Unidas Podemos se siente engañada, aunque no sorprendida. El anuncio que este miércoles hizo el presidente del Gobierno de enviar armas a Ucrania vino precedida de una conversación en la noche del martes entre la líder morada, Ione Belarra, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Pero Albares, según la versión de Podemos, no comunicó a la también ministra de Derechos Sociales que Sánchez iba a romper los consensos internos y que así lo anunciaría en el pleno de este miércoles. Se limitó "a sondear, a tantear cuál sería nuestra opinión si había un replanteamiento de futuro", sin concreciones.
Y Belarra le trasladó, según las mismas fuentes, que usar una vía bilateral para el envío de armamento ofensivo no sólo era "un error, una incoherencia, además de contradictorio", sino que, a su juicio, se trataba de una medida "ineficaz que tensionaría al Gobierno de coalición".
Hechas estas consideraciones, reclamó a su interlocutor que no se fuera por dicho camino. Tampoco Albares le aclaró detalles respecto a cuál sería la aportación directa de España en esa hipótesis y Belarra le exhortó a que se continuara por la vía de las "medidas consensuadas".
Tras la intervención de Sánchez en el Pleno, Belarra, junto a la también ministra Irene Montero mantuvieron distintas conversaciones en los pasillos del Congreso con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y con el secretario general del PCE y secretario de Estado de la Agenda 2030, Enrique Santiago, donde dejaron ver su sorpresa.
Belarra exhortó a Albares continuar por la vía de las "medidas consensuadas"
Así que lejos de la versión de Yolanda Díaz de que Sánchez "cuenta con todo nuestro apoyo" y que "todos sabíamos" del cambio súbito de criterio, en Unidas Podemos se ha instalado un enorme malestar al que Moncloa quita importancia. Lo cierto es que más allá de las palabras, los morados no parecen dar ningún otro paso. En principio ni siquiera está sobre la mesa exigir una reunión urgente de la comisión de seguimiento del pacto.
De hecho, entre las distintas fuentes consultadas, asumen que "esto son lentejas" y que, como Gobierno, deben aceptar la decisión del jefe del Ejecutivo que busca "la unidad más allá de siglas y de partidos", afirman en Moncloa. El objetivo es que "no quedasen dudas sobre la posición de España" ante la invasión militar de Ucrania por parte de Rusia.
Por ello, Sánchez, en su intervención de ayer ante el pleno del Congreso de los Diputados, "hizo un discurso de grandeza de un país que se va a comprometer de forma solidaria" en los intentos de resolución del conflicto. "Hoy las dudas se han disipado", agregan, aunque a costa de enfadar a los socios de Gobierno y a buena parte de los aliados parlamentarios tradicionales que también mostraron su disconformidad con el giro copernicano que ha dado Sánchez.
Sánchez descartó el lunes abrir una segunda vía de envío de material bélico
Porque fue el propio presidente del Gobierno el que en su entrevista del pasado lunes en el Telediario de La 1 de TVE, eludió la idea de abrir una segunda vía de envío de material bélico paralela al Fondo Europeo para la Paz. Explicó que España actúa en tres ámbitos, a saber, «el de la ayuda humanitaria; en la provisión de material defensivo y con la activación del Fondo». En conclusión, «el gesto lo estamos haciendo con ayuda humanitaria y a través del mecanismo europeo».
También en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes se negó por activa y por pasiva la eventualidad de reforzar la colaboración española en las necesidades armamentísticas ucranianas. En este sentido, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, insistió en la preferencia por un mecanismo centralizado de compra. También proclamó solemne que el Gobierno «tiene una única voz en esta cuestión", lo que dista mucho en estos momentos de ser verdad.
Pero el mapa europeo ha debido pesar mucho en el ánimo del jefe del Ejecutivo. España quedaba casi como una excepción entre los países que no incrementaban la ayuda militar a Ucrania.
Lo han hecho o lo van a hacer Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Países Bajos, Polonia, Letonia, Lituania, Estonia, República Checa, Croacia, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega y Rumanía. Y fuera de las fronteras europeas, Estados Unidos y Cánada. En definitiva, España quedaba alienada a Austria, Irlanda, Bulgaria, Chipre y Malta.
Yolanda díaz habló con el presidente del Gobierno
El malestar de Unidas Podemos contrasta con la posición de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien sí habló en la noche del martes directamente con Pedro Sánchez. La titular de Trabajo no dudó en afirmar en los pasillos del Congreso que el jefe del Ejecutivo "cuenta con todo nuestro apoyo", lo que distaba mucho del auténtico sentir de Podemos.
Ahora queda por determinar cómo se concreta ese envío de armas. Moncloa explica que responderá "a las necesidades militares de Ucrania", conforme al listado establecido el pasado sábado cuando se decidió articular el Fondo de ayuda para la paz.
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