El PP ya tiene nuevo presidente. El gallego Alberto Núñez Feijóo ha asumido el mandato dado por los compromisarios del partido y liderará el nuevo ciclo popular. En su primera intervención como máximo responsable de PP, Feijóo ha marcado dos principales líneas discursivas. La primera, criticar la gestión del Gobierno nacional y autodefinirse como única "alternativa" de progreso. La segunda, desmarcarse completamente del actual panorama de polarización. Todo ello para llegar a la Moncloa porque, ha segurado, "hay hambre de cambio y ese cambio ya se ha iniciado en Sevilla. España nos está esperando".
"España es mucho mejor que el Gobierno que tiene", ha señalado el aún presidente de la Xunta ante el auditorio del Palacio de Congresos de Sevilla, donde el PP ha desarrollado este último cónclave del partido, el vigésimo. “La mayoría de españoles y los votantes del PP, el de siempre, saben que no tenemos el mejor gobierno posible”, pero “que nadie pervierta la esencia de la democracia”; porque “tiene arreglo” y lo vamos a hacer “entre todos”, ha destacado.
Feijóo ha asegurado que "hay gente que quiere vivir del enfrentamiento", pero que su mayor aspiración es "ofrecer un gobierno" a ser posible "con la mayoría de los españoles". Por ello, ha reafirmado su compromiso a no contribuir en la división política: "que nadie cuente conmigo en este enfrentamiento infantil en lo que ha derivado la política española". Asegura que le han dicho de todo en Galicia, desde "burócrata" hasta nacionalista "peligroso", pero que si deja Galicia, "no es para presentarme a un juego", sino para "hacer política seria". "Si no, no habría venido", ha matizado.
"Por qué nos vamos a enfrentar por la igualdad, por la violencia, por el rechazo al terrorismo, por la paz, la invasión y los crímenes de Ucrania. Basta ya de enfrentarnos, crear problemas, que no son pocos"; "enfrentémonos a los problemas reales", ha pedido.
Líder de la alternativa
La intervención del expresidente del PP de Galicia ha seguido el eje marcado durante su campaña electoral interna: mostrarse como el único referente para una alternativa al Ejecutivo. "No somos un partido bisagra, de aspiraciones pequeñas, de 'si sumando con este o con otro podemos llegar'", ha asegurado. En esa línea, ha afirmado que no gobernarán "con socios que quieren destruir España", porque son "el partido de las mayorías, el que gana y quiere ganar" para "después gobernar".
Feijóo ha incidido en que la situación política y económica “no puede seguir por este camino”. “Hay hambre de cambio” y “España no se merece un gobierno desbordado por la realidad”. “España nos está esperando” y siempre “nos invita a gobernar en momentos difíciles”, ha expresado.
Se ha reafirmado en la idea que anunció el primer día de campaña, de no querer "insultar" a Pedro Sánchez, si no "ganarle"; ha "venido" para ello. Pero no a cualquier precio, afirma. "Creemos que podemos hacerlo mejor", pero "no tenemos ansiedad por llegar de cualquier forma a la meta", ha añadido.
"Estamos aquí para continuar la historia de éxito de nuestro país. De la Transición, de la Constitución, de la entrada a la UE y a la OTAN; para garantizar una alternativa de gobierno", porque "lo bueno de la democracia es poder cambiarlo". "Lo vamos a demostrar con sosiego", ha confirmado.
Ofrece lealtad
El presidente del PP ha asegurado que, mientras estén en la oposición harán lo posible "por dar lo mejor" y tendrán a España presente en cada una de las decisiones. "Garantizaremos nuestro apoyo al gobierno para rectificar lo que se hace mal". "Lo hemos demostrado en la guerra de Ucrania" y lo harán, dice, "para agilizar las medidas que los españoles necesitan; para cesar a los ministros que lo hacen mal; para bajar los impuestos a la energía; para proteger los servicios públicos y una economía sana; para no depender de los que quieren dividir nuestro país y para respetar la política exterior". En alusiones a Marruecos y el tema saharaui, Feijóo ha esgrimido que "no es cosa de un hombre" virar la postura en una cuestión histórica, sino "de todos los españoles".
En ese sentido, ha mencionado, Sánchez "siempre nos encontrarán". "Qué bueno sería tener un jefe de la oposición que diga lo que acabo de decir cuando estemos en el gobierno. Para avanzar".
"No voy a cambiar mis convicciones"
"No soy nuevo, ni desconocido, ni una incógnita. Me queda la última cuarta parte del partido, pero ahí es donde se decide el partido" ha dicho. "Importa como acaban las cosas, no como empiezan". "Trato con humildad intentar mejorar cada día, pero no voy a renunciar a mis principios".
Feijóo ha afirmado sentir mucha responsabilidad, la cual se amplificará en los próximos días cuando empiece a desempeñar las distintas funciones. "Si hay alguien que cree que ser presidente del partido es un privilegio se equivoca, es un mandato. No es un cargo, es una carga", ha definido.
Con todo, el gallego ha anunciado que será tenaz para devolver la confianza depositada en él a las bases. "España nos está esperando" y la única manera de cumplir, ha comunicado, es "entregarse al pueblo con modestia", como ya ha "hecho" en Galicia.
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