Si hoy se declarase una pandemia por coronavirus, a Sanidad no le cogería con los almacenes vacíos de material de protección. Cuando están a punto de cumplirse dos años desde que empezó a expandirse en España el virus SARS-CoV-2, el departamento que dirige Carolina Darias ha hecho compras que le permiten mantener en la actualidad una reserva estratégica para garantizar el suministro de productos críticos y poder cubrir durante semanas las necesidades mínimas de las comunidades y ciudades autónomas.

En respuesta a una solicitud de información tramitada al amparo de la Ley de transparencia, la Dirección General de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia -uno de los dos organismos con los que Sanidad ha llevado a cabo las compras de material junto con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA)- ha cifrado en 466.697.230 mascarillas las existencias de las que se dispone hoy. Por tipología, las quirúrgicas (389.725.550) representan el 83,5 % del total, seguidas de las FFP2 (75.064.760) y las FFP3 (1.906.920).

La provisión de material incluye también 938.150 buzos -un tipo de mono que se utiliza en los hospitales como barrera de protección para evitar el contagio de los profesionales sanitarios, muy escasos al inicio de la pandemia- y 955 dispositivos de ventilación invasiva. El ministerio hubo de lanzarse a la compra de este tipo de equipos en los primeros meses debido al gran número de personas que requería respiración artificial cuando se encontraba en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Asimismo, Sanidad dispone de 1.882.775 test de antígenos para la detección de covid-19 -la última remesa la compró el pasado 5 de enero, cuando encargó a Abbott Rapid Diagnostics Healthcare que le sirviera cinco millones de unidades por 15,5 millones de euros- y 95.850 test de anticuerpos, según el desglose facilitado por la directora general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia (Patricia Lacruz). En la respuesta, donde no se detalla la existencia de productos muy demandados como los guantes de nitrilo, se hace constar de forma expresa que los datos se referían a las existencias que se registraban hasta el pasado jueves.

El ministerio dispone también de buzos, test de antígenos y sedantes de uso frecuente en las UCI

La reserva estratégica está formada también por medicamentos cuyos precios estuvieron sometidos a una formidable volatilidad durante los meses más críticos por la rápida propagación del virus a nivel mundial, lo que hizo disparar la demanda. Uno de esos fármacos es el Propofol, un sedante muy utilizado por los intensivistas. En concreto, el ministerio cuenta con 40.982 envases en distintas presentaciones.

El 18 de septiembre de 2020, el INGESA adjudicó a Fresenius Kabi España SAU el suministro de 26.000 gramos de este principio activo -en 1.900 cajas de 10 viales cada una con diversas presentaciones- por 77.064 euros, a razón de 2,964 euros el gramo. El 8 de octubre de ese año, el mismo organismo compró 55.137,50 gramos de Propofol a Aspen Pharmacare España SLU por 722.301,25 euros, lo que arrojaba un coste de 13,1 euros por gramo. Habían transcurrido tan sólo 20 días y el producto había multiplicado por cuatro su precio.

En formato inyectable de 50 mg/10 ml, las reservas se completan con 57.800 cajas de Midazolam -un medicamento de acción corta que se utiliza para inducir la sedación- y 12.453 envases de Dexmedetomidina (en diversas presentaciones), también usado para sedar a pacientes ingresados en UCI. Los tres fármacos escasearon durante la primera ola.

Detalle de los productos farmacéuticos y de protección individual que integran la actual reserva estratégica de Sanidad.

En agosto de 2020, el INGESA sacó a licitación un acuerdo marco con el objetivo de que el Sistema Nacional de Salud y otras instituciones del Estado pudieran aprovisionarse de material que había faltado en los primeros meses, superando el importe los 2.578 millones de euros. A esta 'megacompra' de mascarillas, guantes de nitrilo, batas de protección, test moleculares y kit de extracción se adhirieron todas las comunidades autónomas y los ministerios de Defensa e Interior. 

Gestión logística

Sanidad no sólo ha destinado más de mil millones a la compra de material de protección y farmacéutico. También ha empleado cuantiosos recursos para la gestión logística de la mercancía, que incluye la recepción, el almacenamiento, el stock, la distribución, el transporte y el seguimiento.

Desde abril de 2020, el Ministerio de Sanidad ha adjudicado por el procedimiento de emergencia cuatro contratos a Logista Pharma SAU -una firma especializada en distribución de productos farmacéuticos perteneciente al Grupo Logista- para el depósito, custodia y distribución de los productos adquiridos por la Administración General del Estado para luchar contra el coronavirus. El montante supera los 13,55 millones de euros.

El contrato de servicios de logística de material sanitario, de protección y farmacéutico expiró el pasado 8 de diciembre, motivo por el que el Consejo de Ministros -en su reunión del 26 de octubre- dio los primeros pasos para gestionar un nuevo expediente de contratación. Para ello, autorizó la adquisición de compromisos de gasto con cargo a ejercicios posteriores a fin de que Sanidad pudiera tramitar de forma anticipada un nuevo encargo para dichos fines, cifrándose el importe en 6.235.993 euros.

En la Plataforma de Contratación del Sector Público consta desde el pasado 1 de julio el anuncio previo de una futura licitación con vistas a encargar los "servicios de logística de una reserva estratégica de material sanitario, de protección y farmacéutico, para atender la situación creada por el virus covid-19" por el citado importe (impuestos incluidos). No se le ha dado publicidad todavía a una eventual adjudicación.