El cementerio nuclear de El Cabril ha iniciado el año con una ocupación del 81,38 % en las plataformas para basura de baja y media intensidad mientras se trabaja ya en la futura ampliación de las instalaciones. La previsión que maneja la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), gestora del complejo, es que los trabajos de construcción arranquen dentro de dos años.
En respuesta a una solicitud de información tramitada a través del Portal de la Transparencia, Enresa ha detallado que el centro de almacenamiento de El Cabril -ubicado en la localidad cordobesa de Hornachuelos- tenía a 1 de enero un volumen total acumulado de 56.977,83 metros cúbicos, lo que supone 2.653,64 más de la cantidad que albergaba al cierre de 2020 (54.324,19 metros cúbicos).
Desglosado por tipología, unos 35.500 metros cúbicos se hallan en las plataformas para Residuos de Baja y Media Actividad (RBMA), mientras que en las instalaciones habilitadas para Residuos de Muy Baja Actividad (RBBA) hay construidas dos celdas de almacenamiento que se encuentran al 25,09 % y 21,50% de sus respectivas capacidades. Ello suma otros 21.000 metros cúbicos.
Para el almacenamiento definitivo de los RBMA que se generan en el país, el complejo de El Cabril dispone de una capacidad de almacenamiento de residuo acondicionado de unos 50.000 metros cúbicos y cuenta con 28 celdas distribuidas en dos plataformas: 16 en la norte y 12 en la sur. La instalación complementaria para almacenar los RBBA incluye la autorización para ubicar otras cuatro celdas -de la 29 a la 32- con una capacidad total de 130.000 metros cúbicos, construyéndose en función de las necesidades y previo envío al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) del proyecto de construcción correspondiente.
Cierre de las centrales nucleares
Desde 2020, Enresa tiene la vista puesta en la ampliación de las instalaciones cordobesas con vistas a dar solución a los 220.000 metros cúbicos de residuos que se calcula que generará el progresivo cierre de las centrales nucleares en España, acordado escasos meses después de la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno. Si no se modifica el calendario actualmente previsto, estas plantas se clausurarán entre 2027 (Almaraz I) y Trillo (2035).
La actuación consistiría inicialmente en la construcción de 27 nuevas celdas de almacenamiento para residuos RBMA, con lo que casi se duplicaría la capacidad actual. La intención de Enresa es que los trabajos de la primera fase -12 celdas- empiecen a finales de 2024 para que entren en operación en 2028. En función del ritmo de ocupación se acometería la segunda parte de la actuación, que permitiría disponer de otras 15 más. A tenor de lo que establece el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares Radiactivas, ello se concibe como una modificación de diseño de la instalación.
La empresa pública ya da pasos desde el pasado año con vistas a disponer de más espacio en el centro que gestiona en Hornachuelos para el almacenaje de residuos. El pasado 7 de julio contrató a la empresa madrileña Inypsa CW Infraestructures SL para la ejecución de los trabajos de preparación y elaboración de la documentación requerida durante el procedimiento de evaluación ambiental del proyecto de ampliación de El Cabril -ubicado en una finca de Sierra Albarrana, a 41 kilómetros de distancia por carretera del núcleo urbano de Hornachuelos- para la futura obtención de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y la Autorización Ambiental Unificada (AAU). El encargo tiene un periodo de ejecución de 48 meses y se adjudicó por 205.046,6 euros.
"La optimización de la capacidad de almacenamiento del centro de almacenamiento de El Cabril es un objetivo estratégico y prioritario en la gestión de los residuos radiactivos de de muy baja, baja y media actividad, que fundamentalmente se generan en la operación y desmantelamiento de las centrales nucleares españolas. Además, se ha de continuar potenciando las actividades de mejora de la eficiencia y seguridad de la operación", detalla el borrador del 7º Plan General de Residuos Radiactivos.
El gobierno local de Hornachuelos recuerda que Enresa no necesita licencia para ampliar las instalaciones del centro de almacenamiento que gestiona desde 1986 en su término municipal, pero advierte de que la ampliación de las instalaciones para aumentar su capacidad sí requiere un informe favorable del Ayuntamiento y que la empresa estatal abone el impuesto de obras y construcciones.
La extensión del cementerio de El Cabril que proyecta el Gobierno choca con la posición que mantienen grupos ecologistas y algunas formaciones políticas, que desde hace décadas vienen demandando el cierre del complejo. En 2014, al inicio de la etapa de Susana Díaz como presidenta, la Junta de Andalucía llegó a abogar públicamente por la clausura de estas instalaciones.
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