En tres semanas, Sevilla acogerá el congreso extraordinario en el que el PP entronizará a Alberto Núñez Feijóo como líder nacional del partido tras la grave crisis interna que ha desencadenado la salida de Pablo Casado de la presidencia de forma anticipada. "Es una alegría que se celebre en Andalucía; es una señal de que se reconoce el peso que tenemos en la organización", comenta satisfecha Loles López (Valverde del Camino, Huelva, 1977), al frente de la secretaría general del PP-A desde 2014.
La andaluza es la organización regional más numerosa dentro del Partido Popular, como demuestra el número de compromisarios que aportará a la cita de los próximos 1 y 2 de abril -526 de 3.109 (el 17 %)- y el número de avales que han reunido (17.000) en favor de la candidatura de Núñez Feijóo. Es también una de las principales comunidades donde, de la mano de Moreno Bonilla, gobierna la formación conservadora.
Será la tercera vez que los populares celebren su cónclave nacional en la capital hispalense. El de 1990 supuso la aclamación de José María Aznar al año de la refundación de Alianza Popular (AP), el de 2012 se desarrolló tres meses después de que Mariano Rajoy consiguiera su primera victoria electoral y el de 2022 marcará el inicio de una nueva etapa a año y medio -si la legislatura llega a su fin- de la próxima cita con las urnas.
En esta conversación con El Independiente, Loles López considera que al comité ejecutivo saliente le ha faltado "diálogo" con las autonomías y le ha sobrado "obsesión por tutelarlas". La número dos del PP-A está convencida de que el partido saldrá más reforzado y unido de la cita de Sevilla y reitera que la voluntad de Moreno Bonilla es la de agotar el mandato.
Pregunta.-Se cierra la 'etapa Casado' y se abre la 'era Feijoó'. ¿Cuál es su lectura de lo que ha sucedido en el PP?
Respuesta.-Lo que ha ocurrido ha sido muy doloroso para todos los que estamos en este partido y queremos a este partido. Lo más importante es que ahora miramos hacia el futuro y hay una gran expectación e ilusión en torno a Alberto Núñez Feijóo, al que avala su trayectoria, su gestión, su experiencia y su forma de entender la política. Es una persona moderada, de consensos y con un sentido de Estado muy importante.
P.-¿Entiende que no diera el paso en el congreso que eligió como líder a Pablo Casado en 2018?
R.-Él ha explicado sus motivos y yo los respeto profundamente.
P.-La crisis en el PP ha estallado por las insinuaciones de Pablo Casado acerca del supuesto caso de corrupción derivado de la adjudicación de un contrato, por parte de la Comunidad de Madrid, a una empresa que retribuyó a un hermano de Díaz Ayuso y al final ha sido él quien tiene que dejar el puesto. ¿Qué ocurrirá si la Fiscalía termina presentando querella por este caso?
R.-El tema de Díaz Ayuso es el que salta a los medios, pero es verdad que anteriormente tampoco había habido algunos aciertos. Tiempo antes había un malestar generalizado por algunas actuaciones y por alguna obsesión sobre tutelar a las autonomías en lugar de escuchar a las autonomías. Lo que ocurre con Isabel es lo que estalla a los ojos de la opinión pública. Yo confío a priori en su honorabilidad, no tengo que desconfiar en absoluto de la gestión de Isabel. Si alguien tiene que hablar será la Justicia.
A Feijóo le avala su trayectoria, su gestión y su experiencia. Es una persona moderada y con un sentido de Estado muy importante"
P.-Habla de que existía un "malestar generalizado" en el seno de la organización pero nadie dio un puñetazo en la mesa hasta que estalló el caso del hermano de Díaz Ayuso…
R.-Somos una gran familia en la que hay muchísimas opiniones, mucha diversidad y aquí cabe todo el mundo. Pero las cosas se resuelven dentro. Cuando ha habido que decir cosas se han dicho a nivel interno y a quien había que decírselas. Yo soy partidaria de que los problemas de un partido se solventen dentro del partido. Como han dicho Alberto y Juanma y yo suscribo, vamos a dejar de hablar del PP y vamos a hablar del gran problema que tiene España con el gobierno actual, que más bien es un desgobierno entregado a los independentistas.
P.-¿Fue un error que Pablo Casado depositara toda su confianza en Teodoro García Egea?
