Vuelve a pasar. Como en 2018. Alberto Núñez Feijóo estaría valorando optar, esta vez sí, a la presidencia nacional del PP en un momento crítico, pero sin tener que pelearse en unas primarias con otros candidatos con opciones. De momento la baronesa popular Isabel Díaz Ayuso ha dejado claro que su sitio es Madrid y no aspirará dar el salto a la política nacional, sabedora de los temores del gallego, mensaje que le ha trasladado en su interlocución constante.

A Feijóo le cuesta abandonar la comodidad de su cuarta mayoría absoluta en Galicia para venir a Madrid y cerrar una herida sangrante que ha llevado al PP a una de sus peores crisis. Si lo hiciera, quiere vía libre, consciente además de las limitaciones de liderar un partido sin asiento en el Congreso de los Diputados. Apenas sería por dos años, si Pedro Sánchez agota la legislatura, pero es un hándicap sin ninguna duda. No obstante, el hecho de que se hayan comenzado a mover algunas piezas en Galicia apunta a que ha tomado conciencia de la gravedad de la situación.

Si el presidente de Nuevas Generaciones de Galicia, Adrián Pardo, suscribe un manifiesto en el que pide que se convoque de forma urgente un congreso y se nombre, hasta que llegue ese momento una dirección provisional, es que, sin duda, el órdago está echado.

Otras fuentes en el PP sugieren, precisamente, la posibilidad de que el presidente de la Xunta se ponga al frente de una especie de "operación Fraga", esto es, que lidere el partido provisionalmente hasta el próximo congreso sin abandonar la presidencia de la Xunta, lo que podría ser un camino intermedio para salir del marasmo. La dificultad de esta vía la constituye la ausencia de un liderazgo claro para sustituir a Casado y eso solo lo puede hacer, a día de hoy, el gallego.

No es descartable que a ese cónclave se presentara algún espontáneo sin posibilidades de salir, nada que ver con 2018. Esto es, no tendría en frente a adversarios de la talla de Casado ni a otros rostros relevantes que le obstaculicen el camino. En el mes de julio Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y el propio Casado pugnaron por el control del partido tras la marcha de Mariano Rajoy.

Feijóo ya ha había pedido, durante la mañana, tomar soluciones inmediatas para impedir "el colapso" del PP. Aunque no ha desvelado lo abordado con Casado, el barón territorial sí ha dicho que ha sido una conversación "nítida y clara"; donde le ha dicho lo que piensa.

Otra de las opciones es una "operación Fraga", esto es, que dirija una dirección provisional hasta el congreso

El gallego es el más apreciado y valorado en este momento para encabezar un periodo de transición en el PP. Le avalan cuatro mayorías absolutas en Galicia y el hecho de que ha conseguido frenar cualquier competencia por la derecha. De Feijóo se destaca su temple y serenidad, dos características que vendrían como anillo al dedo para paliar, como él mismo ha calificado, la "hemorragia" que está acabando con las siglas.

Por el momento, nadie de la cúpula de Génova ha querido confirmar o desmentir la información. Los populares mantienen voto de silencio desde primera hora de la mañana. A las 10:00 horas, el Comité de Dirección del partido ha iniciado una reunión para valorar la situación que atraviesa la formación; un encuentro del que aún no se han trasladado detalles y que se reanudará a partir de las 17:00 horas.