La legislatura que echará a andar en breve en Castilla y León tiene fecha de caducidad a juicio del PSOE. Y está no será de cuatro años, sino mucho más breve. Creen que el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no aguantará con el gobierno de coalición con Vox en este territorio y Alfonso Fernández Mañueco volverá a convocar a los castellano y leoneses “coincidiendo con las elecciones generales”, según fuentes socialistas.

Al margen del castigo que este pacto pueda suponer para las aspiraciones electorales del gallego, Gobierno y PSOE ponen el acento en la "inestabilidad de los gobiernos de coalición del PP". Así, "mientras se habla constantemente de los enfrentamientos entre nosotros y Unidas Podemos en el Ejecutivo central, los que rompen son ellos" y recuerdan también lo acontecido en Madrid. Asimismo hubo crisis en Murcia, pero en este caso por los intentos de una moción de censura frustrada entre PSOE y Ciudadanos cuya onda expansiva todavía sigue viva.

Feijóo ya comienza a remontar en los sondeos tras el cataclismo que provocó la crisis con Pablo Casado. Según una encuesta de este lunes de Sigma Dos para El Mundo, recupera 1,3 puntos con respecto a las últimas dos semanas, pero todavía por detrás del PSOE. Si logra volver a ponerse en cabeza "querrá aprovechar su tirón para deshacerse de Vox en Castilla y León".

Gobierno y PSOE ponen el acento en la "inestabilidad de los gobiernos de coalición del PP"

En la medida en que recorte esa distancia y consiga que los de Santiago Abascal se estanquen, "le interesará cortar con Vox", insisten. Sin embargo, antes de que lleguen las elecciones generales, el PP puede verse obligado a pactar con la ultraderecha en otros territorios como Andalucía o las comunidades de régimen común que celebran autonómicas el cuarto domingo de mayo, con lo que el acuerdo de gobierno con Vox en Castilla y León "no es más que el aperitivo".

Otra cosa es que esa sea una situación indeseada para las opciones del gallego en las elecciones generales. De momento ha intentado mantener distancias con el pacto en Castilla y León bajo el argumento de que no es todavía líder del PP, pero ese es un pretexto que políticamente no se sostiene.

Desde el PSOE subrayan que, en todo caso, la voluntad declarada de Pedro Sánchez es apurar la legislatura, incluso alargarla a enero de 2024 una vez superada la presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023. Sin embargo, hay barones territoriales convencidos de que su jefe de filas llamará a las urnas cuando electoramente más le convenga, inclinándose muchos de ellos a unas generales un mes mes y medio antes de las locales y autonómicas para tener al partido totalmente movilizado.

Ferraz culpa directamente al que será nuevo líder del PP de "abrir la puerta a Vox"

Pero hasta que eso pase, los socialistas no van a soltar presa, con la mirada puesta en las elecciones andaluzas. La presidenta del PP, Cristina Narbona, calificó ayer de "involución" la entrada de Vox al ejecutivo de Mañueco y volvió a los dos ejes del argumentario socialista, esto es, se trata del "pacto de la vergüenza" y supone el regreso "de la ultraderecha a las instituciones públicas después de 40 años", en alusión al franquismo.

Lo cierto es que no lo opinan solo los socialistas españoles, recordó Narbona, sino también el presidente del PPE, Donald Tusk, para quien el pacto con Vox es una "claudicación". Pacto que "sólo cabe atribuir a Feijóo que es ya la persona que toma decisiones en el PP y el que les ha abierto la puerta. Es el interlocutor a todos los efectos", sentenció ayer Narbona.

Respecto a su propuesta de dejar gobernar a la lista más votada, ha dirigente socialista replicó que el PSOE propuso a Mañueco "la posibilidad de no tener que contar con Vox. Se le ofreció un acuerdo que tenía que ser para toda España. Eso no fue aceptado y, por tanto no puede decir que el PSOE es el responsable de que Vox haya entrado en el Gobierno, es su responsabilidad".

Además, Feijóo "ha venido tapando la corrupción en la Comunidad de Madrid y por desgracia pensamos que no es una etapa de renovación real. Lo que tiene que hacer es regenerarse, tanto en lo relativo a la corrupción como a la extrema derecha", agregó Narbona.