R.-Esa pregunta la tiene que responder Pablo. Uno tiene toda la libertad para escoger su equipo y es uno mismo quien tiene que reflexionar sobre si acertó o no. Yo, desde luego, no soy quién para cuestionar las decisiones que haya adoptado Pablo.
P.-Usted sostiene que en la dirección nacional ha habido una "obsesión por tutelar a las autonomías". ¿Ha ejercido mucha presión la dirección de Casado al presidente Moreno Bonilla para que adelantara elecciones en Andalucía?
R.-No, no, no. Para el tema del adelanto electoral siempre ha contado Juanma Moreno con el apoyo de Pablo Casado, que dejó claro que los comicios serían cuando decidiera Juanma. Y Juanma siempre ha tenido muy claro que quería agotar la legislatura porque Andalucía está por encima de la ideología y del PP.
P.-¿A qué se refiere concretamente cuando habla de ese intento de ‘tutelaje’ por parte de la dirección nacional?
R.-No ha habido el diálogo suficiente con las autonomías ni la confianza en las autonomías. Quien está en el territorio es el que mejor conoce el partido en ese territorio y quizá no se ha actuado con el diálogo y el consenso suficientes. Más diálogo habría propiciado menos tensiones.
P.-¿Cómo debe recomponer el partido Alberto Núñez Feijóo tras la etapa de Pablo Casado?
R.-Tenemos una misión clarísima todos los que formamos este partido: la unidad. Aquí no sobra nadie, cabemos todos. Creo que el partido va a salir fortalecido de este congreso.
P.-¿La apelación a la "unidad" va dirigida a Díaz Ayuso?
R.-No, no. Isabel Díaz Ayuso es una compañera que tiene todo nuestro respaldo y que está haciendo una magnífica gestión. No va dirigido en absoluto a Isabel Díaz Ayuso. Le decía, de hecho, que es responsabilidad de todos los que formamos este partido.
P.-¿Entendería que Díaz Ayuso no fuera la presidenta del PP de Madrid?
R.-Ésa será una decisión que tendrá que tomar ella.
P.-Ella ya ha dicho a los cuatro vientos que lo quiere ser…
R.-Si ella quiere, mi opinión personal es que por qué no puede serlo. En la mayoría de las comunidades autónomas en las que gobernamos, el presidente del Gobierno es el del partido. Tendría toda la lógica del mundo.
P.-¿Ha sido un error la cerrazón del PP de Pablo Casado a llegar a acuerdos con el PSOE en cuestiones clave como la renovación del CGPJ?
P.-Yo creo que Pablo ha hecho una buena oposición, lo digo sinceramente. Y que ha puesto los intereses de España por encima de cualquier otra cuestión. En el tema de la renovación del CGPJ, él siempre tendió una mano para llegar a un acuerdo, lo que pasa es que tienen que querer y ceder las dos partes. Y todos estamos viendo que Sánchez es totalmente autoritario y que, cuando va a dar un paso, primero le pregunta a los independentistas y a Podemos si están de acuerdo o no. En momentos difíciles, Pablo ha hecho una buena oposición en temas complicados. Él públicamente le ha tendido la mano.
P.-¿Y la negativa a apoyar la reforma laboral?
R.-Tender hacia un sistema más flexible, como bien defendía Pablo, es lo que marcan todos los indicadores. Estaba haciendo un buen planteamiento, no creo que fuese una postura equivocada. A mí no me han llegado críticas por el posicionamiento del partido en este tema.
¿García Egea? Uno tiene toda la libertad para escoger su equipo y uno mismo ha de reflexionar si acertó o no"
P.-¿Cuál debe ser la estrategia con Vox? ¿Tender la mano o marcar más las diferencias?
R.-Depende de la actitud de Vox. Nosotros en Andalucía hemos llegado a acuerdos con Vox, se han aprobado tres presupuestos y otras iniciativas en el Parlamento. Sin embargo, Vox dio un cambio radical y decidió que no quería ser útil para Andalucía sino que quería elecciones. Somos partidos distintos. Creemos en las autonomías, en Europa, en la violencia machista, en el medio ambiente… Son líneas rojas y no nos las vamos a saltar. Vox tendrá que decidir cuál es el papel que quiere jugar. Nosotros gobernamos para todos, para quien nos vota y para el que no lo hace.
