Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Ha dado un giro radical a su política, en este caso sobre la posición histórica de España respecto al Sáhara, sin contar con propios ni extraños. No es que esta vez le haya ocultado información sólo a sus socios de Unidas Podemos, sino que también buena parte de los ministros socialistas no estaban al tanto de este cambio de rumbo.

Es quizá, uno de los pocos consuelos que tiene el espacio morado del Ejecutivo, constatar que esta vez no han sido los únicos en ser ignorados por el presidente del Gobierno. Pero, al igual que ante otras crisis, han decidido tragarse el sapo y continuar adelante, sin amagos de ruptura del Gobierno de coalición y, ni siquiera, de exigencia de explicaciones, al menos por el momento. Pero, eso sí, centrarse en el plan de rescate del día 29 y apretar ahí las tuercas para que salga adelante con medidas "ambiciosas y útiles", dicen en el entorno de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Mientras tanto, los morados no habían decidido aún ayer cuál sería el sentido de su voto ante la petición de los grupos de ERC, Más País, Compromís, Nueva Canaria, Coalición Canaria, Junts, PdeCat, Cup, EH-Bldu, BNG y PNV respecto a la petición de comparecencia del jefe del Ejecutivo "para dar cuenta acerca del cambio de posición respecto del Sáhara occidental".

Expresado su disgusto de forma pública y en duros términos por parte de la vicepresidenta segunda, en su departamento señalan como prioritario el decreto del día 29, el mismo que debe aprobar un plan de rescate de la economía española sobre todo en lo que afecta al alza de los precios de la electricidad, el gas y las gasolinas. "Esa es nuestra prioridad", subrayan los medios consultados.

Unidas Podemos no se ha planteado la ruptura

"Los de Marruecos es una cosa más, pero nosotros no nos despistamos. Podemos ser críticos por cómo se ha tomado la decisión -conceden en vicepresidencia- Dentro de que respetamos que las competencias son del PSOE, que al menos se debía haber comunicado o dialogado una posición tan importante". Pero precisamente "porque somos conscientes del acuerdo de Gobierno, éste no se va a romper".

En definitiva, "para nosotros lo prioritario sigue siendo que haya medidas cuanto antes para paliar la situación de emergencia social y económica y, sobre todo, los precios", indican. El decreto del martes 29 "es importantísimo y nosotras estamos centradas en que las medidas sean rápidas y eficaces", al tiempo que señalan que, al igual que se ha hecho con el compromiso de bajar 500 millones de euros la factura del gasoil a los transportistas, se vayan anunciando otras iniciativas.

La propuesta de Díaz para el decreto del día 29 pasa por la limitación de los beneficios de las eléctricas

Díaz presentó su propia propuesta a Moncloa en la que recoge medidas como la congelación de los alquileres, un cheque energético de 300 euros para familias vulnerables, pasando por la limitación de los beneficios a las eléctricas y la ampliación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), difícil de aceptar por Grupos como el Partido Popular. De hecho, el Ejecutivo sigue trabajando en ese paquete de "paliativos" y mantiene "conversaciones continuas" entre los socios, de las que pendía una reunión entre Sánchez, ahora de gira por Europa, y Díaz.

En Podemos coinciden en afirmar que lo que les queda es "sentar al PSOE para cerrar el documento del 29 y que vuela al carril de la normalidad de un gobierno progresista", después de haberle acusado de un "tonteo escandaloso" con el PP. Hay coincidencia con Díaz en que "lo de Ucrania es lo más importante. Hay que centrarse en arrancar una buena negociación de las iniciativas que aprobará el Consejo de Ministros la semana que viene", insisten.

Sánchez, en Ceuta y Melilla

Los morados están estudiando medidas ante el giro histórico respecto al Sáhara, que podría pasar por una petición de comparecencia de Sánchez o la presentación de una PNL. Pero en el Grupo Parlamentario esperan que comparezca a petición propia. De momento lo va a hacer el titular de Exteriores, José Manuel Albares, el próximo miércoles en comisión parlamentaria. También el miércoles por la tarde, Sánchez visitará Ceuta y Melilla, cuya soberanía, se supone, no seguirá reclamando Marruecos a cambio de aceptar su propuesta autonómica sobre el Sáhara.