La manifestación convocada por la Comisión 8M, que recorrerá Madrid desde Atocha hasta la Plaza de Colón, ha arrancado este martes en torno a las 18.50 horas, tras una pancarta con el lema que la organización ha elegido para la edición del Día Internacional de la Mujer de este 2022: 'Derechos para todas, todos los días'.

"Estamos de vuelta en la calle" ha sido el grito que ha dado el pistoletazo de salida a esta manifestación que ha calentado motores y con gritos a favor del "feminismo antirracista", en recuerdo de las "asesinadas" por violencia de género y por las mujeres que durante la pandemia se han dedicado a los cuidados.

También se han visto, nada más empezar, gestos contra la invasión rusa de Ucrania, con el lanzamiento de pequeños papeles con la palabra 'Paz' escrita, informa Europa Press. "Que nos escuchen nuestras hermanas chilenas, argentinas, peruanas, ucranianas, rusas, afganas, saharauis y palestinas", han pedido desde la organización.

La Comisión 8M ha defendido este martes su convocatoria de manifestación, instantes previos de que arrancara. Este año, por primera vez, el movimiento feminista ha dejado ver sus diferencias con la convocatoria por separado de dos manifestaciones en la capital española.

"Hoy somos un montón de mujeres, de un montón de barrios, de pueblos y de colectivos, de todo Madrid que trabajamos juntas por lo que los une para estar aquí reivindicando derechos para todas, todos los días", ha señalado, insistiendo de nuevo en que la manifestación convocada por Comisión 8M es "la de siempre" y "la de todas". "En las que nos juntamos las mujeres feministas para trabajar por lo que nos une, que es muchísimo, muchísimo", añade.

"Esta es la mani de todos los años, la mani de siempre, de la Comisión del 8M, que es la que convoca históricamente", ha asegurado Julia Tabernero, una de las 'voceras' de dicha organización, al ser preguntada por la convocatoria por separado de Movimiento Feminista, cuyas tesis difieren de las de la Comisión 8M.

Esta convocatoria es la que ha reunido a la mayoría de las fuerzas políticas y a representantes del Gobierno, puesto que las dos formaciones que sustentan al Ejecutivo, PSOE y Podemos, han acudido a esta marcha.

Hasta siete ministras socialistas lideran la comitiva de la formación: la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, la de Justicia, Pilar Llop, la responsable de Educación, Pilar Alegría, y sus homólogas de Ciencia e Innovación y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Diana Morant y Raquel Sánchez, respectivamente.

El principal partido del Ejecutivo, que lleva su propia pancarta con el lema '8M, Más feminismo, mejor democracia', también estará representado por dirigentes de la formación, como su vicesecretaria general, Adriana Lastra, la secretaria de Igualdad del partido, Andrea Fernández, o su portavoz parlamentario, Héctor Gómez.

Mientras, la representación de Podemos está formada por las ministras de Igualdad y Derechos Sociales y Agenda 2030, Irene Montero e Ione Belarra, así como el equipo del ministerio que lidera Montero, así como la secretaria de Organización de la formación morada, Lilith Verstrynge, o la portavoz del partido, Isa Serra, entre otras dirigentes.

Antes de participar en la manifestación, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha deseado un "feliz día de las mujeres" y ha celebrado que las calles "se vuelven a teñir de morado" al tiempo que ha defendido que "todo el mundo pueda ser quien es" y se proteja la diversidad.

"Lo mejor que tiene España es el feminismo", ha dicho la ministra. 

Reivindicaciones

Todas ellas se han unido a las miles de mujeres que se han congregado en esta marcha en la que, entre otras medidas, se reivindica una justicia que "escuche" y "crea" a las mujeres, que "elimine" sus "sesgos patriarcales, racistas, clasistas y capacitistas"; una legislación "que respete" la "libertad sexual" y "que persiga eficazmente la trata con fines de explotación laboral y explotación sexual"; o una educación "pública, universal, gratuita y de calidad" que "abrace y celebre todas las identidades y opciones sexuales" y que "combata las violencias machistas en todas sus formas".