P.-¿Esas líneas rojas son absolutamente innegociables para usted? Las encuestas apuntan a una victoria holgada del PP-A pero insuficiente para gobernar en solitario…
R.-La encuesta te dice el pensamiento de la sociedad en un momento determinado, pero la encuesta final es lo que ocurra en las urnas. A lo que aspira el presidente [Moreno Bonilla] es a gobernar en solitario. A partir de ahí, una vez que se celebren las elecciones, ya veremos el panorama que se dibuja. La política es como un tiovivo. Un día es blanco, a las dos horas cambia la situación… Veremos cuando llegue ese momento, pero ya le digo que la aspiración es gobernar en solitario.
P.-Después de la situación en la que se encuentra el partido y con Vox disparado en las encuestas, ¿la posibilidad de un adelanto electoral queda definitivamente disipada aun con el bloqueo a vuestras iniciativas en el Parlamento andaluz?
R.-Siempre, siempre, siempre se ha apostado por agotar la legislatura. Y ése sigue siendo el compromiso de Juanma. Si bloquean permanentemente PSOE y Vox, con cada vez más acercamiento y con el mismo objetivo de desgastar al Gobierno de Juanma Moreno, tendrán que explicar por qué no aportan nada bueno a Andalucía. Vox dice públicamente que quiere elecciones en Andalucía y le importan poco las necesidades o los problemas que haya que resolver en Andalucía. Pero lo del PSOE resulta sonrojante. El señor Espadas dice por la mañana en unas declaraciones que él no está en elecciones y por la tarde estaba llenando autobuses y mupis con su cara desde Huelva hasta Almería. Está obsesionado con las elecciones.
P.-¿A quién teme más como contrincante político, a Juan Espadas (PSOE) o a Macarena Olona si se confirma como cabeza de cartel de Vox en Andalucía?
R.-No se trata de temer, sino de hacer bien las cosas. El adversario político que tengamos será el que cada partido decida. No tenemos temor. Lo que tenemos es que trabajar mucho y, sobre todo, contar todo lo que estamos mejorando en Andalucía con humildad y reconociendo que queda mucho camino por recorrer porque la herencia que hemos recibido los andaluces del PSOE es demencial. Temor por algún candidato en concreto, no. Cada uno sabrá lo que tiene que hacer en su momento.
No sé si los fondos europeos serán otro 'Plan E', pero lo que sí estamos viendo es que son para recuperar al PSOE y no a España"
P.-El PSOE está enarbolando la bandera del deterioro de la sanidad pública como eje de la precampaña. ¿Puede ser un elemento de desgaste importante y que pase factura al PP en las próximas elecciones?
R.-Que esa bandera la coja el PSOE cuanto menos es de tener la cara muy dura. Ahí están los datos. Quien llevó a la quiebra a la sanidad pública andaluza fue el PSOE; quien despidió a más de 7.000 profesionales sanitarios fue el PSOE. La Cámara de Cuentas ha reflejado en cada uno de sus informes que, cuando gobernaba el PSOE, Andalucía era la comunidad autónoma que menos invertía en gasto sanitario por habitante. Fue demoledor lo que hizo el PSOE. Y por primera vez en la historia, con el Gobierno del cambio de Juanma Moreno, se ha destinado el 7 % del PIB a sanidad y se están haciendo infraestructuras que el PSOE llevaba décadas prometiendo. Jamás se ha invertido tanto. ¿Hay que seguir? Sin duda.
P.-Han levantado también la voz para denunciar el reparto arbitrario de los fondos del Plan de Recuperación...
R.-...es que es un hecho. Cuando se repartieron los fondos de inclusión social y para el empleo joven dejaron fuera a Andalucía. Y cuando se han distribuido los fondos para turismo, la mayor parte se la han llevado los ayuntamientos gobernados por el PSOE. No se ha tenido en cuenta el criterio de población. Cuando hemos preguntado cuál sería el reparto para que fuera justo no se ha respondido y todavía siguen existiendo a día de hoy muchas dudas. Lo primero que habría que hacer es que ese dinero se adapte a la realidad social de cada comunidad. Las necesidades que existen en Andalucía no serán las que existan en Extremadura. Si quieres que sea realmente efectivo y mejore la economía tendría que ser más flexible.
P.-¿Teme que el Plan de Recuperación termine convirtiéndose en otro ‘Plan E’?
R.-Esperemos que no. No sé si se convertirá en otro ‘Plan E’ de Zapatero, pero lo que sí estamos viendo es que esos fondos son para recuperar al PSOE, no para recuperar a España. No se trata de salvar votos, sino de salvar a familias y que puedan vivir con dignidad.
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