Quizá el tono de la reunión de esta noche en Génova no sea tan sangrante como se esperaba en un principio ante un Pablo Casado que parecía enrocado. Su intervención de este miércoles en la sesión de control al Gobierno, en la que se ha despedido del Parlamento consciente de estar cerrando un capítulo central de su vida política, ha atemperado los ánimos de los barones territoriales que iban a pedir su cabeza con efectos inmediatos.

De hecho, su más que seguro sucesor, el gallego Alberto Núñez Feijóo, ha dado instrucciones para "no hacer sangre" con el líder ya interino, según ha podido saber El Independiente. Eso supone que algunos barones muy críticos acuden a Génova 13 con "intención de mirar al futuro y no al pasado", dice uno de ellos. Otro señala que, en mitad de la convulsión, "puede salir algo bueno y Feijóo es lo mejor que nos ha ocurrido".

Un tercero comenta que "lo que le tenía que decir a Pablo ya se lo dije el pasado domingo", cuando hizo una ronda telefónica en la que insistía en su voluntad de llegar como presidente del partido hasta el congreso ordinario de julio. En definitiva, salvo que el ambiente se envenene, se pretende ponerle puente de plata y aunque su continuidad hasta este martes no es el contexto más deseado, no se descarta que se le deje llegar a la Junta para darle la oportunidad de despedirse del principal órgano del partido entre congresos.

Feijóo bendice un manifiesto que agradece "profundamente el servicio" de la actual dirección

Feijóo bendice un manifiesto, otro, que circula en los whatsaapp de los parlamentarios populares difundido por Twitter en el que se agradece "profundamente el servicio efectuado al partido por los actuales integrantes de la dirección del PP", aunque matice a continuación que "ese justo reconocimiento no puede eximirnos a todos de nuestra responsabilidad ante los ciudadanos españoles".

Bajo el título "En defensa de un PP a la altura de un gran país", los populares asumen que la imagen proyectada en los últimos días no es acorde "al compromiso y sacrificio de tantos afiliados y simpatizantes" y aluden a las concentraciones del pasado fin de semana en la puerta de la sede nacional en defensa de Isabel Díaz Ayuso. "Ver manifestarse a una parte de la militancia es la más triste ilustración de que se ha fallado. El partido tiene que disculparse por ello".

En definitiva, el actual contexto "exige decisiones extraordinarias y dolorosas que permitan recuperar la confianza y unidad interna para poder ofrecer la alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez que España se merece". Para ello, apuestan, como "partido democrático" por trazar su camino "de la mano de la militancia" a través de la convocatoria de un congreso.

Creen los promotores de este escrito, parlamentarios del PP, que se debe convocar un comité ejecutivo para designar a una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias hasta la celebración del cónclave. De momento lo que está convocado es la Junta Directiva Nacional del martes.

Los estatutos no recogen la creación de una gestora para la dirección nacional

Paradójicamente, los estatutos populares recogen los mecanismos de creación de las gestoras provinciales y territoriales, pero no de la dirección nacional. En este caso sería de aplicación el artículo 36 sobre las competencias del comité ejecutivo: "Elegir de entre sus miembros a quien tenga que dirigir el partido en el caso de dimisión o fallecimiento del presidente, elevando dicha propuesta a su Junta Directiva correspondiente", es decir, debería ponerse en marcha este procedimiento antes del próximo martes, lo que no está previsto.

Además de su despedida de hoy de este miércoles en el Congreso, Casado ya ha cumplido otras dos exigencias del guión aunque sea con retraso. La primera, ofrecer la cabeza del que fuera secretario general del PP Teodoro García Egea y la segunda, convocar a la Junta Directiva Nacional para convocar un congreso con carácter extraordinario.

También sabe "que se ha quedado solo" porque sus compañeros de filas eran conscientes de que "era necesario salvar el partido y evitar la escisión", justifica un dirigente territorial con asiento en la Cámara Baja ante las deserciones en masa que se produjeron este martes. Y no faltan los que aducen que el tsunami de los últimos días no es más que el estallido de una situación "larvada desde hace tiempo" de hartazgo "hacia los modos y actitud" de García Egea.