.

Quizá bastaría con la abstención de seis diputados del PSOE

De momento, el cabeza de lista de Soria ¡Ya!, Ángel Ceña, ha explicado que las propuestas con las que han concurrido a las elecciones son transversales y al margen de ideologías. En una entrevista este lunes en la cadena Ser, destacó que "nos hemos definido como transversales. Queremos trabajar por la provincia y pensamos que hay muchas cosas que se pueden hacer sin tener una ideología política. En se camino es en el que vamos a trabajar".

No obstante, también mostró sus reservas respecto a respaldar un gobierno del PP con Vox por el trato recibido por este segundo partido "primero, ignorándonos, luego nos insultó gravemente y, después, rechazando uno de los ejes fundamentales, la fiscalidad diferenciada". Si Mañueco opta por atraerse a los pequeños y luego pedir el apoyo de Tudanca, la pelota pasará del tejado de Génova al de Ferraz.