En este sentido, llaman también a luchar contra los discursos negacionistas de esta lacra, así como se reclama un mejor acceso de la mujer a la salud y una mejora del sistema de dependencia.

'Dimisión Irene Montero'

En paralelo, la manifestación convocada por el Movimiento Feminista de Madrid bajo el lema 'El feminismo es abolicionista', por la abolición de la prostitución, contra las leyes de género y contra la explotación sexual de los vientres de alquiler, ha arrancado este martes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a las 19:10 horas en la intersección de Gran Vía con la calle Alcalá.

Cientos de mujeres se han congregado en esta marcha tras la cabecera principal con el lema 'El feminismo es abolicionista', y con pancartas en las que se pueden leer lemas como 'Sexo no es género', 'Juego limpio para las mujeres' o 'Contra el borrado de mujeres'; y al grito de 'Abolición de la prostitución', 'Que viva la lucha de las mujeres', 'Aquí estamos las feministas' o 'Dimisión Irene Montero'.

La portavoz del Movimiento Feminista de Madrid, Ana de Blas, ha declarado que "la prostitución y la pornografía son incompatibles con una sociedad igualitaria".

Las organizadoras de esta manifestación, el conocido como 'bloque abolicionista' se han desvinculado de la manifestación multitudinaria que organiza la Comisión 8M y que ha salido también a las 19:00 horas de Atocha con destino a la Plaza de Colón. Su lema es 'Derechos para todas, todos los días'.

De Blas ha defendido la necesidad de hacer una marcha diferenciada a la convocada por la Comisión 8M porque quieren acabar "con el silencio y el bloqueo a la agenda feminista".

"Llevamos la agenda feminista a la calle hoy y es nuestro deber acabar con este silencio y bloqueo de la agenda feminista", ha señalado a los medios antes del comienzo de la manifestación, con lemas como "Contra el borrado de las mujeres", "Sexo no es género. La constitución nos protege" o "El feminismo es abolicionista".

"Ser mujer no es un sentimiento"

Esta marcha también ha contado con la presencia, entre otros, de la exdiputada del PSOE, Ángeles Álvarez. "Estamos aquí porque es 8 de marzo y salimos a las calles para poner en evidencia todo lo que queda pendiente en la agenda feminista: violencia contra las mujeres, brecha salarial, lo que podemos conocer como la agenda clásica", ha indicado a los medios.

"Pero este año no hemos querido dejar pasar que se estaban promocionando desde otros espacios reivindicativos asuntos que van en contra los derechos de las mujeres", ha precisado, por lo que ha abogado por "una reflexión compartida del feminismo de Madrid".

"Estamos contra la prostitución, el feminismo es abolicionista y es hora de dar pasos legales para avanzar en una ley abolicionista contra la prostitución, contra el alquiler de vientres y porque tenemos un asunto de calado grave como es la ley de autoidentificación del sexo registral que va a permitir que las estadísticas que miden las diferencias o la brecha de género queden inutilizadas o que en el deporte haya que competir con personas con las que tienen desventajas competitivas", ha explicado.

"Ser mujer no es una decisión personal, no es un sentimiento y hoy estamos para dejar claro, que respetando todos los derechos civiles, eso tiene que ser compatible con los derechos de las mujeres y la Ley de Igualdad, que queda vulnerada en algunos artículos", ha apostillado.

Las marchas de este año no tienen restricciones para su celebración salvo la utilización de mascarillas y la distancia de seguridad, tal y como informó la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.

Se trata de la vuelta de las feministas a las calles de la capital en el Día Internacional de la Mujer desde 2020. El año pasado, la delegación de Gobierno en Madrid prohibió las celebraciones convocadas, lo que obligó a la Comisión 8M a celebrar pequeños actos en los barrios y al Movimiento Feminista de Madrid a realizar una protesta reducida con una pancarta.