En las próximas horas el presidente de la Xunta de Galicia Alberto Núñez Feijóo oficializará su candidatura para dirigir el PP a nivel nacional. Lo hará desde Galicia, después de trasladárselo a la junta directiva autonómica; órgano al que ha citado a las cinco y media de la tarde en el Multiusos Fontes do Sar de Santiago de Compostela. Feijóo, que ya se postuló para suceder a Mariano Rajoy hace cuatro años, dará el paso, definitivamente, después de que la Junta Directiva Nacional haya designado a un Comité Organizador y autorizado la celebración del XX Congreso Nacional con carácter extraordinario. También, al percibir seguridad, dado el apoyo de los principales barones territoriales.
Y es que la de Feijóo es una posición ventajosa dada la escasa pluralidad de voces que puedan hacerle la competencia, aunque a la vez, es complicada. Las cuatro mayorías absolutas de las que ha gozado en Galicia le avalan para liderar un nuevo ciclo en el PP, pero cambiar el Pazo do Hórreo por Génova y el Senado -donde desempeñaría un cargo por designación autonómica para poder hacer oposición al Gobierno hasta las próximas elecciones- es un riesgo importante que debe estar seguro de querer correr.
Por varias razones. La política nacional, muy fragmentada, dista bastante del curso tomado por la gallega; a ello, y en contraste, se le une el fuerte respaldo social que Vox está consiguiendo atraer y la pluralidad de voces existentes dentro del PP. Desde perfiles más ideológicos como el de la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, a más centrados en la gestión como el presidente andaluz Juanma Moreno.
Hay consenso mayoritario de que Feijóo acabará instalándose en la séptima planta de la sede nacional, aunque fuentes populares explican a El Independiente que no descartan que al gallego le surja algún competidor de última hora en las primaria; y próximo a Teodoro García Egea. Es algo que no hay que descartar, y apelan directamente al proceso interno anterior, donde Pablo Casado, el perfil con menos recorrido político, acabó ganándolo.
Con todo, desde el entorno del todavía presidente creen que Feijóo tendrá vía libre en este periodo de transición para el "reinicio" del partido. "La duda se despejará pronto", aseguran, porque el plazo para presentar las candidaturas de cara al próximo congreso comienza en siete días, y estará abierto durante otra semana.
Puy Fraga, en las quinielas
Otro de los principales asuntos que debe dejar atado Feijóo es el de la figura que le suplirá al frente de la Xunta de Galicia si, finalmente, asume el liderazgo de Génova. Lo cotidiano sería que el segundo mayor responsable del gobierno regional, caso del vicepresidente primero Alfonso Rueda, o alguno de los consejeros, pasase a desempeñar esa función. Sin embargo, Feijóo necesita alguien de confianza que sea renovador, pero a la vez perpetúe ese dominio institucional en las próximas elecciones.
Probablemente, el nombre que baraja Feijóo es el de Pedro Puy Fraga. Éste, actualmente, ejerce de portavoz del GPP de Galicia en las Cortes. Es doctor en Derecho y profesor titular en la Universidad de Santiago de Compostela y ha participado como diputado en las últimas tres legislaturas. Aunque, quizá, lo más destacable, es que es sobrino del fundador e histórico dirigente del PP, Manuel Fraga.
A parte de tener un estrecha confianza con Puy, Feijóo es consciente del vinculo que existe entre el apellido Fraga y Galicia. El actual presidente fue la mano derecha y vicepresidente del lucense durante su última legislatura. Y eso, sumando a la bendición de su antecesor, le encumbró hacia el control de la cúpula autonómica. Ahora, optar por su portavoz parlamentario, permitiría continuar con esa tradición y no hacer un mero trámite administrativo optando por alguien de su Consejo que no sería un reclamo electoral.
Responsabilidad por "los posibles cambios"
El propio Puy ha expresado que sean cuales sean "los posibles cambios" que se desarrollen en el PPdeG, el partido se guiará por la "responsabilidad" de actuación. Con todo, el portavoz popular no ha querido dar ninguna pista sobre si valora la posibilidad de continuar el legado de Feijóo; o de si éste, de lo ha pedido personalmente. Pero sí ha señalado que es "consciente" de la "relevancia" del momento que atraviesa el PP.
En el PPdeG "todos estamos comprometidos por dar una respuesta a corto plazo para atajar los problemas" futuros. Lo hacemos "con mucha responsabilidad y seriedad, siendo plenamente conscientes de que hay que dar estabilidad institucional al país", ha señalado Puy, dando por hecho que Feijóo mira ya hacia La Moncloa. En ese compromiso, dice, se incluye a sí mismo.
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