La exasesora de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo, Dina Bousselham, ha declarado este martes como testigo ante el juez del caso Dina, Manuel García-Castellón, afirmando que "no tengo nada que perdonar" al exlíder de Podemos, para el que trabajaba en 2016 cuando éste tuvo acceso a una copia del contenido de su móvil. Un contenido que posteriormente apareció en la casa del comisario investigado José Manuel Villarejo puesto que le fue entregado por dos periodistas de la revista Interviú, César Rendueles y Alberto Pozas. Precisamente en la investigación de la Audiencia Nacional que lleva el nombre de la testigo están investigados tanto Villarejo como los dos periodistas. Bousselham sí que se siente perjudicada por los tres últimos, a quienes ha aclarado que no quiere perdonar por "acceder a sus contenidos íntimos", por manejar la misma tarjeta que le fue entregada a Iglesias, según trasladan fuentes jurídicas presentes en la declaración del Juzgado Central de Instrucción 6.
La declaración de la excolaboradora de Iglesias, de su pareja Ricardo Sa Ferreira y de Eugenio Pino son las últimas diligencias de la causa antes que el juez decida si archiva la investigación por la que propuso al Tribunal Supremo que investigara a Iglesias cuando era vicepresidente del Gobierno por los presuntos delitos de revelación de secretos, daños informáticos y denuncia falsa.
Como afirmó tanto el Tribunal Supremo como la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, para poder investigar a Iglesias por dichos presuntos delitos era necesario que su colaboradora se sintiera perjudicada por el manejo que hizo Iglesias de la tarjeta con el contenido de su móvil. El presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio Mosbah, entregó al político el dispositivo que llegó por medio de un anónimo a la revista del Grupo Zeta al entender que el contenido que había en ésta, íntimo, le afectaba.
Califica de machistas al director y subdirector de Interviú que manejaron el contenido de su móvil
Iglesias, en lugar de devolver el dispositivo a su dueña, lo guardó durante seis meses. Cuando, en el marco del caso Villarejo, se encontró una copia de dicho dispositivo en los registros que se hicieron al comisario, tanto Iglesias como Bousselham se presentaron como perjudicados de las maniobras de las "cloacas policiales" para perjudicar tanto a Podemos como a su líder en 2016, momento en que las encuestas les situaban como segunda fuerza política, porque el contenido del móvil había aparecido publicado en Okdiario ese año. Iglesias, que acudió a declarar como testigo ante García-Castellón, apuntó a Villarejo en el suceso del robo del móvil de Bousselham y la posterior difusión del contenido del dispositivo a la prensa. Posteriormente, la investigación desveló que la propia Bousselham había compartido los pantallazos de conversaciones entre miembros de Podemos de su móvil que acabaron publicados en prensa y que Iglesias tuvo la tarjeta seis meses antes que Villarejo. De ahí que el juez diera un giro radical a la investigación.
"Compartían dispositivo"
Este martes, Bousselham han indicado que nunca ha denunciado a Iglesias por estos hechos porque considera que ambos son perjudicados y que no tiene nada que perdonarle porque compartían dispositivos por la confianza mutua que tenían. No se ve afectada porque accediera a sus conversaciones.
Sin embargo, preguntada por la defensa del director y subdirector de Interviú, Pozas y Rendueles, la testigo ha afirmado que en este caso no quiere perdonarles porque considera que su actuación "no fue adecuada", calificándoles de "machistas" por acceder a sus contenidos íntimos.
Ante esta calificación, según fuentes jurídicas presentes en la declaración, el instructor García-Castellón ha preguntado a la testigo por qué se ha referido con el término machista sólo a ellos y no a Pablo Iglesias.
Quizá llegó a otras personas en la DAO
También ha declarado como testigo, aunque acompañado de abogado puesto que figura como investigado en otras piezas del caso Villarejo, el ex Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino. El juez le ha citado puesto que Villarejo declaró que, cuando los periodistas de Interviú le entregaron la copia del dispositivo de Bousselham la llevó a sus superiores de la Dirección Adjunta Operativa por si tenía interés. En dicha unidad había abiertas, por entonces, investigaciones secretas a Podemos, según ha confirmado Pino refiriéndose concretamente a los fundadores del partido, Juan Carlos Monedero y Jorge Verstringe, y al propio Iglesias.
Pino ha negado haber recibido dicho dispositivo, aunque no ha descartado que pudiera habérselo entregado a alguno de sus subordinados porque, según ha declarado, él no recibía dichos materiales de prueba.
Durante la comparecencia de Bousselham, la letrada de Prolege, asociación que ejerce la acusación de la causa, ha advertido de que haría a la testigo una serie de preguntas que quizá conducirían al juez a tener que deducir testimonio por un presunto delito de falso testimonio por las contestaciones de la declarante. La Fiscalía ha intervenido, según trasladan fuentes jurídicas, y ha indicado que no era el lugar adecuado para hacer tal denuncia, sino que la acusación tendría que dirigirla a los juzgados de instrucción.
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